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Comentario a la plaquette:“Obras Menores”
De Rodolfo Hlousek Astudillo.
Por Jorge Cocio Sepúlveda
Licenciado en Filosofía.
Universidad de Concepción
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“incluso en la reproducción mejor acabada falta algo: el aquí y ahora de la obra
de arte,
su existencia irrepetible en el lugar que se encuentra”.-
Walter Benjamín.
Y aquí estoy acompañado con el tema Sunday Morning de Velvet Underground de fondo en una hora indescifrable para la tempestad de la escritura dándome paso entre páginas para dar a conocer la impresión de algo recientemente leído: la plaquette de Rodolfo Hlousek Astudillo, Obras Menores. Y para aquello tomo como referencia a Benjamín, puesto que me sirve como punto de fricción para lo que diré a continuación.
Además de encontrarse con la cabeza de O`Higgins en la portada lo que ustedes van a presenciar es una compilación de múltiples voces que por diversos factores han podido reunirse. Pero paradojalmente ni el autor ni el lector tienen claridad del origen de esas huellas culturales, ya que tan sólo se presentan en forma de oficios con nombres y apellidos. De los cuales algunos se ha convertido en un mero recuerdo almacenado por la fotografía y la voz, y otros son vestigios de lo que en un momento fueron: una forma de vida. Pero también quedan los que resisten la tempestad de los conceptos instalados en pos de otro concepto llamado “progreso” que se ha hecho cargo, tal cual padrastro de un niño bastardo, y sin el consentimiento de la madre, de encaminar su ser en pos de llegar a ser un hombre de bien. Desde ahí es donde conecta este documento como respuesta al efecto de la reproducción técnica (material y ahora digital) en nuestra cotidianidad de lo que en un momento parecía sacro e inmutable: la tradición y el oficio unido al ciclo de la tierra.
Lo que Obras Menores intenta alcanzar es una contra respuesta de las voces menores a través del lenguaje que juega y juzga la realidad como por ejemplo en el texto Sitio eriazo donde expresa en su inicio “Hoy es el sitio eriazo/ pero antes valle/ vega cordillera roquerío”. Ya con este breve ejemplo se nos presenta uno de los temas recurrentes del autor: la dualidad del hombre entre su mundo “civilizado” con la naturaleza que le resulta indiferente. Esto ya se encuentra en su primer texto oficial Persistencia del Alba (Ripio, 2007) que tiene los versos del texto Sustrato como “No, el hombre no siente el peso de la lluvia, no ve caudales de nubes, no ronda con la luna, no cree en cosas simples como el sabor al agua salvaje”. O bien en Nada más donde dice desde la voz del adolescente-adulto: “El mundo ha cambiado la caleta/ Cada cual pa´ su rosca/ Hoy es la pega la plata/ Y el carrete/ Nada más”.
Todo lo anterior dicho nos lleva a la siguiente pregunta: “¿Cuál es la esencia de Obras Menores?”. Podríamos decir que es una crítica desde los otros como lo expresa en el texto La máquina cultural al decir: “la cultura la crean los cultores / emigrantes recolectores cazadores” o bien una respuesta a la cultura oficial al cerrar ese texto con: “la cultura del impedir / el virus del impedir/ x+x@=$”. Pero también podemos considerar el cambio radical del uso y fin de los instrumentos antes usados por unos y ahora que ha adquirido otro tipo de poder como se da en el texto La Plomada “La plomada es el instrumento/ De las obras menores/ Hipónimo de las grandes construcciones/ Hechos con sangre de fusiles/ Resultado obtenido del hipermercado” para llegar a otra conclusión y decir que esta obra en su conjunto es una confrontación no solo de la lengua o cultura, sino desde la política del hombre común a la de las cifras y apariencia de una sociedad sin que ha perdido esencia diluída entre el espejismo ilustrado amaestrando a los medios de comunicación para no dejar en evidencia las sombras.
Pero tanto una como otra posición se complementa y se ha repetido de forma distinta en sus textos anteriores, solo que en esta ocasión ya no se juega por lo literal o subversivo de un lenguaje airado inmerso en la polis como se manifestaba en el libro O (orden) (Bajo el Aura del Sauce, 2010) cuando expresa en se le cayó de la mano el sistema: “tuvieron que crear nuevos códigos /ensamblar las respuestas / lubricar con muy poca grasa/ la maquinaria del bienestar /el bien común /la felicidad. / Pero estos cerdos / quieren continuar en el barro /y para esto / nos obligan a suicidarnos en el voto /de esto se trata la epopeya / matar/ matarlos a todos/ /para que se mantenga la felicidad.”
Entonces más que una provocación literal, un golpe de posvanguardia o anarquismo poético mi punto de vista es que la esencia de Obras Menores es el hacer notar al receptor los códigos de antaño que está en peligros de extinción. Al igual que como toda actividad que va al pasado y que no lleva a la entretención de la masa se convierte en un objeto para todos y para ninguno, pero ello no significa que no hayan excepciones de rostros presentes a escuchar las palabras de la tradición. Por eso el fin del texto es dejar abierto los sentidos al receptor-lector-espectador, pero desde lo inconsciente para así hacernos entender lo que hemos perdido en las parábolas del camino.
Título: Obras Menores.
Autor: Rodolfo Hlousek Astudillo.
Editorial: Australis.
Año: 2014.
