RAÍCES DEL AMOR
Debajo del asfalto sin estrellas
el vasto futuro nos esperaba
No supimos leerlo desde nuestra burbuja
Se nos metió el mercado entre las ropas
y quedamos con ese olor al hueso de la piel
Quisimos medir los contornos del viento
tasar la esperanza en moneda común
pero las raíces del amor
rompen muros de acero
se cuelan por tragaluces
por los cerrojos del día
y los amantes que habitaban en nosotros
explotaron en chorros de líquido amoroso
limpiaron con sangre
las calles untadas de hollín
alimentaron caseríos de fuego
y avenidas de fuego
con su carne.
TU CUERPO Y MI LOCURA
Qué puedo hacer con tu calva
con tu pecho
con esas formas que llenan de vacío las sábanas
estampadas con tu nombre
Qué puedo hacer si no logro tragar tu presencia mitológica
si me empeño en desmantelar los monumentos de ti
como si no supiese que hasta el aire está salpicado de tu cuerpo
como si no hubiese mordido la mentada manzana
tu carne materializando los sueños de cualquier macho
poético por equivocación
Y prefiero esta suerte de tono irónico
Y descreo de tu cara detrás de todas las puertas
Y apuesto a la vigilia
porque el sueño te ha elegido
Y reniego de la fe
hermana de la esperanza
Y pongo grillos al deseo cuando cae en idolatría
Y todo esto para hundirme en un cuarto de nadie
en la fascinación de tu rostro
clavado a las cuatro esquinas de mi locura
¿QUÉ FUE DEL AMOR?
Dónde está el amor
Pájaro transparente
La última vez picoteaba tu pubis
en un jardín de la plaza de Talca
CONDENSACIÓN
El amor dejó de ser halo
se condensó en ojos
en pezones que miran y no ven
en nalgas de luna
en marea
en muslos que abrazan
ahogando el ímpetu de las embestidas
SOPLO
Si el dorso de los párpados nos sueña
la lluvia
el calor de piel a piel
nos devuelve en soplo nuestras caricias
CLARIDAD IMPURA
Despertar atropellado por tu vientre.
Besar las flamas de tu espalda sin quemarse
tirándolo todo al mar vacío del morir
donde las ventanas del sueño se quiebran
y la noche mellada de los amantes
rompe en claridad impura
AMÉMONOS BAJO LOS PUENTES
Amémonos bajo los puentes
sobre el agua flotante de la dicha
amémonos
amémonos
sobre todo bajo los puentes sin nombre
como si los sueños fuesen todavía posibles
como si el agua fuese la materia prima del sueño
y nosotros formásemos las dos mitades de un madero
arrastrado por el cauce
Amémonos como si no te hubieras ido
y yo tuviera tus senos envueltos
en mis manos derramadas
y tú me tomaras como el madero que siempre fui
mientras naufragabas por el mar del mundo
ese mar donde finalmente te perdiste
LA DIVA
Adoro la fotografía pegada en la pared
aminora mi soledad de soltero a secas
No se si esa mirada eléctrica
me atrae de manera irresistible
o la desnudez que fluye natural
de tus caderas anchas
como el mar océano de los antiguos
Ha de ser el proceso de imaginarte
de traerte a mi lecho con el solo deseo de masturbarme
y jugar a creer que no me masturbo
a que estás conmigo meciéndote
latiendo al ritmo de los días
las horas que demoro en volver a tu fotografía
burlona y pegada
como un castigo más
escupido al muro de los lamentos
AMANTE PERFECTA
Con las piernas al aire, como una mujer lúbrica
ardiente y sudando los venenos.
Ch. Baudelaire
Va por el mundo liviana
desprendiéndose del alma así de fácil
como quien se quita un par de calzones
Es peligrosa y pelirroja
su cuerpo se traga la memoria de sus amantes
y no sólo la memoria
Les deja vagando en la estupidez
Modorra propia de los enamorados
que persiguen mariposas en la metrópolis
y terminan atropellados por la oruga o la micro
según la jerga de turno
Para amarla dicen los entendidos
hundámonos en la ceguera más honda
al pantano del sueño
donde habita el uno indivisible de los idiotas
EVASIÓN DE LA SOLEDAD
Nos educaron para atrás padre
Bien preparados sin imaginación
Y malos para la cama.
D. Maquieira
El hombre del abrigo lleva un edificio en los ojos
una escalera
un ascensor y una puerta con el número quince
clavado en la frente
Detrás del candado amarillo canario
la falda también amarilla
el cabello en caos primitivo
y unas medias de seda gris
El hombre empuja el tranco
no puede ganarle a su deseo
que vuela entre los pisos
transparentes
sin respetar murallas ni cerraduras
El muy fresco se mece con la amada
tiende en el lecho su carne de espíritu
y entra en la muchacha con su verga de espíritu
El hombre del abrigo con lentitud de hombre
corre a sorprender al traidor
y se queda desnudo en el vacío de su cuarto
donde nunca hubo nadie más que él