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VILARIÑO Y BENEDETTI, EN VIAJE ETERNO
Por Reinaldo Edmundo Marchant
La lúdica coincidencia comenzó en el año 1920, fecha en que casualmente llegaron al mundo dos grandes poetas y escritores de Sudamérica: Idea Vilariño y Mario Benedetti.
Los dos, codo acodo a con la poesía y la narrativa, los sueños y las luchas, caminaron juntos ochenta y nueve años: ambos pertenecieron al grupo de escritores denominado Generación del 45, conformada además por otros literatos ilustres, Juan Carlos Onetti, Sarandy Cabrera, Amanda Berenguer, Emir Rodríguez Monegal, Ángel Rama, etcétera.
Idea Vilariño, cuyos libros están traducidos a varios idiomas, legó una significativa obra poética, en que destacaron Nocturno (1955), y su texto más conocido y con mayor éxito, Poemas de Amor, publicado en 1958, y dedicado al gran amor de su vida, el novelista Juan Carlos Onetti.
Mario Benedetti traspasó las fronteras con La Tregua (1960), una novela adaptada al cine por Sergio Renán. Luego vendrían decenas de poemarios, novelas, cuentos, guiones de teatro, artículos, ensayos… Benedetti fue uno de los más prolíficos creadores de los últimas décadas.
La amistad de Idea Vilariño y Mario Benedetti fue tan lúdica y llena de casualidades que el 26 de abril del 2009 ambos fueron internados en Montevideo.
Días después la poetisa moría luego de una operación urgente por una obstrucción intestinal. Tenía 89 años. Semanas más tarde, su amigo escritor abandonaba este mundo por un asma pertinaz y una grave dolencia intestinal. También tenía 89 años.
Las orillas del Río de la Plata, los boliches de Montevideo y los bellos lugares de Uruguay están llorando: han perdido a dos de sus mejores hijos.
Quiso la casualidad que a los dos los conociera y tratara durante un par de años, en mi estadía diplomática en Uruguay ( 1994- 1997). En el departamento de Benedetti, de Ejido con 18 de Julio, pasamos largas horas conversando de lírica, narrativa y de ese futuro incierto de nuestros pueblos.
Ahí conocí la poesía delicada y profunda de Vilariño, y la auténtica timidez de Benedetti, que prefería escuchar en vez de hablar. Idea siempre evocaba momentos felices que vivió con Juan Carlos Onetti.
Poco antes de terminar mi estadía en la embajada de Chile, logré que aceptaran ser condecorados con la Orden Gabriela Mistral que otorga el gobierno de Chile a quienes se han destacado en las artes y la cultura.
En una sencilla ceremonia, como a ellos les gustaba, concretamos la distinción en un boliche montevideano. Las fotografías que aparecen son imágenes de aquella actividad.
Ahora Idea Vilariño y Mario Benedetti van en viaje. No podía ser de otra forma. Los sueños de los poetas no se interrumpen. Desde acá, nosotros, pequeños mortales, quedamos alimentando nuestro espíritu con el ejemplo de sus vidas y la riqueza de sus libros que perdurarán al olvido.