I
Hay un viento que derrama sus destellos
desbordando el fuego y las caricias de las olas
el perfume de la tierra
es el viaje hacia nosotros
hacia el agua que te habita
hacia los colores y las líneas de tu cuerpo
es el mar entre palabras que contienen el silencio de los besos
es la tierra y sus miles de fragmentos fulgurando
envolviendo el aire de nostalgias
es el viaje por la línea que se abre en medio de tus labios
naufragando el sueño de la muerte
las verdes nervaduras de tu alma
tu piel de hoja que se eleva por un mar de viento
y tu íntima mirada se me escurre
y la pupila de la noche es el mar ante las llamas.
V
Ya hundidos en pleno viento
saliendo de las notas de las hojas
somos la arborescencia
el aire que se esconde entre las olas
la música musitando musas
el sátiro y la ninfa buscando sumergirse
en la fuente derramando agua
la tarde cayendo en fragmentos de luz
en tibio gorgotear de lluvia
e l h o r i z o n t e
l a o r i ll a d e l m a r
y somos la noche
la noche sumergida en espirales
dando vueltas alrededor de los planetas
el luar de la noche
el luar escondido en el follaje
el sonido silencioso de la cauda de un insecto
y nuevamente el luar
el luar danzando
el luar besando el aire
el luar mareando la marea
el luar pintando en el lienzo terrestre
y somos dos astros fragmentados
dos trozos perdidos sin perderse
dos palabras disueltas
copulando
en el corazón del átomo
somos lusol y luzaura
verdiazuleando en el centro del espacio.
VII
Te abres al igual que una manzana
donde las semillas giran agitadas
y beben el néctar de tu piel jugosa
el olor viniendo a mares
del centro de ti misma
y mis sentidos se arremolinan en lo verde
en lo alto
se entierran en el blanco mar
y en el miocardio
andan
nadan
por el sabor a fruta dura
a fruta blanda
a fruta abierta
o te abres al igual que una noche callada
donde las anémonas florecen luminosas
y reciben la humedad de tu negra garganta roja
el agua marina de la rosa azul del verde día
y mis labios se posan en la leve sombra
de un vuelo de luciérnagas
se sumergen en tibias ataduras
y en profundas dunas
viajan
viajan
por un túnel incendiando el viaje
los suspiros saliendo de la lengua
y la melancolía de la líquida penumbra
se vuelven movimiento
aleteo.
Postales
I
El aliento de las olas
se diluyó en tu boca.
III
Viaje por la noche de tu cuerpo
donde duerme lo amarillo de la luna.
V
En la barca de Caronte
navegamos juntos por el aire.
Poemas de mar y viento
II
A Berta Hernández
Besaré la mañana llena de tu aroma
el olor a manzanas que rebosa en tus caderas
el vuelo que recorre camas
la marea de ausencia flotando por los cuadros
y será que el mar los hunde
y la balsa de tu cuerpo los sujeta
evitando la caída a lo profundo del lunar oceánico
donde tenerte se vuelve el sueño lento sin amarras
sueño de peces fugaces
besaré el aire de tus labios
la palabra de tu nombre
el hambre que adivino
y el eterno canto chorreando entre tus piernas
cielo negro lleno de colores
besos caerán hasta la hondura de tu vientre
hasta que poco a poco te hundas
con los cuadros y mi cuerpo.
V
A Berenize Galicia
Nace la mirada de tus dedos de pintora
del color esbozado a la mitad de un pensamiento
del sentir de la seda y el beso
tiempo quieto escurriendo a goterones
racimos de existencia
pezones inquietos
con el roce húmedo de mi lengua de palabras
cuando por tus ojos brota mi mirada
y la derramas
por el cuadro cuerpo de tu olvido
vuelve al punto
remolino lejano
alhep de mis deseos flotando sobre el mar rayado
cama vacía donde nace el vértigo
me detengo
recorro tus muslos con las líneas prestadas
de tus cuadros
busco la mariposa negra saliendo por ventanas
y tus ilusiones grises
haciendo de estrellas en la página blanca
húmeda
justo al instante en que las palabras deambulan por tus labios
mientras te pintas observada por mis manos.
(Pleamar en vuelo, 2008)
* * *