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"El Viaje de Víctor":
Tributo a la Memoria de un Imprescindible.


Por Rony Núñez Mesquida
Publicado en Le Monde diplomatique, 3 de diciembre de 2022


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A Boris Navia


I. Crónica sobre un viaje sin retorno.

Nunca olvidaré una frase del escritor catalán Enrique Vila-Matas en “Extraña forma de Vida” (Anagrama, 1991, páginas 150-151) que reza como sigue: “Ya digo, estaba enloquecido de locura, nervioso por si toda mi vida, se decidía en las dos siguientes horas, no paraba de preguntarme qué me depararía el destino…”.

Traigo a colación esta cita, pues “El Viaje de Víctor”, (mi gran descubrimiento de Filsa 2022) hermoso libro-artefacto de comic del artista visual chileno “Dreg”, nos retrotrae nuevamente a quizás uno de los momentos más dramáticos de nuestra historia reciente: las últimas horas de vida de Víctor Jara, con un trabajo sublime, de una estética y calidad conmovedora, que denotan el gran oficio del artista.

Como el autor muy lúcidamente lo indica (y que sirve de contexto y subtexto a la vez), de una pieza de arte como es este libro impactante, lo expresa de la siguiente forma: “La narración de este relato es un viaje onírico preguntándome qué pasaba por la mente de Víctor en sus últimos momentos, nunca lo sabremos”. Para luego, cual pintor surrealista, a propósito del proceso creativo del texto da el siguiente paso: “Me tomé la libertad sin permiso de nadie de crear una historia. Hacer un viaje por la mente, por un sueño o pesadilla, un viaje por los pensamientos de alguien que sabe que está condenado”.

 

 


II. Joan Jara y los últimos momentos de Víctor Jara

Como lúcidamente lo recuerda Joan en una crónica publicada en el Diario La Tercera[1]: “Es una mañana fría, melancólica, nublada”. Así Joan Turner (también conocida como Joan Jara), viuda del cantante Víctor Jara, parte relatando cómo fue para ella el 11 de septiembre de 1973. “En el camino de vuelta enciendo la radio del coche y me entero de que Valparaíso ha sido acordonado y está teniendo efecto un movimiento de tropas desacostumbrado. Los sindicatos convocan a todos los trabajadores a reunirse en los lugares de trabajo porque se trata de una emergencia, una alerta roja. Me doy prisa para contárselo a Víctor. Cuando llego le encuentro levantado y manipulando la radio, con la intención de sintonizar Magallanes u otra emisora partidaria de la Unidad Popular. ‘Parece que ya empezó’, nos decimos”.

Para luego continuar: “Martes 11 de septiembre de 1973, pasadas las 9 de la mañana. Tras una breve conversación con Joan en donde determinaron qué harían tras el bombardeo en La Moneda —y posterior toque de queda—, Víctor Jara partió rumbo a la UTE. Ese día Salvador Allende se presentaría en la universidad, donde anunciaría su decisión de realizar un plebiscito, y el cantautor abriría en su visita. Sin embargo, todo cambió de planes y el entonces presidente se mantuvo en La Moneda. «Pagaré con mi vida la lealtad del pueblo», fue parte del discurso final del mandatario, el cual transmitió Radio Magallanes”[2].

Como claramente lo establece la Comisión Rettig: “Víctor Jara fue detenido el DIA 12 de septiembre en el recinto de la Universidad Técnica del Estado, lugar en el que prestaba sus servicios como director teatral, siendo conducido al Estadio Chile, donde tras ser separado de los demás arrestados junto a él, fue mantenido en los altos de una galería, junto a otras personas consideradas como peligrosas. Entre el 12 y el 15 de ese mes, fue interrogado por personal del Ejército”.

“El 15 de septiembre es el último día en que se le ve con vida, cuando en horas de la tarde Víctor Jara fue sacado de una fila de prisioneros que serían trasladados al Estadio Nacional. Al día siguiente, el 16 de septiembre, en la madrugada, su cuerpo fue encontrado en las inmediaciones del Cementerio Metropolitano por unos pobladores, junto a otros cinco cadáveres, entre los que se hallaba el de Littré Quiroga Carvajal.

Conforme expresa el informe de autopsia, Víctor Jara murió a consecuencia de heridas múltiples de bala, las que suman 44 orificios de entrada de proyectil con 32 de salida.

La Comisión se formó la convicción de que el afectado fue ejecutado al margen de todo proceso, constituyendo ello una violación a sus derechos fundamentales de responsabilidad de agentes del Estado. Funda esa convicción en que se encuentra acreditado el arresto así como su presencia en el Estadio Chile; que se halla acreditada su muerte por una gran cantidad de heridas de bala, lo que demuestra que fue ejecutado junto a los demás detenidos cuyos cuerpos aparecieron junto a los de él”.[3]

 

 


III. Entrevista a Dreg:

“Después ya más grande, conocí realmente su obra y me di cuenta de la potencia de su mensaje social en la letra de sus canciones” 

Nos sentamos en un café en el Centro Cultural Estación Mapocho. La Feria Internacional del Libro de Santiago 2022 ha vuelto a su lugar tradicional. En este espacio Dreg nos regala esta emotiva entrevista en torno a la figura de Víctor Jara, uno de los artistas más importante de la historia del Siglo XX.

¿Cuál es tu vínculo como artista visual con la figura de Víctor Jara? ¿Qué significa para ti su obra?
—Para mí el vínculo que tengo como artista con Víctor Jara viene desde mi infancia, me marcó su historia de vida, conocí a Víctor primero por su trágica muerte que me marcó profundamente y no fue su obra la que me llegó primero.
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Lo que me vinculó realmente como artista fue más bien conocer la historia de un ser humano destrozado por el odio y como la intolerancia puede llevar a otro a matar a un igual.
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Desde mi niñez me venía preguntando qué pasaba por su mente mientras lo torturaban, las historias que se contaban en aquella época, que le destrozaron las manos y lo obligaban a tocar la guitarra, literalmente lo hicieron pasar por un calvario.
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Escuchar el horrible pesar de un ser humano cuando uno es niño, te marca, no puedo imaginar lo que a sufrido su familia.
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Después ya más grande, conocí realmente su obra y me di cuenta de la potencia de su mensaje social en la letra de sus canciones, él denunciaba las iniquidades del sistema que imperaba en aquel momento, sin miedo en tiempos tormentosos en todo el mundo.

Para mi significó darme cuenta del contenido de sus letras, éstas lo pusieron en la mira de aquellos que tenían ideas contrarias a él. Y eso literalmente lo condenó, lo que admiro como artista es su valentía que a pesar del peligro que lo acechaba, él siguió adelante.

Eso es de admirar, fue consecuente con su mensaje.

También para mí las personas que marcaron historia a lo largo de los siglos como Manuel Rodríguez, Arturo Prat, Lautaro, Víctor Jara y muchos más por sus actos, han dejado su huella en los pueblos y los deja en una categoría especial, son parte del patrimonio de los países y creo en lo personal que tomar su figura y crear historias aunque sean ficticias, es bueno porque así mantenemos vivo su legado, su memoria, el legado intangible, pues eso es lo que pretendo con mi historia que Víctor siga viviendo en el inconsciente colectivo.

¿Cómo fue el proceso creativo del texto y cómo abordaste la figura de Víctor en él?
—Después de muchos años, sintiéndome maduro en lo creativo y lo gráfico tuve la valentía de abordar esta historia, un buen tiempo pensando cómo poder abordar el argumento, sin hacer una biografía o un libro en prosa con ilustraciones, me tomó en extenso decidirlo, hasta que comencé con los bocetos, ahí surgió la idea de tomar la figura de Víctor y llevarlo por un largo viaje por las memorias de un hombre que su destino ya está trazado, pero a pesar de todo, él siempre sigue hacia adelante a pesar del miedo y las balas.

Tiempo de leer biografías, noticias, entrevistas y ver videos, escuchar sus canciones… ese proceso nutrió mucho mi historia, enriqueciendo aún más el texto, también desee abordar su figura, que a pesar de la tortura y el dolor no lo lograron acallar, él igual pudo alzarse con las alas de la memoria, quise darle un viaje épico, no de un guerrero con espada, si no, uno con guitarra, que con sus canciones les decía en su cara a los malditos lo miserable que eran.

También al principio de todo, cuando abordo una historia, todas las imágenes que llegan a mi mente no son imágenes fijas, más bien yo veo mis historias como una película, en realidad a mí me gusta mucho el cine y todas las historias que creo las visualizo como secuencias en movimiento, este caso mi libro, mis obras en general, tienen un ritmo de cine a pesar de ser una historieta.

El cine a nutrido mucho mi estilo de narrativa, poder replicar en viñetas, planos y movimientos en un sólo cuadro toma su tiempo, autores que me han influenciado, maestros en manejar los tiempos narrativos en sus cómics son: Moebius, Katsuhiro Otomo, Alberto Breccia, Hiroaki Samura, Mike Mignola y muchos más.

El cine italiano de los 70’ más conocido como Spaghetti Westerns específicamente del director Sergio Leone, también el cine japonés de Akira Kurusawa fue de mucha inspiración para mi trabajo gráfico, plasmar esos parajes desolados, esa soledad que abruma, aridez que pareciera que no tiene fin, llevar al personaje por una peligrosa peregrinación en una tierra hostil donde pocos sobreviven.


3- ¿Cuál es tú valoración de la figura de Víctor Jara en el contexto de Chile actual? ¿Cuál es el rol que los artistas visuales deben seguir teniendo hoy?
—Lo que yo me doy cuenta es que su mensaje sigue vivo, que sus letras no se han quedado añejas, que es tan potente hoy como fue en su época y eso igual es triste.

—El rol de los artistas visuales de hoy, a mi modo de ver, muchos son cronistas de la historia de los países de un modo u otro, aun así, como artistas no somos responsables de llevar la bandera de la denuncia, como todo ser humano somos libres de decidir tomar un rol activo o no en la sociedad, como lo veo, cada uno ve donde le aprieta el zapato y que línea quiere seguir con su gráfica y eso igual se respeta, tener libertad creativa y de pensamiento. Yo como dibujante de historietas, mi afán es simple, ¿crear historias y personajes que ojalá perduren en el tiempo y si son un aporte a la sociedad? eso lo decidirá la gente que ve y lee mis obras, lo importante es estar con la conciencia tranquila del material que entregas al público objetivo, porque al final ellos son los que decidirán si tu material perdura en el tiempo o no. Tomar este desafío como dibujante de cómics fue gratificante y entretenido, poder llevar mis ideas al papel y que la gente sienta emoción, tristeza, alegría o incluso rabia, lograr eso la verdad me da a entender que lo estoy haciendo bien, que la historia que cree mueve algo en el interior de las personas y eso la verdad me anima a seguir en la senda del creador.


IV. “Nuestra guitarra con sentido y razón” 

Como muy bien lo describe la Profesora Mariela Llancaqueo Jiménez[4], Víctor Jara es una figura universal, compleja y un artista cuya obra trasciende generaciones y el inexorable paso del tiempo, sin que su obra sufra mella alguna. En este sentido Mariela sentencia: “Víctor fue un hombre de su tiempo y lugar, integró un movimiento político y cultural que se sentía llamado a transformar la realidad en que vivían miles de chilenos y chilenas —que a su vez era la suma de diversos esfuerzos y proyectos sociales y políticos que venían desarrollándose desde el siglo XIX-, un movimiento que también implicó una forma de asumir las artes y la cultura desde una identidad y perspectiva latinoamericana, desde el pensamiento político de izquierda. Así la música se convirtió en un mecanismo de construcción y comunicación del ideario emancipador que implicaba la Unidad Popular, un ideario inconcluso, truncado por el golpe cívico militar, del cual Víctor fue una de las primeras víctimas”. 

Dicha universalidad nos ha regalado en este Chile convulso del 2022, otra joya creativa inspirada en Víctor. En efecto, “El Viaje de Víctor”, del artista visual Dreg nos interpela nuevamente y nos obliga no sólo a repensar y resignificar la figura de Víctor Jara en su complejidad, genio y compromiso, sino a mirar hacia el futuro ojalá con la sonrisa de esperanza que, hasta el último instante antes de su cobarde homicidio, no dudó de regalar a aquellos que vivieron para contar sus últimos suspiros; que la infamia y cobardía de sus verdugos, más allá de intentar cegarla, la convirtieron en universal y perecedera. 

Como nos señala la letra de la canción del grupo irlandés U2 “One Tree Hill” de 1988: «Jara sang, his song a weapon in the hands of love / You know his blood still cries from the ground». A la cual Víctor contesta: “Yo no canto por cantar/ni por tener buena voz/canto porque la guitarra/ tiene sentido y razón”. (Manifiesto 1974)

 

 






 

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Notas

[1]  https://www.latercera.com/culto/2019/09/18/los-ultimos-dias-de-victor-jara/

[2] Idem op cit

[3]  https://memoriaviva.com/nuevaweb/ejecutados-politicos/ejecutados-politicos-j/jara-martinez-victor-lidio/

[4]  https://fundacionvictorjara.org/victor-jara-y-las-nuevas-formas-de-pensar-y-actuar-politicamente/





Rony Núñez Mesquida, escritor y columnista de Le Monde Diplomatique Chile.

 

 

 

 



 

 

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