Tres poetas: tentativa y hallazgo
Por Roberto Onell
Revista de Libros de El Mercurio. Domingo 20 de Febrero de 2011
Tres libros recientes nos muestran distintos cauces poéticos. Jaime Pinos (1970) presenta Almanaque, como un catálogo comentado de los sucesos de un país muy parecido al nuestro. Su frecuente tono periodístico nos comunica el acontecer: "Confundidos al nacer,/ intercambiados sus brazaletes de identificación/ en el Hospital de Talca,/ Cristián y Benjamín" ("Cradle song"). Otras veces, la palabra cuaja en prosa reflexiva que invita a meditar: "hay suicidios que provocan conmoción nacional. Basta con que los diarios instalen la noticia [...]. Hay suicidios, en cambio, que se lloran en silencio" ("Una muerte, un silencio"). De ahí que encontremos, en acuñaciones breves como al pasar, formulaciones de qué es poesía. Varios poemas intitulados "Nota al margen" manifiestan esa auto-reflexión; he aquí uno completo: "La poesía como/ TRABAJO DE CAMPO.// El poema como/ ESTADO DE COSAS.// El poeta como/ NARRADOR OBSERVADOR". Pinos desarrolla una poética del testimonio distanciado: muestra sucesos de un modo descriptivo, y así, alejándose un poco, logra disminuir la emoción que pudiera restarles credibilidad. El resultado es una palabra casi siempre concentrada y contenida, cuyo testimonio se fortalece al trascender la circunstancia en que se apoya.
Enrique Saldivia (1958) reaparece con Papeles del mar (fotografías de Ester Fierro), para cantarnos varias experiencias. El
desvelamiento de las diferencias sociales, como vemos en "De maravilla", poema que dice, íntegro: "Cuesta mucho entenderse/ con los desinformados/ que tienen dinero.// Con los desinformados pobres,/ de maravilla". Enseguida, el erotismo, verificado en una corporalidad que asombra al hablante: "Soy y eres cuerpo:/ de lo que más somos/ poco sabemos./ En tu cuerpo/ nazco y muero". El mar, cuya presencia contrasta con lo humano: "Muy a la orilla/ donde rompe la ola/ construí la casa,/ para que el mar/ la mire". Será la belleza del paisaje la que habilite al hablante para reflexionar sobre su oficio de palabras: "Por el último portal del atardecer/ se va la luz de todos los signos" ("Vértigo de la noche"). Porque estos poemas, incisivos y epigramáticos a menudo, como apunta Manuel Silva Acevedo en el prólogo, parecen recortados al vaivén marino, con gran vivacidad. Saldivia factura una poética del vitalismo enamorado y fraterno, que por eso también reconoce adversarios y se enoja; a veces obstaculizando con ardor al poema mismo
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Martín Gubbins (1971) vuelve con Fuentes del derecho, que expone diversas corrientes de pensamiento sobre la legalidad. El comienzo da la pauta: "Uno/ Único/ Unívoco/ Unísono/ Unitario/ Univalente// Sólo los números tienen un solo sentido" (I), donde la diversidad, en la serie de vocablos al centro de la página, emana de la unidad superior, y donde esta primera conclusión muestra un equilibrio entre parquedad y elocuencia de todo el libro. Así, al modo de una "introducción al derecho", varias veces el hablante raciocina con ánimo teorizante, avanzando a trechos breves: "La verdad no es certeza/ Puede existir ésta/ Y faltar aquella/ Verdad absoluta/ Verdad formal" ("Verdad"). Con igual afán buscador, ofrece asimismo una secuencia de interrogantes que saben sobrepasar esa primera disposición ensayística, para comunicar, con tamizado lirismo, su preocupación central por el ser humano: "¿Vale la pena vencer cuando se puede convencer? ¿En qué se distinguen estos conceptos? ¿Cuándo una parte debe rendirse a la demostración que la otra ofrece?" ("Preguntas"). Cuestiones sobre litigios humanos de múltiples contextos. Tributaria lúdica y visual de las antiguas vanguardias, la poética de Gubbins explora lo humano en sacudidas de ritmos e imágenes.
En suma, Pinos indaga la plausibilidad de una poesía partidaria mas no partidista; Saldivia ausculta un corazón a flor de piel, cara al mundo; Gubbins prueba saturar el lenguaje ante necesidades y contingencias éticas. Tres proyectos diversos, pero que caminan por el mismo oficio de paciencia y tentativa, de hallazgo y comunicación.