Notas sobre "La
pradera Ortopédica" de Roberto Rivera
Por Desiderio Saavedra
Profesor de Literatura en la Universidad
Católica
en Revista "Euridice" N°2, Valparaíso,
abril de 1988
La discreta
miseria de la cultura oficial(izada) estimula el interés por conocer
los valores que propone la joven promoción de narradores chilenos
surgida en los últimos años y que, hoy por hoy, está en plena labor de
creación. Tal acontece con Roberto Rivera que, en fecha reciente, ha publicado su primer volumen de cuentos
titulado La pradera ortopédica (Ediciones cerro huelén,
1986).
Considerados globalmente, los relatos se caracterizan, grosso
modo, por tres rasgos fundamentales: lo que pudiéramos llamar su
densidad temática, su preocupación técnico composicional y su
estrategia comunicativa, que reclama del lector potencial su directa
participación en la generación del sentido del texto. Y si bien es
cierto que no en todos los relatos del volumen estos rasgos alcanzan
su plena eficacia artística, no es menos cierto que los logros
alcanzados por su intermedio hacen de "La pradera ortopédica" una obra
de particular interés dentro del desarrollo de la joven narrativa.
Hemos dicho densidad temática porque estos relatos, salidos de la vida
al arte de narrar nos devuelven, sin embargo, a la complejidad real de
nuestro tiempo. En los cuentos de la pradera ortopédica se ha
excluido la anécdota insustancial, el regodeo psicológico y la
redundancia ideológica para entrar de lleno en problemas, situaciones,
y peripecias ancladas en nuestra reciente historia. En relatos como
Matemáticas, allá invertido o café postal, el centro del
interés narrativo lo ocupa la cruenta experiencia del exilio, de la
emigración con su mucho de picaresca y no poco de tragedia. En otros
relatos, como contramarcha de la bronca y El ya no está con
ellos es el balance crítico de una generación que ha padecido el
quiebre de nuestra historia como un desgarre irreversible del a
propia. En la mayoría de los cuentos antes mencionados la dominante es
el cuento o recuento de una derrota, frustración o fracaso, pero no
ello la perspectiva global es nihilista, sino critica, desmitificadora
y con un sesgo de humor, de ironía corrosiva que erradica el patetismo
de la situación y reafirma la transitoriedad de la derrota. Ello se
muestra, de manera magistral, en el cuento cerveza, unos de los
mas notables de todo el volumen. En la mayoría de estos relatos la
preocupación formal, la búsqueda de una técnica composicional y de un
lenguaje no es alarde retórico, formal, sino voluntad constructiva,
funcional, comunicativa, y puede decirse que, en no poca
medida, la eficacia de la estética de esta obra mucho debe a la
preocupación por la forma del relato. Pero la forma es forma de un
contenido y no una mera suma de procedimientos o técnicas y, además,
en este caso se trata de un género específico: de esa forma fluida y
casi errática llamada cuento. Hecha esta necesaria salvedad, digamos
que los relatos de la pradera ortopédica buscan, de diverso
modo, ofrecer por medio del "trabajo en forma" un máximo de
significaciones con un mínimo de expresiones, optándose, en lo
esencial, por dos caminos. En algunos relatos (contramarcha..., El
ya no está...) la secuencia narrativa se ciñe a la sucinta
biografía del protagonista en sus momentos claves, puntos de no
retorno que desembocan en una situación crucial, decisoria. En otros
relatos, en cambio, la narración se instala, desde un comienzo , en
una situación clave, decisiva y a partir de allí expande sus
significaciones por medio de "indicios", retrospecciones y
prospecciones, como es el caso, por ejemplo, de allá invertido
o Frigidez argumental, tanto en un caso como en el otro los
peligros son evidentes, y no todos los relatos de la pradera
ortopédica los han sorteado con éxito. En Contramarcha...
las iteraciones y la proliferación de elementos narrativos, que no
cumplen una función específica malogran el relato, así como la
excesiva esquematización de la situación básica en allá
invertido restringen su potencialidad semántica. Conviene
puntualizar, sin embargo, que lo dicho no desmerece la calidad del
conjunto ni agota lo que se podría decir sobre las peculiaridades
formales de este volumen de cuentos.
... Lo apuntado anteriormente sobre la arquitectónica de los
relatos que componen La pradera ortopédica se relacionan,
también, con la estrategia comunicativa que conllevan, pues la
capacidad evocativa de los elementos narrativo, su proliferación o
economía, inciden de diversa manera en la recepción de la misma al
demandar un diverso grado de participación del lector en la
decodificación del mensaje artístico. Esta apelación a lector se hace
presente en La pradera ortopédica de modo concreto y
específico. En relatos como Malagueña el discurso narrativo
juego con un doble registro de informaciones por parte del lector; por
una parte, de la historia de la clase obrera chilena, y por otro, de
las tradiciones de la generación del 38, en la medida en que el relato
se estiliza y parodia motivos y tópicos que les eran peculiares. Por
otro lado relatos como Matemáticas o Café Postal suponen el
conocimiento y la experiencia, incluso lingüística, de fenómenos y
procesos que sirven de contexto "implícito" de lo narrado, claves para
su comprensión y valoración.
... Otra modalidad de activación de recepción, presente en estos
relatos, se sitúa en el plano de la secuencia temporal de los relatos:
en este caso el quiebre de la secuencia temporal (e inclusos
sintáctica, como ocurre en el relato Cerveza) obliga al lector
a reconstruir, correlacionar los elementos narrativos y el sentido
resultante. Como se puede apreciar, en los relatos de la presente obra
la preocupación formal obedece a una necesidad constructiva y
comunicativa, asume una función artística, soslaya el mero ejercicio
formalista y se hace medio de estimulo a la creatividad del lector, a
su participación plena en el acto estético de la lectura. La
pradera ortopédica de Roberto Rivera es obra de primera pero hecho
con oficio, talento que invita a decir, con José Martí, que "ya está
en flor la gente nueva, que pide peso a la proa y condición al
verso".