Picasso y Neruda
Hechos y Conjeturas en
torno a una amistad
Por Enrique
Robertson
.....
Hace tres décadas -el 8 de abril de 1973- Pablo Neruda se enteró en
Isla Negra de la noticia que los teletipos de las agencias galas
emitieron ese día a todo el mundo: su amigo el gran pintor español
Pablo Ruiz Picasso había muerto en Nôtre-Dame-de-Vie, Mougins,
Francia. Consternado por este hecho, Neruda, a pesar de la gravedad
del mal que a él mismo le aquejaba, expresó el deseo de querer dar la
que sería la última entrevista que concedió. Lo último, pues, que de
labios del poeta publicó por extenso la prensa chilena, fue el
recordatorio que hizo de Pablo Picasso en ocasión del deceso del
universal malagueño. Dicha entrevista apareció en el diario El Siglo,
en su edición dominical del 15 de abril de 1973, pocos meses antes de
la muerte del propio Neruda, acaecida en Santiago de Chile el día 23
de septiembre de1973, en trágicas circunstancias que al poeta, en los
últimos doce días de su vida, le recordarían dolorosamente lo que
presenciara cuarenta años antes: los desastresde la guerra civil
española. De esa guerra, con España en el Corazón, Neruda rindió estremecedor
testimonio. Picasso hizo lo propio con el Guernica. Ambas obras se han
comparado en más de una oportunidad. En no pocos aspectos, también sus
autores son comparables y hermanables.
... En la mencionada entrevista -reeditada en la
revista Cuadernos de la Fundación Pablo Neruda (nota1)
- dijo el poeta, sin precisar fechas, que había
conocido a Pablo Picasso hacía largo tiempo. Picasso, por su parte, en
un discurso pronunciado en Breslau -Polonia, 1948- cuyo tema se
centraba en el entonces perseguido poeta, discurso al volveremos más
adelante, dió a entender lo mismo. Se conocían pues, desde hacía largo
tiempo.
... ¿Qué significa esto, con
algo más de exactitud?. En aquellos años significaba desde la guerra,
o desde antes de la guerra. De los tiempos de antes de la guerra se
puede decir que aunque Neruda hubiese oído hablar muchas veces del
famoso Picasso, y que por
eso -de oídas- no fuese para él un desconocido, no hay datos que
permitan sostener que le haya conocido personalmente en aquel
entonces; por ejemplo en Barcelona durante la última visita que el
pintor hizo a la ciudad condal en 1934, cuando Neftalí Reyes -Pablo
Neruda- llegaba a ella para asumir allí su cargo consular. Descartada
la posibilidad de que se conociesen en esa oportunidad, lo probable es
que, ya en plena guerra civil y solidariamente hermanados en el bando
leal a la República Española, trabasen personal relación en Francia
dos larguísimos años más tarde. Neruda había llegado a Barcelona en
mayo de 1934, procedente de Buenos Aires donde había conocido a
Federico García Lorca.En
Barcelona recibe la dolorosa noticia de la muerte en Santiago, de un
entrañable amigo suyo: el poeta Alberto Rojas Giménez ( nota
2). De las
venturas y desventuras de hispanoparlantes avecindados en el París de
los años 20 que oyó contar a sus amigos chilenos: Ortiz de Zárate, Lalo
Pachin, Isaías Cabezón, Jean Emar, etc. puede que haya sido Rojas
Giménez quién más le impresionó al hablarle de Picasso: fue a él a
quién se le ocurrió la afortunada idea de decir que Picasso descubría
e incorporaba continentes imprevistos al mundo
plástico (nota 3).
... Además,
por el propio Neruda se sabe que no le había sido posible evitar que a
sus oídos llegase lo mucho que de Picasso decía otro gran poeta de
Chile: Vicente Huidobro .Y, precisamente en relación a Huidobro, le
llegaba, también de Chile, otra muy irritante noticia: la que le hacía
saber que estaba siendo blanco de unos ataques de inusitada
virulencia. Cumple Neruda treinta años de edad y, diciendo Aquí estoy,
contraataca con no menos saña con un poema en el que menciona a
Picasso por primera vez, sin que éste nada tuviese que ver con los
motivos de su legítima ira (nota
5). En febrero de 1935 Neruda se traslada a Madrid donde
García Lorca ya lo había presentado, siendo recibido con gran simpatía
y homenajeado por su libro Residencia en la Tierra. También en 1935, un poco antes que él, Delia del Carril
siguiendo el consejo de María Teresa León y Rafael Alberti, había
llegado de Francia a fijar su residencia en Madrid. Delia había vivido
largo tiempo en París y conocido a Picasso y a muchos de sus amigos
españoles, hispanoamericanos y franceses. Ese mismo
año, uno de estos últimos -Robert Desnos- participa con otros poetas
galos en un encuentro político-cultural
franco-español realizado en Madrid. Por un especial motivo, Desnos
prolonga su estadía hasta noviembre de 1935. Antes de regresar a París
quería asistir, en octubre, a la aparición del primer número de la
revista Caballo Verde para la Poesía editada por Manolo Altolaguirre y
dirigida por Neruda. Desnos celebró con ellos el lanzamiento de dicha
revista, un poema suyo había sido elegido para ese número inaugural.
Este hecho importa porque lo más probable es que Neruda contactase
personalmente con Picasso por primera vez en París,
en un homenaje póstumo a García Lorca organizado por Robert Desnos y
Jean Cassou al que nos referiremos más adelante.
... A partir del alzamiento militar de julio de
1936, una sangrienta avalancha de hechos luctuosos había comenzado a
arrasar con imparable e irracional violencia a toda España. En el
triste verano de 1936 fueron asesinados muchos miles de civiles
indefensos. Federico García Lorca fue uno de ellos. Este alevoso
crimen y otros no menos deleznables que Neruda vió con sus propios
ojos en Madrid, movieron al hasta entonces más bien apolítico poeta
chileno a comprometerse definitivamente con la causa republicana
española. Se integra en la Alianza de Intelectuales Antifascistas y
colabora en el semanario que Alberti llamó El Mono Azul;semanario que
contaba con el apoyo de Picasso, a quién, lo mismo que a Neruda, la
guerra civil hizo cambiar políticamente de Saulo a Paulo.
... Desposeído de su cargo consular, vía Valencia
-donde se queda Delia- y Barcelona donde
recoge a Maruca - Neruda llega a Francia -a Marsella- y por fin, en
diciembre de 1936, a París. Con la revista Los Poetas del Mundo Apoyan
al Pueblo Español y con el Grupo Hispano-Americano de Ayuda a España,
que
funda con César Vallejo, continúa participando aquí en actividades
solidarias.
... En enero de 1937, Delia
del Carril, que tres semanas antes había llegado a reunirse con él, escribe en una carta (nota
6): Pablo dará el veinte una conferencia sobre Federico
García Lorca. Así fue; a partir del 20 de enero de 1937 y con gran
asistencia de público, en la Maison de la Culture de París tienen
lugar unas jornadas de solidaridad con la República Española, en cuyo
marco se rinde un homenaje al poeta asesinado. El día 21, Neruda dió
su famosa conferencia en memoria de Federico; que se inició, según
dejó constancia la revista Commune, con unas palabras de presentación
de Robert Desnos.
No podía sospechar Neruda que el destino de su
amigo el poeta Robert Desnos, que ese día de enero de 1937 le presentó
al público parisino, sería similar al de García Lorca que le había
presentado en Madrid en diciembre de 1934. En La Barcarola les
recordaría después, junto a Miguel Hernández, llamándoles compañeros
sin tregua en el sol y en la muerte (nota
7).
... Margarita Aguirre
apunta que en esta conferencia Neruda dió cuenta del cambio que se
había producido en su vida, al terminar diciendo: muchos esperaban de
mí tranquilas palabras poéticas distanciadas de la tierra y de la
guerra... No soy político ni he tomado nunca parte en la contienda
política, y mis palabras, que muchos habrían deseado neutrales, han
estado teñidas de pasión. Comprendedme y comprended que nosotros, los
poetas de América Española y los poetas de España, no olvidaremos ni
perdonaremos nunca el asesinato de quien consideramos el más grande
entre nosotros, el ángel de este momento de nuestra lengua...No
podremos nunca olvidar este crimen, ni perdonarlo. No lo olvidaremos
ni lo perdonaremos nunca. Nunca. El texto completo de este bellísimo
discurso se publicó en Valencia poco después, en un apartado especial
de la revista mensual Hora de España (nota
8).
.....
El día del homenaje a García Lorca, debió ser el día en que Neruda
conoció a Picasso. Se puede dar por seguro de que así fue; porque el
pintor, nombrado poco antes Director del Museo del Prado y comisionado
además por el gobierno de la República Española para pintar un mural
que resultaría ser el Guernica, realizó para esas jornadas el primero
de los dos grabados que titularía Sueño y Mentira de Franco . Por ello pocas dudas pueden caber de que Pablo Picasso -y
muchos amigos suyos, que también lo eran de Delia, como Aragón,
Eluard, etc.- estaba presente ese día en la Maison de la Culture de
París. Allí pués, debió haber sido donde el poeta chileno trabó
personal relación de amistad con el famoso pintor español. Es también
muy probable que por mediación de Bergamín -malagueño como él- Picasso
ya conociese Residencia en la Tierra, editado por éste en Madrid (Cruz
y Raya, 1935) y que de ese libro el poema "Walking Around" le hubiese
impresionado muy especialmente. Por esas fechas -en una etapa que él
mismo designó como una de las peores de su vida- Picasso había sufrido
los avatares de una severa crisis existencial que le hizo dejar de
pintar; todo hace pensar que también hubo días en que le sucedía estar
cansado de ser hombre, como reza el primer verso de ese poema.
Neruda (Walking Around) "...pájaros
de color azufre y horribles intestinos colgando de las puertas
de las casas que odio, hay dentaduras olvidadas en una
cafetera, hay espejos que debieran haber llorado de verguenza
y espanto, hay paraguas en todas partes, y venenos y
ombligos..." (OC I, p.309). Picasso (Sueño y
Mentira de Franco) "fandango de lechuzas, escabeche de
espaldas de pulpos de mal agüero, estropajo de pelos de
coronillas de pie en medio de la sartén en pelotas puesto
sobre el cucurucho......-farol de piojos donde está el perro
nido de ratas y escondrijo del palacio de trapos
viejos-"
|
Entonces, Pablo Picasso escribió. De sus escritos destacan los
que, quizá muy irreverentemente, el autor de estas líneas ve como una
paráfrasis: por ejemplo el texto con que Picasso acompañó al grabado
"Sueño y mentira de Franco". Este y otros textos suyos de ese tiempo,
hacen recordar los fragmentos finales de "Walking Around". Quizá no sea
una total insanía de juicio aventurar que Picasso, condimentándolos
con algo de la mordaz acritud de "Aquí estoy", para escribirlos encontró
surreal inspiración en ese poema de Neruda.
Si así
fue, no hizo más que obrar en consecuencia: El poeta chileno autor de
esos versos había logrado interesarle. Desnos, Bergamín y Alberti le hablaron de
él. Por ellos ha de haber sabido que Huidobro, a quién conocía muy
bién, acusaba a Neruda de plagiario (nota
9) por haber escrito una vez a la Tagore. Picasso, autor de
numerosas paráfrasis, no ha de haber visto nada reprobable en este
hecho. En su apreciación de Neruda lo que debió importarle ha de haber
sido la lectura de ese poema que le tocó -taurinamente: le rejoneó-
profundamente. Por eso, al asir el rejón de escribir y hacer
diestramente la faena, Picasso escribió a la Neruda ; a la manera del
Walking Around descubierto en el ejemplar de Residencia En
la Tierra que le hizo llegar Bergamín.
TODO es POSIBLE
...[...]
La amada de Neruda ¿compañera distinta de la amada de Tagore?
¡Pobre chica! Que desilusión para ella cuando sepa que el fuego
poético con que se le quiso encender el alma era robado en una
hoguera del Asia [...]
|
... Esta conjetura se basa en el
constatable hecho de que Picasso figura en la lista de suscriptores de
Residencia en la Tierra (Cruz del Sur, Santiago de Chile,
1947). Lo notable de esta suscripción es que podría demostrar que
Picasso, después de haber conocido la edición madrileña de Residencia
en la Tierra habría deseado recibir desde Chile la versión definitiva
del libro. Y, como suscriptor, no hay duda que ha de haberla
recibido.
... Aceptado lo anterior,
puede irse más lejos: si el texto de Picasso remite al vate chileno,
el críptico mensaje gráfico de Sueño y Mentira de Franco-indescifrable
en muchos aspectos- quizá remita, con rejón de grabador, a Federico
García Lorca. Y a Jean Cassou, amigo y principal organizador del
homenaje en memoria del poeta granadino. La base de esta conjetura,
más osada si cabe que la anterior, es saber que García Lorca dedicó a
su amigo Jean Cassou el romance que tituló "Burla de Don Pedro a
Caballo". En efecto, algunas escenas de "Songe et Mensonge de Franco",
parecen ilustrar este romance.
...
Quede lo anterior, expresado con todas las debidas cautelas,
licencias y reservas.
... Cambiaremos de tercio para evitar más honduras. La fecha 21 de
enero de 1937 sería, pues, la imprecisa y remota fecha en la que el
poeta, en la entrevista de abril de 1973, dijo haber conocido a
Picasso. Y, fieles a lo conjeturado, creemos que el día en que se
conocieron el pintor ya conocía la edición madrileña de Residencia en
la Tierra con su poema "Walking Around", y los envenenados dardos de
"Aquí Estoy" iracundo poema en el que Neruda le nombraba incidentalmente
por primera vez.
... En el mordaz
conflicto oral y escrito de Huidobro y de Rohka contra Neruda,
conocido hoy como "La Guerrilla Literaria" (nota
10), Picasso entró en la poesía nerudiana aludido en
relación a un retrato pasado por las verijas de Vincent Huidobro, y a
un pedo del poeta francés nacido en Chile como le llamó Rojas Gimenez.
Un debut que probablemente no halagó a Picasso. O quizá sí. En la
forma Aquí estoy debió gustarle y merecer de él un comentario mucho
más humorístico que agrio; demás sabía Picasso lo que era ser
denigrado por sus connacionales; lo que le sucedía a Neruda en Chile,
le sucedía o había sucedido también a él en España; y quedado
enciclopédicamente documentado en el Espasa. Manuel Abril, Premio
Nacional de Literatura de 1934, en su libro De la Naturaleza al
Espíritu acerca del arte español, había tenido que defenderlo de
sus más contumaces detractores.
...
Entretanto en España, la guerra civil seguía con aún más dantescos
capítulos: tres meses después del mencionado homenaje a García Lorca,
el 26 de Abril de 1937, la villa vasca de Guernica fue reducida a
escombros y cenizas por la aviación de Hitler, führer de la Alemania
nazi y poderoso aliado de los sublevados. Se asegura que José
Bergamín, apreciando la tremenda dimensión de este inaudito crimen,
fue quién acudió el primero, con el diario L`Humanité en la
mano, a dar a conocer la estremecedora noticia a Pablo
Picasso.
... La realización del gran
mural para el Pabellón Español de la Exposición Mundial en París que
Picasso bautizó Guernica, y el trabajo de Neruda en la comisión
organizadora del II Congreso Internacional de Escritores que se
realizaría en Valencia -dos enormes tareas que culminaron en Julio de
1937 y denunciaron al mundo ese crimen horrendo - ocuparon al pintor y
al poeta a tiempo completo.
... El
único chileno que pudo ver el proceso de creación del cuadro más
famoso del siglo XX no fue Pablo Neruda como se ha dicho alguna vez;
fue el pintor Roberto Sebastián Matta. El joven Matta, en cumplimiento
de sus funciones de aprendiz de arquitecto, y chiquillo de los
mandados, subió muchas veces la interminable escalera de la casona de
la calle de Grands-Augustins, alto lugar donde estaba el atelier de
Picasso. Allí, por encargo de sus jefes, le preguntó una y otra vez al
pintor si ya era posible trasladar el cuadro al Pabellón Español donde
se le esperaba con urgente impaciencia. Esta tarea de esperar a que el
genio diese la pincelada final a su obra, permitió a Matta ver al Guernica en
algunos de sus diversos estados. A su modo, Matta lo recordó así (fig.
derecha). Terminada y expuesta la pintura, Neruda no agregó nada a lo
dicho por su amigo el poeta Paul Eluard en La Victoria de Guernica;
quizá porque todo allí había quedado dicho:
... "No habíais pensado en la muerte/ El miedo y
el coraje de vivir y morir/ La muerte tan difícil y tan fácil/ Hoy es
el fin de nuestro mundo/ cada uno muestra su sangre/ Definitivamente/
Los niños adquieren un aire ausente/ La tierra es fría como un
muerto". Años después, Neruda diría: una de las obras más importantes
de la época contemporánea es el Guernica de Picasso, un cuadro
estremecedor por su contenido antiguerrero. Ahí se vé el horror del
ser humano y el horror animal ante la destrucción y el asesinato que
significa la guerra. Un comentario relativamente magro, si se esperaba
algo más. Por cierto, otro chileno, el poeta Mario Ferrero, premio
Nacional de Literatura, dijo más del Guernica en un poema del mismo
nombre; pero muchos años más tarde (1978).
... El premio Nacional de Literatura de Chile fue
adjudicado el año 1945 a Neruda. En su discurso de agradecimiento dejó
oir una voz que le permitió evocar a Picasso y a Paul Eluard. Desde
esas fechas, evocar a Picasso sería algo frecuente en sus alocuciones.
También le saludaría en ocasión de los muchos años que iba cumpliendo
el siempre joven y renovado pintor. A mediados del siglo Neruda
llamaría a Pablo Picasso: Padre de la Paloma; comparándolo además -en
una fructuosa geografía- con una isla, un puerto o un continente;
comparaciones que reiteró en su última entrevista al decir que la
muerte de Picasso equivalía a la desaparición de un continente, de un
país con sus ríos, sus casas y su gente. Evocaba así también a su
querido amigo Rojas Giménez, quién en 1927 formuló la metáfora
Picasso-Continente.
... Picasso
prefería definirse a sí mismo como un río; en fluvial hermandad con
Neruda, que, según propia declaración, también era un río.
El
discurso de Wroclaw (Breslau)
... La primera declaración pública de amistad entre Picasso y Neruda, la
expresó el pintor acentuando reiteradamente el hecho como para evitar
que quedasen dudas al respecto.
El poeta francés Paul Eluard acompañó a Picasso en su
único viaje a Polonia en el año
1948.
|
En
efecto, la primera documentación que existe, de palabra y por escrito,
de esa amistad, es el breve discurso dedicado a Neruda que Picasso
leyó en Wroclaw, Polonia, el 25 de agosto de 1948 en el Congreso de
Intelectuales por la Paz. Paul Eluard fue quién realizó la difícil
hazaña de convencer al pintor a viajar hasta allí. Se dice que ese
discurso fue el único que Picasso pronunció en su vida. Comenzó
diciendo a los allí reunidos, que conocía y era amigo de Neruda:
"Tengo un amigo que debería estar aquí, un amigo que es uno de los
mejores hombres que haya conocido. No es solamente el más grande poeta
de su país, Chile, sino también el más grande poeta de la lengua
española y uno de los más grandes poetas del mundo: es Pablo
Neruda.
... Pablo Neruda, mi amigo, es
no sólo un gran poeta, sino también un hombre que, como todos aquí, se
ha dedicado a presentar el bien bajo la forma de lo bello. Ha tomado
siempre el partido de los hombres desgraciados, de los que piden
justicia y combaten por ella. Mi amigo Neruda está actualmente
acorralado como un perro y nadie sabe ni siquiera dónde se
encuentra.
... Nuestro Congreso, a mi
modo de ver, no debe aceptar una injusticia tal, que se vuelva en
contra de nosotros todos.
... Si Pablo
Neruda no recobrara su libertad, nuestro Congreso no sería un Congreso
de hombres dignos de ser libres. Yo os propongo que se vote la
resolución siguiente, a la cual daremos la mayor difusión:
... El Congreso Mundial de Intelectuales, reunido
en Wroclaw, envía al gran poeta Pablo Neruda la expresión de su apoyo,
de su admiración, de su afecto, de su solidaridad.
Los 500 miembros
del Congreso, que representan a 46 naciones,denuncian a todos los
pueblos la abyección de los métodos policiales de los gobiernos
fascistas que se atreven a atacar a uno de los más eminentes
representantes de la cultura.
... Exigen
imperiosamente para Pablo Neruda el derecho a expresarse libremente y
vivir libremente donde le plazca."
...
El vate chileno, que con su poesía quizá fuese quién hizo de Picasso
un escritor, recordó en sus memorias este singular capítulo del pintor
como orador: "Entonces surgió Picasso, tan grande de genio como de
bondad. Estaba feliz como un niño porque había pronunciado el primer
discurso de su vida. El discurso había versado sobre mi poesía, sobre
mi persecución, sobre mi ausencia".
Los libros
.....
No es raro encontrar poesía nerudiana ilustrada con obra gráfica
picassiana. Pero aquella creada expresamente por el pintor para alguna
obra del poeta, se reduce a la que ilustra uno solo de sus libros.
Neruda recuerda en su última entrevista, la edición ilustrada del
poema Toros que data de 1960. A 15 dibujos a tinta -para los 520
ejemplares, 50 de lujo, de que constó la edición- se suma una
litografía fechada el 14.12.60, de la que se tiraron 50 ejemplares
para la edición especial y se reimprimió en el cartel de la Galerie Bellechasse que, en abril de 1961
expuso en París estas ilustraciones; sin molestarse en nombrar a
Neruda.
... Neruda recuerda también que
se proyectaba editar El Gran Océano - libro XIV de Canto General-
ilustrado por Picasso. Lamentablemente dicho proyecto y otro no
llegaron nunca a realizarse.
... En
cuanto a los libros de Neruda que Picasso hubiese conocido, no sabemos
más que lo dicho o conjeturado anteriormente. Es, sin embargo, muy
probable que no conociese sólo aisladamente los dos poemas dedicados a
él contenidos en Las Uvas y el Viento, sino que recibiese un
ejemplar de dicho libro (nota
11).
La
Pintura
..... Neruda centró su admiración por la obra picassiana en una
magnífica tela que conoció durante los días en que, ilegal e
indocumentado extranjero en Francia, vivió escondido en París. Ello
sucedió en el apartamento de Mme. Francoise Giroux, propietaria de un
cuadro de Picasso.
La
fascinación que esa obra ejerció sobre el poeta, germinada durante
muchas horas de soledad en que la observó largamente, quedó consignada
en sus memorias escritas dos décadas después. En ellas describe al
cuadro con algunas variaciones, rebautizándolo con poética licencia.
Agrega además una anécdota, y dá cuenta de un deseo que, para lamento
del Museo de Bellas Artes de Chile, nunca se llegó a cumplir. "En esa
casa -dice- había un Picasso de grandes dimensiones, uno de los más
hermosos que he visto. Representaba dos cortinajes de felpa roja que
caían entrecerrándose como una ventana sobre una mesa. La mesa
aparecía cruzada de lado a lado por un largo pan de Francia. El cuadro
me pareció reverencial. El pan enorme sobre la mesa era como la imágen
central de un antiguo ícono, o como el San Mauricio de El Greco que
está en El Escorial. Yo le puse un título personal al cuadro: La
Ascensión del Santo Pan. En uno de esos días vino el propio
Picasso a visitarme en mi escondite. Lo llevé ante su cuadro, pintado
hacía tantos años. Lo había olvidado por completo. Se dedicó a
examinarlo con mucha seriedad, sumergido en esa atención
extraordinaria y algo melancólica que a veces se le advertía. Estuvo
más de diez minutos en silencio, acercándose y alejándose de su obra
olvidada.
... -Cada vez me gusta más -le
dije cuando concluyó su meditación-. Voy a proponerle al museo de mi
país que lo compre. La señora Giroux está dispuesta a vendérnoslo.
Picasso volvió de nuevo la cabeza hacia el cuadro, clavó la mirada en
el pan magnífico y respondió por único comentario: No está
mal".
Banderas de
post-guerra.
.....
En las biografías de ambos personajes (notas:A) es interesante leer -en las de Neruda-
pausada y cuidadosamente los capítulos que tratan del tiempo en que el
poeta vivió en Barcelona, Madrid y París. Esto permite conocer
detalles relacionados con su vida privada -que algún paralelismo tiene
con la de Picasso- así como la historia de España en el Corazón
y la del Winnipeg, barco que en 1939 llevó a Chile a más de mil
republicanos exiliados. En las biografías del pintor, hacer lo mismo
que con las del poeta permite enterarse de su no poco atormentada vida
privada y el reflejo de ésta en su obra; también en el Guernica con su
trascendencia política y su propia politización. Esto deja vislumbrar
mejor la relación de amistad entre ambos que Picasso recalcó. Luego
conviene continuar dicha lectura al alimón, en una década en la que no
se vieron, hasta la fecha en que se reencuentran el año 1949 en Paris
Picasso asistió en agosto de 1948 -podría decirse que como tácito
sucesor de Romain Rolland (nota
12)- al Congreso
Mundial de Intelectuales por la Paz en Breslau,. Luego, en abril de
1949, al Primer Congreso Mundial de Partidarios de la Paz, en la Sala
Pleyel de París -al que el último día, para sorpresa de Picasso y de
todos, también asistió Neruda-. En septiembre del mismo año presidió
el Congreso de las Juventudes del Movimiento por la Paz en Nizza, que
inauguró con un discurso. En octubre de 1950, asistió a la Segunda
Conferencia de la Paz, en Inglaterra . Pero un
mes más tarde ya no habrá quién pueda motivarle a volver a Polonia
-fracasan Eluard, Aragon y Ehrenburg en la tarea de tratar de
convencerlo- y no viaja al Segundo Congreso Mundial de Partidarios de
la Paz, para recibir en Varsovia el Premio Lenin de la Paz que se le
otorgaba junto a Pablo Neruda; que sí asistió y, el 22 de noviembre de
1950, en la parte de su discurso en que se refirió al cambio
experimentado en su poesía y en la pintura del ausente, dijo: "Cambió
también mi poesía. Llegaron las guerras, las mismas guerras de antaño,
pero llegaron con nuevas crueldades, más arrasadoras. De estos dolores
que a mí me salpicaron y me atormentaron en España vi nacer el
Guernica de Picasso, cuadro que a la misma altura estética de la
Gioconda está también en el otro polo de la condición humana: uno
representa la contemplación serena de la vida y de la belleza y, el
otro, la destrucción de la estabilidad y de la razón, el pánico del
hombre por el hombre. Así, pues, también cambió la
pintura".
... Dos
y medio meses más tarde Picasso y Neruda son homenajeados en Paris en
el Palais de la Mutualité. El motivo de la ceremonia es hacer entrega
a Pablo Picasso del premio que debía haber recibido en Varsovia. El
pintor, de muy buen humor y haciendo bromas, llegó al atestado local
preguntando al poeta quién tenía el cheque con los duros que ambos
compartirían. Se refería a la nada despreciable cantidad de dinero que
acompañaría al premio junto a diploma y medalla.
... Llegado el momento, cae de las manos del
representante del Consejo Mundial de la Paz un rectángulo de papel que
revolotea en el aire mientras Picasso exclama:
"Merde! Le
chèque!".
Más
bromas, risas y anécdotas.
... Del
encuentro de Picasso y Neruda en la sesión final del Congreso en la
Sala Pleyel en Paris, se cuenta anecdóticamente que Neruda apareció
allí por sorpresa, llevando un ejemplar de la legendaria edición
clandestina de su Canto General. El libro -que en Chile se distribuyó
disfrazado bajo el título de Risas y Lágrimas de un imaginario autor
llamado Benigno Espinoza- habría sido el mismo ejemplar que Neruda, al
cruzar la cordillera andina desde Chile a Argentina, portaba en las
alforjas de su caballo. De manera tan espectacular como se había
escenificado su llegada, el poeta habría procedido, ante los numerosos
asistentes al acto, a regalar el grueso tomo a Picasso; para luego, en
privado, pedirle que se lo devolviera porque era el único que tenía.
De ser cierta esta anécdota, hay algo que prueba que el pintor no se
molestó por haber sido desposeído del libro: después, entre más risas
que lágrimas, alojó a su autor, familiar suyo, en su casa de
Vallauris. Pablo Ruiz hospedó a un poeta apellidado Ruiz como él. Era
Pablo Neruda que al salir clandestinamente de Chile burlando a sus
perseguidores, cruzó la Cordillera de los Andes disfrazado de barbudo
y emponchado jinete cuyo nombre, según constaba en su documentación
personal, era el de Antonio Ruiz.
Antonio Ruiz L... carnet de Identidad con apellido
picassiano... pero con foto y firma sospechosamente
nerudianas
|
... De esos días pasados en Vallauris**, pueblo
que menciona en uno de los dos poemas a Picasso contenidos en Las
Uvas y el Viento, Neruda recordó en Confieso que he
Vivido:
"...con ternura fraternal, el genial minotauro de la
pintura moderna se preocupaba de mi situación en sus detalles más
ínfimos. Hablaba con las autoridades; telefoneaba a medio mundo. No sé
cuántos cuadros portentosos dejó de pintar por culpa mía. Yo sentía en
el alma hacerle perder su tiempo sagrado."
...
Relacionar la anécdota del libro regalado y reclamado en devolución,
con el minotauro de la pintura del que habla Neruda en esta cita, trae
a la memoria otra que dice que Picasso le regaló al poeta un pequeño
minotauro de oro, de cuyo paradero después nunca más se supo. Sostener
que la explicación de tal misterio es que en bromista represalia por
el dá y quita del poeta, el pintor también le pidiese la devolución
del regalo sería absurdo y cronológicamente imposible. Pero, de no
serlo, una broma de este tipo no habría sido nada raro ni impensable;
es sabido que ambos se contaron chistes e hicieron bromas no siempre
livianas. Picasso, por ejemplo, se rió mucho de Neruda al sorprenderle
una mañana en paños menores. Con la frase: he visto al poeta en
calzoncillos!, recibió muerto de risa a todos los conocidos que
llegaron ese día a su casa en Vallauris. También se aliaron para hacer
bromas a terceros. En la varias veces citada última entrevista, el
poeta recordó que en un acto público en que participaron juntos -quizá
el realizado en el Palais de la Mutualitè- a sugerencia del pintor y
por reirse de los cazadores de autógrafos, él firmó Picasso, y Picasso
firmó Neruda. Cuenta también el poeta, que Picasso se desternillaba de
la risa cuando le leía versos de un librito de poesía erótica española
que había encontrado en un mercado de viejo. Pero, (por José Miguel
Varas, nota 13) se sabe que el éxito jocoso más rotundo lo
obtenía el poeta cuando le contaba a Picasso el nada erótico chiste de
Damocles:
... Una señora consulta al
médico: -Doctor, no sé lo que me pasa, estoy tan nerviosa. Siento como
si todo el tiempo colgara sobre mi cabeza la espada de Colón...-
El
médico: -La espada de Colón? Mmm...No será el huevo de Damocles?.
Dice J.M.Varas que Picasso literalmente se revolcaba de risa al
oirlo.
... Neruda tampoco lo hacía mal a
la hora de reirse.En la conocida fotografía en que recibe de Picasso
un beso en la mejilla, puede verse al poeta riendo como reía. Conmovía
su rostro entero: sus ojos desaparecían, sus carrillos se elevaban,
dos arrugas paralelas se le marcaban a cada lado de la nariz. y una
contagiosa risa de niño le brotaba de lo más profundo.
Las
fotografías
... La
simpática y muy oportuna instantánea del beso en la mejilla que
ilustra la contraportada de Cuadernos (ver foto arriba), fue tomada en
París y no en Varsovia como se dice a veces erróneamente. Dicha foto y
otra, que muestra una escena con varias personas en una plazoleta de
Cannes , han
sido publicadas suponiéndose que eran las únicas que les mostraban
juntos. En ésta el poeta no ríe. Muy por el contrario, desde el márgen
derecho de la foto observa de perfil a los presentes con cara seria,
sombría y más bien tristona. No es extraño esto: el cónsul uruguayo en
Cannes le había estropeado el día concienzudamente (nota
14) .
Picasso, en la misma foto, difícil de apreciar
por lo distante y por tener la cara sombreada por la toma a contraluz,
tampoco parece muy alegre. Quedémonos, pues, con la instantánea del
beso en la mejilla. Hay otras dos versiones de esta; mejor dicho hay
otras dos fotografías realizadas pocos minutos antes o después de la
del beso en la mejilla. No son desconocidas; una es la que encabeza
este escrito y la otra la publicó su autor en un opúsculo que tituló
Picasso, arte y libertad (nota
15). Probablemente esta publicación no fue muy difundida;
muchos no la conocen y nunca han visto la fotografía en la que, ante
numerosas banderas, un muy ceremonioso Neruda parece estar diciendo
unas palabras de agradecimiento o elogio a un Picasso que lo mira con
divertida curiosidad. Por lo que el fotógrafo dice de ella: que cree
que es la única que muestra a Picasso y Neruda juntos en el Congreso
Mundial de Partidarios de la Paz de París, pudiera creerse probado que
no fue él quien hizo la del beso en la mejilla.
Estas dos
fotografías que -como indiscutiblemente lo demuestran el
ropaje y los anteojos del retratado- muestran al
conferenciante Pablo Picasso en dos diferentes ocasiones, son
-por esa razón- de gran importancia aclaratoria. La de la
izquierda la hizo un fotógrafo chileno y la de la derecha un
fotógrafo polaco. Ambos aseguran haber documentado
fotográficamente el histórico momento en el que en Breslau
(Wroclaw), el pintor Pablo Picasso lee el que, según se dice,
fue el único discurso que pronunció en su vida (discurso en el
que denunció ante delegados de todo el mundo, la persecución
política de la que era objeto en su propio país su amigo el
poeta chileno Pablo Neruda). La intervención de Picasso en el
Congreso de Intelectuales por la Paz que se llevó a efecto en
Polonia en el verano de 1948 (al que asistió en compañía de su
amigo el poeta Paul Eluard, que también fue un gran amigo de
Neruda) está documentada en ese país con la fotografía de la
derecha: ella es pues, la que registra el momento en el que
Picasso habla de Neruda en Breslau. La otra demuestra que
Picasso leyó discursos ante poderosos micrófonos, en más de
una oportunidad. Como es fácilmente demostrable, esta
fotografía fue tomada en París Allí pués, pronunció Picasso un
segundo discurso. Además se sabe que el famoso pintor inauguró
con un -tercer- discurso el Encuentro de la Juventud
patrocinado por los Partidarios de la Paz (en Niza, en
1950).
|
Pero
cabe dudar de ello porque él mismo fotógrafo olvidó la otra que hizo
en la misma ocasión y que presentamos al inicio de esta publicación.
De lo que no cabe dudar, es que estas tres fotos fueron hechas en la
misma ceremonia y lugar. Lo prueba la vestimenta de los retratados:
corbata incluída, es idéntica en las tres instantáneas.
Hay otras
fotos de Picasso en el mencionado opúsculo. En ellasel pintor lee ante unos
micrófonos -provisto de quevedianos anteojos, - un texto que, según el
fotógrafo, sería el famoso discurso de Wroclaw, en 1948. Esto
significaría que Picasso no se cambió de ropa desde entonces!. Porque
no se puede negar que -un año después, según las fechas atribuídas-
todavía lleva la misma indumentaria. Y, como se puede apreciar, al
menos la chaqueta es la misma en la foto del beso en la mejilla (¡en
la que todavía tiene en sus manos el discurso leído años
antes!).
... Salvo mejor opinión, lo
cierto ha de ser que se trata de fotografías tomadas en el parisino
Palais de la Mutualitè. Otras fotos, procedentes de Polonia y
publicadas en el libro Picasso w Polsce, ayudan a aclarar, también
fijando la atención lentes y ropajes, la cadena de errores; y permiten
también colegir que Picasso pronunció discursos en más de una
oportunidad ( Es de notar que, en Confieso que he vivido,
Neruda habla de el primer, pero no del único discurso de Picasso)
Un
retrato de Pablo Neruda, por Pablo Picasso
.....
Para finalizar, algo que queremos denominar El Caso del Retrato
Desconocido.
En el varias veces citado número de Cuadernos, hay
también un artículo titulado Pintura y Poesía (Neruda y los Pintores)
con unos cuantos retratos del poeta que, como es natural, inducen a
preguntarse: ¿cuál de ellos es el pintado por Picasso?. La respuesta
no es tan natural: ninguno de ellos. No es natural, ni mucho menos,
que el pintor Picasso, que retrató a todos sus amigos poetas, quizá a
unos mejor que a otros, pero a todos, no hubiese hecho ni siquiera una
sola caricatura, como las que hizo de Alberti y otros, de su amigo el
poeta Pablo Neruda. Picasso pintó al chileno Huidobro, es un retrato
que sabemos pasado por pudendas regiones y que apareció en un sello
de correos
en Chile. Y, aunque no fue poetisa, pintó decenas de veces a doña
Eugenia Errázuriz , dama chilena a quien Neruda también nombra en su
última entrevista. Neruda habló de su amigo Picasso, en prosa y verso.
Debería pués, haber una retribución de Picasso a su amigo Neruda, a
pluma y pincel. Mientras germinaba esta idea, se cumplieron ciento
veinte años del nacimiento de Picasso. Esto motivó recordatorios en
diversos medios. En uno de ellos, en relación a los dibujos que
fechaba cada día, se dijo que -según propia declaración del pintor-
equivalían a la escritura de su diario de vida. Se recordó también una
frase suya: Yo no lo digo todo, pero todo lo pinto. Esta frase y lo
anterior, iluminan como la luz del candil de la dama del
Guernica.
... Neruda lo versificó
todo.La lectura del diario picassiano confirma su declaración: Picasso
no lo decía todo, pero todo lo pintó.
... Su diario contiene, como la poesía nerudiana,
muchas autoreferencias de enorme interés; el nuestro era buscar la
página que confirmara la sospecha de que, al pintar su diario de vida,
algún día tendría que haber pintado un retrato de su amigo Neruda.
Picasso retrató a Vallejo; y también a Huidobro. Más motivos debió
haber tenido para retratar a Neruda; aunque éste, quizá por lo que una
vez dijo del retrato de Huidobro, nunca quisiese a posar para ser
retratado por él. De haber tal retrato, conjeturamos, debió haber sido
hecho rescatándolo de la memoria y por un especial motivo: quizá uno
relacionado con su ausencia cuando se requería su presencia. Por eso,
encontrado e identificado el retrato buscado, antes de mostrarlo
hablaremos de la...
Presencia y Ausencia del principal
invitado.
..... No es preciso historiar la búsqueda en todo detalle; lo que
importa es dejar dicho que el hallazgo del retrato de Neruda en el
diario de vida picassiano, coincide con un momento de la biografía
nerudiana en la que el poeta estaba en Chile y -veinte años después de
su Aquí estoy- se aprestaba a celebrar allí el cumplimiento de sus
cincuenta años de edad. Este hecho hace posible que todo encaje en el
tiempo y el espacio: Picasso retrató a Neruda el día en que recibió
desde Chile una invitación. Y probablemente también dos poemas:
Picasso y Llegada a Puerto Picasso, que serían incluídos en el libro
Las Uvas y el Viento que estaba pronto a editarse y haría su aparición
en febrero de 1954. Este hecho prueba que en esa etapa de su vida
pública y privada, Neruda tenía especialmente presente al genial
malagueño.
... El día 12 de julio,
Pablo Neruda celebraría su cincuentena e invitaba a Chile a su amigo
Pablo Picasso. Deseaba que asistiese a las festividades de celebración
de su cumpleaños; evento que -como es fácil colegir al leer NERUDA de Volodia Teitelboim (capítulos 120-
121)- tendría una connotación política de gran envergadura;
tanta como la que tuvo en aquellos eventos europeos que unos años
antes habían contado con la presencia de ambos. Debería, en un país de
Hispanoamérica en el que se quería reunir a personalidades de todo el
mundo, tener gran connotación. Y, para contribuir a ello con su
tremendo prestigio, al país a cuyo puerto principal había arribado un
día el Winnipeg, Picasso, el pintor del Guernica, no debería faltar.
Pero el pintor no acudió a la cita. Y puesto que a esas alturas de su
vida, era veinte años mayor que Neruda, sin excusarse ignoraba
invitaciones que le habrían demandado harto menos sacrificio, puede
que se haya creído que esta vez tampoco se había tomado la molestia de
acusar recibo o dar respuesta a la invitación que le remitía su amigo
Pablo Neruda. Nuestro hallazgo prueba -quiere probar- que la dió. Su
respuesta a la invitación nerudiana, fue dibujada en el diario en el
que todo lo pintaba. Retrató a Neruda en la hoja fechada el 17 de
enero de 1954, titulándola "Visita en el Atelier", refiriéndose
seguramente a aquella visita del poeta que éste llamó Llegada a Puerto
Picasso.
... Este retrato ha de haber
sido la respuesta y regalo de cumpleaños de Picasso a su amigo
Neruda.
Si dibujo y mensaje llegaron a destino, no se sabe. Pero sí
que el valioso dibujo fue exhibido por una galería de
arte en Italia, algo más de un año después de la muerte del poeta
chileno. Es más agradable pensar que Neruda no conoció este dibujo
nunca mencionado por él. Eso es mejor que suponer que al verlo no le
gustó por considerar que caricaturizado así, de obeso y calvo poeta
cincuentón, era víctima de una broma pablopicassiana que le
ridiculizaba inaceptablemente.
... Si fue así: lamentable. Rafael Alberti, por
ejemplo, publicó alegremente el dibujo con el que Picasso lo
inmortalizó con bastante más crueldad.
... El personaje que visita al pintor en su
atelier es Neruda. No hay duda. Es el Neruda que quedó archivado en la
fotográfica memoria de Picasso el día en que ambos fueron
fotografiados en la clara reunión de las banderas.