Proyecto Patrimonio - 2023 | index |
Ricardo Olave Montecinos | Autores |



 






Linda Catalina Villamarín:
“Vivimos en una sociedad que tiene una idea errónea sobre el cuerpo femenino”

Por Ricardo Olave Montecinos


.. .. .. .. ..

“Atadas” (Editorial, Círculo Rojo, 2023) es la novela y ópera prima de Linda Catalina Villamarín (1990, Bogotá, Colombia), que relata las conexiones entre 4 mujeres que comparten el vínculo de sentir haber nacido en el lugar equivocado. Un libro que toma la menstruación como guía, algo que marca la vida de aquellas que todos los meses deben enfrentar este proceso íntimo y que les afecta mientras la rutina sigue. El motor toma como enganche para la trama la tradición del pueblo indígena Wayuu  en el norte de su país, que acostumbra a encerrar a las niñas que enfrentan su primer sangrado como si fuese una maldición. Se mezcla la visión indígena, así como lo religioso, feminista, LGBTI e incluso lo militar, al ser escenario en el que transcurre el libro uno en que el narcotráfico y la prostitución infantil es una realidad, buscando graficar lo que ocurre con las mujeres que enfrentan este tipo de violencia.

La escritora, artista e investigadora colombiana toma esos elementos propios de su identidad, sin escapar del lugar en el que nació, para así armar una novela sencilla de leer para todos los puntos que abarca, dejando espacio para la profundidad y el análisis mientras sigues avanzando, incluso hay espacio para el humor. Ágil, atrapante y cautivadora en su pluma, donde el lenguaje se defiende por sí solo entregando palabras y modismos colombianos, un imaginario de la Bogotá actual y los bosques áridos de la sabana sudamericana. La novela tiene sabor a libro de aeropuerto, sin que eso suene ofensivo, por la calidad de tópicos que abarca en un texto que se puede leer para escapar del mundo por unos segundos. La menstruación hasta hoy es un tabú, algo que incomoda, pero que está presente en la vida diaria. Dialogar sobre ello desde la literatura lo vuelve un punto de quiebre.

La autora responde estas dudas desde Sevilla, España, lugar en el que estudió martes en Escritura Creativa y en Artes del Espectáculo Vivo, residencia en la que terminó por contar esta historia.


Has estudiado desde la academia y el arte sobre el cuerpo femenino, ¿cómo nació esta historia con 4 mujeres protagonistas que gira en torno a la menstruación?
—Esta historia nace de un deseo profundo por investigar y entender el cuerpo femenino. Estamos hechas de ciclos, entenderlos y aceptarlos es la clave para llevar una sana relación con nosotras mismas. Lamentablemente vivimos en una sociedad que tiene una idea errónea sobre el cuerpo femenino. A las mujeres nos han hecho musas y criaturas bellísimas e inalcanzables, pecadoras y brujas, nos han encasillado mil veces. Necesitamos historias que sean contadas desde la perspectiva de las mismas mujeres, con toda la diversidad que eso conlleva, historias que hablen de nuestros cuerpos con honestidad y realismo, eso incluye el ciclo menstrual. Todas lo vivimos de modo distinto, pero a casi todas nos enseñan a rechazarlo o a sentirnos incómodas con este. Escribir una novela que normalice el ciclo menstrual fue un reto delicioso. Tuve que investigar a muchas mujeres de distintas culturas, estratos, profesiones y edades. Pero sobre todo a mí misma y a mi relación con mi propio ciclo. Eso me dejó unas ganas tremendas de crear una novela en donde todas puedan contar su historia atadas por el lazo de sus propios ciclos. De cierto modo hay algo de mí en cada personaje.

Tolstoi nos dice que miremos al pueblo para ver historias universales. ¿Cómo fue construir esa Colombia indígena desde Europa?
—Fue un gran reto. Tuve que confiar mucho en las fuentes que encontraba a la distancia. Sin embargo, cuanto más investigaba más material encontraba . Leí tesis universitarias, investigaciones científicas, novelas, revistas, artículos, vi películas, documentales, entrevisté a más mujeres, en fin…  Fue un universo entero el que encontré de inspiración para escribir mi novela, todo contenido en un computador. Del otro lado de la pantalla estaba yo en un escenario completamente distinto. Viviendo climas que nada tenían que ver con mi historia, rodeada de otros idiomas y de muchísimas personas que no tenían idea de lo que se estaba cocinando en mi cabeza. Estuve por meses en dos mundos paralelos. No sé cómo me veía desde fuera, seguro con la mente perdida todo el tiempo, pero lograr balancear lo que pasa fuera en un escenario tan distinto y lo que vivía yo creativamente no fue una tarea fácil y en muchos momentos fue frustrante y agotador. Valió la pena, pero fue un camino lento y muy solitario.

¿Cuánto tiempo llevó el proceso creativo? ¿Cómo enfrentaste esta tarea?
—El proceso de creación de la novela la podría dividir en tres partes.  En principio me llevó unos seis meses todo el trabajo de investigación. Durante esa época vivía en España. Luego me fui a vivir a Alemania y allí fue el proceso de escritura ya con todo el material que había recolectado previamente. También serían unos seis meses. Luego la novela la dejé descansar más o menos por un año entero. Ya estaba terminada y había logrado su cometido, pero yo no estaba satisfecha y yo necesitaba tomar distancia de ella. Un año después decidí volver a ella, le cambié y edité muchas cosas. Ya cuando tuve un material con el que me sintiera del todo satisfecha para publicarlo salió a la luz con la editorial Círculo Rojo. Ese último tramo creativo duró más o menos un año.

La novela toca temas como el narcotráfico, la prostitución infantil, estereotipos que se han conectado con la imagen de Colombia en el mundo. ¿Qué tan difícil fue escribir sobre ello sin que se convirtiese en algo incómodo o caricatura como ocurre muchas veces?
—La cuestión con esos temas es que deben manejarse con pinzas y con mucho respeto. Cuando se tratan sin tener un contexto de fondo o sin investigarlo de verdad es cuando recae en la caricatura y en la ofensa. Yo no quería que se volviera así, y de hecho, no es el tema central de la novela. Es una realidad que se ha vivido en distintos escenarios colombianos lastimosamente, pero no es lo que define a un pueblo. Por supuesto que es incómodo escribir al respecto, e investigarlo más aún porque duele. Duele no tener que recurrir a la fantasía porque muchas de las historias que nacen de esos temas son reales. El realismo mágico en Colombia es solo realismo. También es importante hacer énfasis en que estos temas no se romantizan ni se evitan. Existen, son parte de la historia, pero tenemos el derecho de seguir adelante, así como lo hicieron las protagonistas.

El motivo central de la novela es la tradición del pueblo wayuu, que encierra a las niñas durante una temporada a oscuras tras vivir su primera menstruación. A ello, abarcas el tema desde una mirada religiosa, femnista y también institucional con un personaje militar. ¿Por qué fue necesario para ti exponer este tema de forma tan abierta y honesta?
—El pueblo Wayuu es de las pocas comunidades indígenas que han podido sobrevivir con el tiempo, y siguen haciéndolo. Apenas sobreviven con las pocas ayudas que reciben del estado, con la invasión de empresas que  se ha instaurado en sus territorios y con la influencia casi obligada de otras religiones y culturas que han entrado  a las malas en sus comunidades. No puedo hablar de esta comunidad sin contar lo que viven realmente hoy en día. Los he investigado mucho y les tengo mucho respeto, por lo que siento que debo contar las cosas como son. Ellas están llenas también de historias, rituales, creencias y mitos hermosos. Como narradora busco también exaltar el orgullo de su propias tradiciones por medio de los personajes que creé. No me corresponde a mí hacer juicios, pero sí voy a hablar de ellas quiero hacerlo con la verdad.

¿Qué otras autoras han hablado de menstruación en el pasado que te sirvieron de inspiración? ¿ Cuáles son tus autores de cabecera?
—Ese siempre es un tema complicado, en principio porque hay pocas  y en segundo lugar pero tengo una mente muy selectiva con una memoria y un nivel de distracción extremo. Cuando leo a alguien me quedo con una frase, con una ilustración y luego dejo ir a la autora así sin más. Es lo que ha funcionado para mí creativamente. Te puedo decir que hay una escritora llamada Mithu Sanyal que hizo una tesis doctoral sobre el rol de la vulva en distintas culturas y ese libro sí que ha sido una inspiración creativa para mí. También actualmente investigo a la menstruación pero dentro de las artes gráficas así que libros ilustrados han sido de gran inspiración para escribir. Destaco el trabajo de Lyona Ivanova, Raquel Córcoles, Paula Bonnet, Raquel Riba Rossy, María Hesse, Ana Mendieta o Catherine Elwes. Todas ellas son artistas cuyas obras muchas veces están acompañadas de texto y es hermoso. Es otra forma de leer de llenarte de palabras. Soy muy visual y necesito entender las creaciones artísticas de un modo muy amplio.  Crear con amplitud y con multiplicidad se me hace algo muy femenino. Es mi modo de entender mi mundo creativo también.



“Atadas” puede ser adquirido a través de su formato Ebook ingresando aquí.

 


 

  . . .



 

 

Proyecto Patrimonio Año 2023
A Página Principal
| A Archivo Ricardo Olave Montecinos | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
Linda Catalina Villamarín: “Vivimos en una sociedad que tiene una idea errónea sobre el cuerpo femenino”.
“Atadas” (Editorial, Círculo Rojo, 2023).
Por Ricardo Olave Montecinos