Sonia Guralnik es autora de tres libros de cuentos: El samovar (1 983), Relatos en sepia (1 987) y Recuento de la mujer gusano (1991). Nació en Rusia, vivió su infancia en Ucrania y emigró a Chile adolescente. Consignamos estos datos para poder comprender e interpretar con mayor claridad sus textos, marcados por un velado tono autobiográfico. Su narrativa apela constantemente a la memoria histórica, al rescate de una infancia idealizada y fracturada con la transmigración a un continente desconocido, al apego místico a la religión familiar, al drama judío y la angustia de los refugiados.
Diecisiete cuentos que se sustentan y nacen del mundo femenino. La autora pareciera ceñirse a un programa previamente establecido, sin alterar la visión de una espectadora estética en un universo regido por los hombres. Relatos fieles a las convenciones de verosimilitud del realismo clásico, a la linealidad narrativa, a la trama bien estructurada. Personajes conformados solo por mujeres: hijas, hermanas, madres, esposas, abuelas, amantes. Seres que descubren, bajo su apariencia unitaria. la disolución de un "yo" que se debate en impulsos contradictorios de pasividad y rebeldía interna. Protagonistas que intentan resistir y finalizan sometidas ante una cultura familiar retrograda y un dominante tradicionalismo religioso. Historias cruzadas por un patriarcado decimonónico que debilita la convivencia en pareja, inhibe la autoestima femenina y niega todo intento de emancipación.
Sonia Guralnik nos expone la otra cara del mito, la de la mujer concreta que no necesita fabular en el aire y nos conduce a hechos reales y traumáticos acaecidos en el Chile de 1973. Así lo autobiográfico en cuentos como "Despedida", cobran mayor dramatismo y credulidad. "Almas y cuerpos" trata el tema de los desaparecidos con sutileza y rencor. El humor no está ausente en este libro, un humor melancólico, doloroso, perceptible en "Semana en el treinta y nueve" o "Entrada triunfal". La memoria recurrente, el viaje al pasado, a esa infancia sublimada en su Kiev natal, es una constante en este libro. Todo recuerdo evocativo le produce aflicción: el abandono familiar, las costumbres de su tierra, el idioma, la religión. La autora logra crear en sus relatos atmósferas íntimas y como en sordina, nostálgicas y no por eso menos decisivas. Aun resuenan las palabras de su abuela: "Recuerda que eres hija del rabino Felipe. Recuerda que tu hermano mayor heredó el libro de los rezos. Recuerda que vivimos en Ucrania hasta la dispersión. Recuerda que vas hacia el sueño prometido".
La escritura de estos cuentos dan la impresión de no dejar espacio a otras fases de lectura y, por consiguiente, operarían con absoluta literalidad. También es advertible que algunos relatos pecan de cierta inocente objetividad expositiva, innecesaria para un lector perspicaz. Pero leídos con mayor detenimiento, al analizar los diversos referentes, dejan al descubierto otros discursos, otros códigos menos visibles que legitimarían la ideologización textual. Más allá de la historia simple, queda un residuo, un mensaje, una advertencia por formular, un pre-texto por decodificar.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez
Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com
Universo de mujer
Sonata de carne y hueso, de Sonia Guralnik. Lom Ediciones, Chile, 2000, 97 págs.
Por Ramiro Rivas
Publicado en Rocinante N°29, marzo de 2001