Proyecto Patrimonio - 2017 | index | Ramiro Rivas | Autores |




 

 

“FABULA ASIÁTICA”, RODRIGO REY ROSA

Por Ramiro Rivas
Publicadas en revista Punto Final / Agosto 18 de 2017



.. .. .. .. ..

Rodrigo Rey Rosa nació en Guatemala en 1958. Desde muy joven se sintió incómodo en su país y viajó a Nueva York a los 21 años a estudiar Cine. Después de un par de años abandonó los estudios y realizó su primer viaje a Marruecos, aventura que repetiría en años posteriores. En Tánger conoció al escritor Paul Bowles, ícono de la “generación beat” norteamericana. Éste le tradujo sus primeros cuentos al inglés dándolo a conocer en el mundo anglosajón. Autor muy prolífico, ha publicado una veintena de libros, entre novelas y relatos, además de varias antologías con sus cuentos. Su obra ha sido reconocida por la crítica internacional. Ha obtenido, entre otros galardones, el Premio Nacional de Literatura de Guatemala  Miguel Ángel Asturias en 2004, el Premio Siglo XXI a la mejor novela extranjera otorgado a Los Sordos por la Asociación China de Literatura Extranjera en 2013 y el Premio Iberoamericano de las Letras José Donoso en 2015.

Algunos críticos han catalogado la literatura de Rodrigo Ray Rosa como una estética de la violencia. Juicio un tanto arbitrario, puesto que sus temáticas son muy variadas y están ambientadas en diferentes escenarios. Es verdad que el tema de la violencia está presente en muchos de sus cuentos y en algunas novelas, producto de la realidad de su país, en donde el crimen y la corrupción policial son pan de cada día. Bien lo asevera su colega salvadoreño Horacio Castellanos Moya, cuando dice que “con la implantación generalizada de la democracia en la última década del siglo XX, quizás se ha impuesto la democratización del crimen y el absurdo de la matanza”. Como todos sabemos, en esos pequeños países centroamericanos (El Salvador, Guatemala, Honduras) la delincuencia criminal es una de las más altas del mundo, en referencia a la cantidad de habitantes.

Fábula Asiática (Alfaguara, 2016, 205 páginas), es su última novela. En la solapa posterior del libro se pueden leer los elogios a su obra en los más importantes periódicos internacionales, como El País, San Francisco Chronicle, El Correo Español. Le Monde, entre otros. Pero lo que llama la atención son las proféticas palabras que le dedicó Roberto Bolaño hace muchos años atrás: “Leerlo es aprender a escribir y también es una invitación al puro placer de dejarse arrastrar por historias siniestras o fantásticas”. “Un maestro consumado, el mejor de mi generación”.

La historia se desarrolla en Tánger. Un escritor mexicano –al que no se le da nombre –después de un acto literario en la ciudad, decide visitar a un amigo al que no ve hace varios años, Mohammed Zbrouni, quien le confiesa que su hijo Abdelkrim, un genio de las matemáticas, lo han becado para estudiar en Massachusetts. El muchacho, que siempre ha deseado ser astronauta, viaja ilusionado, enterado que durante el proceso de estudios debe conseguir la nacionalidad norteamericana. Seleccionado para un programa especial de la NASA, entabla amistad con otro genio de la tecnología, el joven Xenophon Galanis, con quien elabora un proyecto revolucionario, consistente en deshabilitar el mayor número posible de sistemas satelitales, además de los principales cables interoceánicos con el fin de producir un verdadero caos terrestre. Todo, según afirman, para hacer retroceder algunos siglos, técnicamente hablando, los avances mesiánicos de la inteligencia artificial y poder salvar la inminente destrucción del planeta por el hombre. Experimento científico que Abdelkrim (molesto por el rechazo a su nacionalización estadounidense por su origen musulmán) y Xeno, su amigo, llevarán a cabo con ayuda de una sociedad secreta internacional.

Parte de esta planificación, grabado en un disco de memoria por Abdelkrim, es entregado al escritor mexicano para que escriba sobre el tema. A estas alturas de la narración, que se había mantenido en un tono realista normal, con muchas descripciones de Tánger, profusas expresiones en árabe que el lector debe esforzarse en entender por el contexto de los escenarios descritos, poco a poco se transforma en un thriller de conspiración cósmica. Acosado por múltiples enemigos, especialmente de la CIA, que lucha por recuperar el disco de memoria que encierra parte del proyecto de Abdelkrim, la trama se transforma en una frenética persecución que lo conduce hasta Estambul, centro del insólito programa espacial.

Durante el transcurso de estos acontecimientos se justifica el título de la novela, puesto que la fábula extraterrestre que cierra la narración posee características cinematográficas bastante irreales. El paso de una anécdota realista, a este otro de significación fantástica y poco creíble, por no decir de frentón absurdo, más que sorprender, defrauda. Está bien incorporar en la literatura actual las tecnologías modernas, las tramas cósmicas o experimentales, pero debe existir un mínimo de verosimilitud, más aún cuando un texto como este se relaciona más con la literatura policial de espionaje internacional que a los viajes espaciales. Estimamos que siempre debe existir un grado de concreción tolerable en cualquier tipo de novela para lograr la comprensión lectora. O si no caemos en el absurdo total.

Es posible que este sea un paso en falso de Rodrigo Ray Rosa, pero debemos reconocer que el lenguaje parco y preciso, la correcta progresión narrativa, la escenografía plástica de un Tánger profundo con sus callejuelas empedradas y su comercio caótico, dejan una sensación de no haber perdido totalmente el tiempo.


 

 

 

Proyecto Patrimonio Año 2017
A Página Principal
| A Archivo Ramiro Rivas | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
“Fábula asiática" de Rodrigo Rey Rosa.
Por Ramiro Rivas
Publicadas en revista Punto Final / Agosto 18 de 2017