Sin abandonar la intimidad minimalista, y desde la intermitencia de un ángulo biunívoco
la escritura poética de Claudia Vila se desarrolla en esta tercera obra “Los extraviados”,
continuando con varios procedimientos que están presentes en sus dos obras anteriores, la
discontinuidad de las imágenes, y la ubicuidad del sujeto en el espacio, procedimientos que
conforman sustancialmente aspectos técnicos de la poesía vanguardista.
En los “Extraviados”, la escritura poética activa la interioridad que la determina, la mirada
busca refundar distintos planos de la realidad, y habitar distintas dimensiones de
profundidad, desde la perspectiva del que ve y del que ha visto, tomando muchas veces la
superficie un sentido profundo a manera del escorzo. Si bien en los “Los extraviados”, se
confrontan memoria y transmemoria, para esta hablante-testigo se dan experiencias sin
tiempo, que la transforman en una hablante eclosionada que se asume como testigo de su
origen y de su disolución , y que a través de sobre-impresiones indaga, pregunta, escruta,
todo lo que acontece tanto en la segunda vida virtual de la superficie, como en la
profundidad temporal que intenta destemporalizar a través de su transmemoria:
Ahora que estamos en otro sitio
ahora que los caminos se divisan
abro mi cuerpo y dejo salir a la noche
desde allí múltiples seres emergen
ya lo había olvidado
soy un transeúnte que recuerda cosas
y me paro en la colina más alta a observar.
Esta testigo de su propio extravío y el extravío de quienes ya no habitan en si mismos, sino
a la manera del reflejo, en memorias ajenas, entendiendo siempre el reflejo como la forma
mas sensible de existencia virtual de una cosa en otra, o sujetos como ley profunda a su
devenir vegetal o animal en que seguirán igualmente extraviados, alude al amor en su
condición fantasmagórica, por tanto ni siquiera la instancia amorosa es una clave para
superar este extravío, presente tanto en la memoria como en esa transmemoria que se
alegoriza como bosque o como aquella casa en la colina.
Pero esta mirada que se extravía en planos y dimensiones, que establece una enigmática
semejanza entre la oscuridad de la memoria y la oscuridad misma, buscando atestiguar lo
que resta de esa plenitud de algo que no ha existido antes y que puede desaparecer después,
apela a lo simbólico como único recurso:
un símbolo es el único plano
que abarca lo inconcebible.
Como reiterábamos al comienzo, esta tercera obra de la poeta Claudia Vila “Los
extraviados”, viene a continuar la búsqueda ya planteada desde su primera obra, y a su vez
confirmar su afincamiento en la línea de la poética surrealista, su lectura nos corrobora que
la imagen es y seguirá siendo una síntesis de la imaginación.
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Rodrigo Verdugo Pizarro
Poeta Chileno
Ex Miembro del Grupo Surrealista Derrame
Ex Secretario del Pen Chile
Poemas de "Los extraviados"
Descubrimiento
Si me preguntas, sé que volveré, los árboles con su verdor estarán ahí, no podré reconocerte, porque estarás enmascarado. Los días seguirán hablando y perderé mis vestidos, quedare desnuda frente al mar, así podré recordar los lenguajes, seré una sola partícula dentro de un cuerpo. Los años tendrán evocaciones que no cesan nunca de aparecer, porque el tiempo es una fracción que permanece oculta, sin embargo no tiene ningún escondite.
Memorias sin rumbo
Recuerdos se cobijan en ese túnel, son borrosos desprendimientos de mi memoria que perpetúan
las ansias de salir. Sobre una montaña podemos ver los esqueletos y sus sombras son las muertes
de todos mis refugios. Más allá, la lluvia termina en tus ojos y más acá, los niños juegan, más acá
o más allá volveremos por nosotros mismos, seremos perpetuamente plagiados y nunca más
seremos el uno ni el otro, no habrá oscuridad. Los ojos finalizarán su viaje en la punta de los
cerros, la colina derramará una lágrima negra, aquellos espacios serán llenados de improviso y una
ola se perderá para siempre.
Desnudez terrenal
Hace algunos años, el viaje volvió a rescatarnos y cada vez que mi mente se halla extraviada, los
colores cambian continuamente. Tú y yo nos envolvemos en estos lazos y descubrimos el sentido
y así desnudas podemos atarnos a las raíces y volver a los ritmos de la tierra. Nuestras hojas
comienzan su verdadero peregrinaje, saltamos las líneas que nos mantienen separadas, porque el
dolor se vuelve arcilla y es un rastro que quisiéramos desconocer; pero el canto tiene otros
matices, llamaradas diferentes: bocas se alimentan del tiempo y ojos comienzan a mirar.
Mutación
Extiendo mi mente hacia las colinas
y encuentro libertad
septiembre cruza como grito atormentado
los ríos desaparecen
la noche entierra a sus muertos
y los ojos sangran porque no saben reír
los árboles tejen una corona a mi alrededor
y una gota se desliza por mis ojos
como escaleras que brotan desde lo profundo.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com Prologo de “Los Extraviados”, de Claudia Vila Molina
Espacio Sol Ediciones. 2023. 128 pág
Por Rodrigo Verdugo Pizarro