Desde el estrato puramente emotivo del lenguaje (tan propio de la función poética del lenguaje) y con una graduada intimidad minimalista, la hablante poética de “Mixtura”, proyecta en la contemplación del paisaje marino y terrestre sus propias intuiciones sobre las pasiones humanas, o su deleitosa complicidad con la liberación y cautiverio que conllevan, pasiones que desde un elaborado antropomorfismo metafórico se desatan en medio de una naturaleza aún no reificada. “Mixtura”, da cuenta de una densidad sentimental, y de una representación connotativa donde las relaciones arrastran la palabra hacia una revelación dialógica sobre la naturaleza del amor y las pasiones. Pero también “Mixtura” en su construcción figurativa, da cuenta de una auto mirada, con que la hablante lirica se asedia a si misma en la horizontalidad de su deseo, y este asedio es también autopercepción de sus evocaciones corporales y confirmación de que el cuerpo es línea de fuga hacia el infinito, y el amor búsqueda y voluntad utópica de la eternidad. Mas que una escritura, “Mixtura”, es un ritual de escritura intensamente concentrada y por lo mismo genera textos bastante intensos en sus sugerencias, textos que activan un juego de intensidades, mostrándonos una naturaleza constantemente cifrada por el goce y la perdida. La concreción del amor y de las pasiones solo pueden realizarse en un tiempo sin tiempo, es decir un tiempo utópico. Por último, se desprende de la lectura de “Mixtura”, que no es el estado erótico el que prevalece como tampoco puede serlo una palabra que se resexualize en forma continua, hay la elevación de lo amoroso a una categoría cosmogónica, y hay la pasión amorosa que sobrepasa con todo su peso el estado erótico.
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Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com “MIXTURA” de Judith Durán Bello
Edición A
Por Rodrigo Verdugo Pizarro
