Discursos contra la Bestia Tricéfala: voces periféricas
Mark R. Cox, Presbyterian College, EU
En su libro, La ausencia de la forma da forma a la crítica que forma en canon literario
peruano, Birger Angvik es muy severo en su descripción de la crítica literaria peruana:
“El canon literario peruano, oficial y público, con más visibilidad que en muchos otros
casos, se construye y es construido por una crítica que excluye, silencia y calla. El canon
literario peruano, que es una construcción sociolingûística, cultural y política, resulta ser
muy estrecho y exclusivo, y hace daño a las tentativas infinitas de inclusión que se han
prestado a la literatura peruana a lo largo del siglo XX. Estas múltiples tentativas,
desoídas por la crítica, son las que hacen que la literatura peruana se encuentre en primera
posición entre las literaturas hispanoamericanas. La crítica académica peruana y, con
pocas, excepciones, la crítica de los periódicos y de las revistas literarias, trabajan para
establecer coherencia, unidad y homogeneidad para y en un canon que termina reflejando
los deseos de la crítica más que las ambivalencias, la polifonía y la variedad de la literatura
peruana. Los efectos generados por los procedimientos de la fundación del canon literario
peruano, en muchos casos, hacen que los lectores y los estudiantes de la literatura peruana
e hispanoamericana se desorienten y se equivoquen (19).”
Hace unos años fui a una universidad limeña para hablar en una clase de la
narrativa acerca de la guerra interna. Mientras esperaba en el salón de profesores, un
profesor me preguntó por mi área de investigación. Le respondí que era principalmente
acerca de escritores andinos que se preocupaban por el tema de la guerra interna. El
profesor me miró y, con toda seriedad, me dijo que no conocía la obra de ningún escritor
andino, pero me podría asegurar que ninguno era bueno. Por los años he podido observar
y ser víctima de una de las peleas literarias de lo que Pierre Bourdieu llama el campo de la
producción cultural. Bourdieu propone que una de las luchas en el campo de la
producción cultural apunta a alcanzar el poder de definir qué es un escritor, y de esa
manera, excluir a otros de esa condición (323).
El libro Discursos contra la Bestia Tricéfala, por Rodolfo Ybarra, Arturo Delgado
Galimberti y Rafael Inocente, es el producto de escritores “excluidos” de la definición
dominante de escritor. Hasta el prologuista de dicho libro, Gregorio Martínez, le culpa a
José Miguel Oviedo de haber publicado un artículo en una revista académica mexicana
con el fin de hundir su carrera literaria (“Oviedo: crítico fantástico”). A pesar de eso, hace
poco el distinguido crítico francés, Roland Forgues, publica el libro, Gregorio Martínez,
Danzante de Tijeras (2009). La lección del caso de Martínez es que hay varias maneras de
ganarse un espacio en el campo de la producción cultural, y no todas las rutas pasan por
una argolla limeña y sus afiliados.
En la introducción a Discursos contra la Bestia Tricéfala, los tres autores critican las
limitaciones mencionadas arriba acerca de la exclusión de amplios sectores de la
comunidad literaria y proponen otra definición del autor y su papel en la literatura.
Niegan ser pasivos y ser víctimas: “No es aceptable pues que se restrinja la definición y el
campo de lo literario a lo consagrado social y culturalmente como tal, pues hacerlo
implicaría ceder acríticamente ante la imposición cultural de un grupo de poder
interesado en canonizar a los autores y obras que le sean más convenientes e inofensivos”
(18). Su propósito es que hay que tener “una salida política radical que reordene y
democratice el estatus de la literatura” (19). Describen la meta del libro con estos fines: “Discursos contra la Bestia Tricéfala es un libro de reafirmación y a la vez un intento de
configurar un programa mínimo de acción entre escritores que no están dispuestos a
permitir que se acalle su voz. Por eso hay algo de testimonio urgente en los textos
reunidos, pero sin perder de vista que, como afirmaba el viejo cronopio argentino, el
primer compromiso del escritor es con la literatura” (19-20). Las contribuciones de los tres
autores varían, pero un hilo que las une es una perspectiva periférica que nos da diferentes
imágenes de los centros del poder político, económico y cultural.
Rodolfo Ybarra (Lima, 1969) escribe ocho textos que mezclan el ensayo, el
testimonio, la crónica y la ficción y tocan temas del campo literario y la política. Ybarra
aboga por la necesidad de que los escritores tengan un compromiso político, y señala la
hipocresía de muchos individuos e instituciones. Los títulos señalan claramente los
blancos del criticismo: “Literatura del Bang (Perú: literatura y política. Literatura de la
guerra o guerra de la literatura)”, “Alan o el excremento, testimonio de parte”, “El
tacógrafo limense”, “El criticón redomado (criticus circus)”, ”El intelectualoide en estado de
reposo”, “El izquierdista de salón”, “ El político cleptócrata” y “La poetisa ridícula”.
Arturo Delgado Galimberti (Lima, 1965) aporta “El Foro”, un cuento de unas
treinta páginas, donde la acción toma lugar en el Internet. Gira en torno a discusiones y
debates en La Arcadia sobre maneras de mejorar el mundo y crear una nueva sociedad.
Mientras los participantes debaten un mejor mundo, se encuentran bajo observación y
pierden su derecho a la libertad de expresión al arrestar a unos participantes y abolir el
sitio en Internet. Son obvios los paralelos con el mundo no cibernético.
Rafael Inocente (Lima, 1969) ofrece tres cuentos en los cuales unos personajes
sufren en su interacción contra otros más poderosos. En “No todas van al paraíso”, una
mestiza universitaria se hace modelo. Prefiere mantener su dignidad en vez de aceptar los
avances de un viejo rico y mujeriego que le ofrece plata a cambio de convertirse en una de
sus amantes. Los temas de la ausencia de una presencia gubernamental y de una fuerza
efectiva de policía en las zonas más empobrecidas de Lima llevan a que un personaje,
Salvador, ejerza su propio estilo de justicia en “Reggaeton Lima”. Salvador presencia que
pandilleros atacan a un amigo y a su familia y los ayuda a defenderse. Aunque su amigo
muere, Salvador logra matar al líder de los pandilleros y vuelve a matar a dos de los
pandilleros que lo reconocieron. Luego tiene que huir de Lima. En “Una ensalada de
frutas”, Jessica Tipiani, del canal 5, Panamericana Televisión, va a comer con Latino, el
maquillador estrella del canal. Ella promueve el despido de Latino, quien se viste de
travesti y se convierte en prostituta para los marines de EEEUU que llegan al Callao. En
todos los cuentos por lo menos un personaje sufre por su posición socioeconómica y
fracasa en un intento de ganarse la vida.
Discursos contra la Bestia Tricéfala es un libro interesante y ofrece otras perspectivas
a los lectores. Es una expresión creativa por parte de escritores fuera del canon literario.
Así, los lectores pueden apreciar perspectivas diferentes. Además, es una contribución
valiosa a los debates acerca del campo literario peruano. También es un libro divertido y
bien hecho que vale la pena leer por su calidad.
* * *
Obras citadas
- Angvik, Birger. La ausencia de la forma da forma a la crítica que forma en canon literario
peruano. Lima: PUCP, 1969
- Bourdieu, Pierre. The Field of Cultural Production, or: The Economic World Reversed Poetics 12 (1983): 311-56”
- Forgues, Roland. Gregorio Martínez, Danzante de Tijeras. Lima: Editorial San Marcos, 2009.
- Martínez, Gregorio: “Oviedo: crítico fantástico”. 3 de agosto del 2005, Perú 21.