
              
            
            URGENTE: 
              Entrevista al poeta Rodolfo Ybarra
          
          Por Víctor Coral 
            
            
          
          Posteo sin cambio ni corrección alguna una interesante entrevista 
            con el poeta y compañero de ruta generacional Rodolfo Ybarra 
            (Ruptura de Heje, Vómitos), quien estrena blog 
            personalísimo y de crítica extrema. Ojo con 
            sus declaraciones sobre los autodenominados "blogs informativos", 
            la poesía de los 90 y la política actual. Controversial 
            y honesto.
          
            Sobre el blog y la blogósfera
          -¿Para qué sacar un blog ahora?
            - Entiendo los usos "comunes" del blog, desde 
            el informativo hasta el de enfrentamiento político o cultural. 
            En mi caso, simplemente era -es- el de consignar mis ideas y ordenar 
            mi trabajo, por lo mismo que mi paso de la máquina de escribir 
            a la computadora no es tan lejano, casi comparto las dos herramientas 
            y a veces hasta se me hace más fácil escribir a puño 
            y letra. Otros lo usan como diario o como mecanismo publicitario, 
            sobre todo los que tienen ideas o fines editoriales; para mí 
            un blog no es ni más ni menos que eso, un lugar de anotaciones 
            y de "juegos", de versiones y perversiones y también, 
            por supuesto, un recipiente de opinión.
          -¿Qué opinas de la blogósfera 
            peruana actualmente, en especial la relacionada con la literatura?
            - Creo que la mayoría de bloggers no quiere hacerse 
            problemas y terminan siendo lugares comunes de información; 
            al día, sí, pero cuyos principios se encuentran secuestrados 
            por el afán de quedar bien con todos. Hay opiniones literarias 
            respetables de bloggers que no necesariamente pasan por el cernidor 
            político-racional, y estoy hablando ontológicamente, 
            es decir, pareciera que nadie quiere impregnar con otro tipo de ideas 
            sus opiniones literarias, cayendo en un purismo agobiante, donde tratan 
            de "limpiar" a toda costa sus excrecencias literarias. Entonces 
            te topas con una frialdad letrística que roza con lo culterano, 
            una crítica que es capaz de una perfección plastificada, 
            pero sin signos de exclamación que llega a confundir categorías 
            y termina calificando de panfletaria una obra de raíz política 
            o viceversa como ha ocurrido a su manera con varias novelas o cuentos 
            de tinte "izquierdozo" y que mantiene en la mordaza a muchos 
            escritores obligados de alguna manera a barajar sus opciones políticas 
            o bajarlas de tono para ser aceptado por los controladores literarios.
          - ¿Crees que los blogs y el internet 
            lograrán mantenerse al margen de los hilos del poder?
            - No por mucho tiempo, por eso es necesario afianzar estos 
            medios que están creando a su vez un nuevo poder (Blog's power); 
            por ahora no existe una reglamentación jurídica sobre 
            este tipo particular de informativo y me estoy refiriendo a los contenidos, 
            los que imagino se están ideando o están en proceso, 
            y es posible que pase lo que ocurrió con los periódicos 
            en Estados Unidos cuando el dinero era inyectado con fines comerciales. 
            O aparece alguien con poca ética y mucho capital. tipo Randolph 
            Hearst que introdujo el periodismo amarillo creando las bases para 
            ver lo que estamos viendo hoy en día: medios de comunicación 
            que sirven genuflexos al poder y a los cuales solo les interesa engordar 
            sus cuentas bancarias en base a mentiras, sexo y balazos y a que llaman 
            información pura o independiente. Y la información no 
            puede ser independiente ni pura, mucho menos cuando el que te la cuenta 
            (emisor) responde a intereses comerciales o recibe un sueldo o algún 
            tipo de ganancia que no podemos ver pero que percibimos.
          -Hace un tiempo tuviste una polémica 
            sobre la situación de la poesía peruana en un blog. 
            Me pareció que fuiste malinterpretado en ciertos puntos. ¿Tienes 
            algo que decir?
            - Me parece natural. No le tengo fobia ni rehuyo a la polémica, 
            siempre y cuando ésta sea respetuosa y tenga como punto de 
            referencia -no único- una temática en debate. Ya estamos 
            cansados del insulto gratuito y las adjetivaciones para descalificar 
            y "desarmar" al rival. Entiendo que mis posturas tiendan 
            a la mal interpretación, no me sorprende, ya que la sencillez 
            por ratos me es esquiva, ya quisiera yo encontrar la claridad permanente 
            y perpetua de Tu Fu o Li Tai Po; mientras tanto uno es como es y se 
            construye con las (i)limitaciones y con lo perfectible que puede ser 
            el razonamiento. Ahora hay algo claro en todo esto y es que los detractores 
            están a la orden del día esperando que te resbales en 
            una cáscara de plátano para echar a reír a carcajadas, 
            así por ejemplo en un artículo de respuesta a Ñaupari 
            anoté fallidamente el apellido "Bombona" y se me 
            vino el mundo abajo y hasta tuvieron a mal en calificarme en son de 
            sorna como "cultísimo" así y con comillas, 
            a lo que preferí callar. Pero ahora que puedo responder diré 
            que Luis Alberto Sánchez también anotaba equívocamente 
            el apellido con "B" y no con "F" que es como corresponde, 
            pero bueno uno se remite a sus textos y definitivamente no existe 
            lo infalible. Además, la mala interpretación se puede 
            reducir también a falta de comprensión de lectura en 
            la que estamos reventando los cuadros estadísticos regionales, 
            y entonces ahí sí, no es mi problema que me malinterpreten 
            o se quejen de la falta de claridad, hay que aprender a leer entre 
            líneas y entre palabras y hay que aprender a leer dejando los 
            prejuicios a un costado.
          -¿Qué opinas de los blogs 
            llamados informativos, que se restringen a "informar objetivamente" 
            y callan frente a las censuras y otras basura?
            - Creo que los blogs informativos, no como medio sino como 
            género, debieran dejar el paraguas a un lado y mojarse con 
            el resto. Es fácil entender que aquel que no quiere opinar 
            es porque tiene una postura cuestionable (se entiende reaccionario 
            o draconiano, o lo que es peor acomodaticio) o porque su convicción 
            político-literaria no es muy "entonada" o no tiene 
            las cosas claras; entonces es fácil convertirse en pizarra 
            o en cartel, copiando textos de otros lados y pegándolo en 
            el suyo, revisando la agenda literaria de aquí o de allá 
            y apresurándose en recolectar opiniones sobre algún 
            libro de moda o best seller en una suerte de collage literario o porciúncula, 
            tratando de conservar las "buenas relaciones" con tirios 
            y troyanos. Y todo bien claro, y entonces es fácil ser invitado 
            a Chile o a España o a cualquier otro país, porque no 
            se representa ningún peligro y más bien fungen de fuelles 
            publicitarias y de felonías realmente ridículas.
          
            Sobre poesía
          -Es difícil aislar una sola línea 
            de acción en tu producción; sin embargo, no parece importarte 
            los parámetros de la poesía socialmente aceptada. Tal 
            vez ni siquiera busques llegar a muchos lectores. Lo que me lleva 
            a ubicarte en las antípodas de poetas como Antonio Cisneros 
            y José Watanabe, por poner solo dos ejemplos.
            - No sé si antípoda, ello implicaría 
            una polarización innecesaria y enfrentada o como en una pila 
            única en donde conviven por oposición lo positivo y 
            lo negativo, y yo me he dado cuenta en el diario vivir de que esto 
            no es así, uno tiende a lo natural, a escribir y vivir en lo 
            natural sin preocuparse por lo reversible que pueda ser el mundo poético 
            o los antígenos que puedas hallar en el camino (felizmente 
            ando con mis antihistamínicos). Uno va descubriendo que el 
            mundo está plagado, como en los juegos infantiles, de buenos 
            y malos, no precisamente -o por ello- dicotómico, sino diferenciado 
            y áspero con más polos que el positrón o el electrón, 
            en el que definitivamente tienes que optar o crear tu propio frente 
            de batalla, tu propio polo o simplemente aislarte sin necesariamente 
            ser neutral; o condenarte al destierro sin ir a ninguna parte.
          De otro lado, para explicar mi lejanía de una oficialidad 
            poética debo decir que mi caso poético no es a voluntad, 
            o no se monitorea con el lado conciente y más bien es directamente 
            proporcional al parasimpático. Siempre me ha parecido que escribo 
            para otro que a su vez soy yo mismo. La reinvención de mis 
            yoes al igual que la reinvención de mi escritura pasa por continuos 
            procesos cognoscitivos que casi siempre hallan su cumbre en una crisis 
            de la cual no puedo salir sino publicando, aunque esto sea a veces 
            un acto solitario o pequeñas ediciones para los amigos o para 
            un entorno reducido que licencie la fotostática. Creo que la 
            "poesía" socialmente vista es aquella que tiene como 
            punto de apoyo una plantilla; me explico: unos cuantos epígrafes 
            relativos al tema, versos no tan largos, unos cuantos capítulos 
            (no más de cinco), un colofón y un lenguaje claro -conciso 
            o no- que te deje explicar lo que estás queriendo decir. En 
            resumidas cuentas: lo que te piden en cualquier concurso de poesía 
            con métrica o sin ella, lo que quiere el mercado: amor fresa 
            o dolor con analgésicos, algo que se pueda consumir mientras 
            se mira la película del domingo, al lado del pop corn y del 
            perro, nada grave en qué pensar o hacerse problemas. ¿Eso 
            es poesía?
          -El padrinazgo es el signo de estos tiempos. 
            Si un poeta o escritor joven no tiene a un tío que hable bien 
            de él, cree no estar en nada. Otro rasgo es la experimentación 
            vacía y la falta de reflexión sobre el propio quehacer 
            poético.
            - El padrinazgo es un síntoma de la decadencia y 
            la pérdida absoluta no solo de los valores sino también 
            de la realidad donde la percepción de lo concreto naufraga 
            y se pierde en un oropel, un empapelado de la verdad. El arte hace 
            mucho tiempo dejó de valer por sí mismo, tal parece 
            que el libre mercado ha barrido con todos estos conceptos, ahora es 
            necesario ir con una recomendación o una foneada previa al 
            director del periódico para que te hagan caso o te tomen en 
            cuenta, o si tienes en efectivo -que sería "lo mejor"- 
            puedes alquilarte (o pagar en letras) un par de críticos o 
            una columna con reseña y fotos incluidas y cuatro "sapiencias" 
            que digan que tu obra "está entre lo mejor". Esta 
            mecánica de exaltación y falso reconocimiento crea una 
            espuma espesa, un bluff, una ilusión patológica y maniquea 
            a la vez que refuerza valores axiomáticos o culturales falsos 
            y perniciosos. El nepotismo está de moda y rige en todos los 
            niveles, y todo ello se funde con una especie de justificación 
            intelectual, donde el creador cree que todo lo que hace está 
            bien y "merece" reconocimiento y aceptación, hay 
            un delirio poético y nece(si)dad por alcanzar la fama o el 
            encumbramiento literario. Conozco de muchos casos patéticos 
            como el de un poeta que perseguía día y noche a González 
            Vigíl hasta que logró con el artificio de "libro 
            inédito" que lo incluyera en su famosa antología, 
            y todo esto sin haber publicado nada. Realmente nos da vergüenza 
            ajena.
          Los poetas nuevos ya no crean en el sentido más puro de la 
            palabra, solo recrean temáticas, lenguajes, posturas, se mueven 
            de forma parametrada con anteojeras y enyesados, es difícil 
            hallar a alguien que se aleje de estos cánones. Hay como tres 
            o cuatro rubros o conjuntos de poesía en los cuales los poetas 
            jóvenes hallan sus propias respuestas, hay una ociosidad reaccionaria. 
            Es raro hallar un poeta insular o categóricamente novedoso, 
            creo que en ese aspecto solo quedan dos o tres nombres y uno de ellos 
            es el de Mónica Belevan.
          -Te doy algunos nombres de tu generación 
            y me los defines estrictamente desde el punto de vista poético:
            - Entiendo que toda definición lleva una carga política, 
            filosófica, etc., aun así voy a tratar de ceñirme 
            a lo planteado, aunque sé que voy a fracasar.
           Roxana Crisólogo: Con el antiguo método 
            marxista podría decir que a veces hay una buena posición 
            de clase, de los primitivos poemas de Roxana publicadas en la plaquette 
            de Noble Katerva a los últimos que he leído en otra 
            plaquette (curioso este asunto) que me pasaron hace poco con el nombre 
            de "Trenes" (2007). Notamos que hay una madurez de lectura 
            y de vida, un enraizamiento con lo planteado en la primera juventud.
            
            De otro lado y para ponerme del lado del diablo, podría decir 
            que la temática expresionista-social apunta a lo seguro (¡ese 
            ensimismamiento de la fórmula!) y no se atreve (o no quiere 
            por un comfort poético) a dar los pasos en la cuerda del equilibrista, 
            la prueba de fuego, y no porque carezca de talento o elementos que 
            le hagan frenar o acelerar la velocidad, sino porque la influencia 
            de generaciones anteriores como la de Tulio Mora o la de Domingo de 
            Ramos ha cavado mucho en su interior, hay una complacencia por este 
            tipo de poéticas que son muy decorosas, rítmicas y seductoras. 
            Eso sí, Roxana, tiene textos bien logrados y antológicos; 
            a veces vendarse los ojos y caminar sin miedo a ser atropellado nos 
            ayuda a encontrar el camino que casi siempre sale del interior y termina 
            en el interior. Le tengo mucha fe a Roxana-poeta y admiro su trabajo 
            social y su perseverancia poética.
          JC. Yrigoyen: Empiezo con unas palabras de Montalbetti 
            anotadas en "Los Días y Las Noches", libro compilatorio 
            de Yrigoyen: "El trabajo del verso, si se toma en serio: no revelar 
            nada, sino rebelar todo" las corridas son mías, entonces 
            entiendo que el poeta no necesita de un "Libro de las Señales" 
            ni de "Lesley Gore en el Infierno" para asestarnos un martillazo 
            en la cabeza mismo Clímaco Basombrío y entregarnos una 
            propuesta que cree entender a la perfección Montalbetti poniendo 
            como ejemplo "Instrucciones para leer algo que ha sido inscrito 
            en nuestras espaldas" y a lo que recomienda el natural uso del 
            espejo, pero se olvida que uno puede arrancarse la piel y leer con 
            dolor lo que había escrito ahí, lo otro sería 
            una flojera y una cobardía muy alejado del valiente y demoledor 
            poeta que pretende exhumar cada cierto tiempo el señor Yrigoyen. 
            Entiendo que una seguridad poética -¿o editorial?- no 
            necesita de prólogos o postfacios o artículos endosadas 
            que ensalcen el texto y que este uso es más bien cuando el 
            que escribe no se siente seguro de sí mismo, entonces le coloca 
            los tabiques a la mesa para que no se caiga o se busca de un buen 
            carpintero o crítico literario o poeta de renombre para sellar 
            el asunto, y listo, las demás críticas a favor o en 
            contra no importan mucho y se pierden en el anonimato. Y sin embargo 
            esto nos está avisando de una nerviosidad poética, de 
            una inmadurez por aceptarse como poeta solo con el discurso hecho. 
            Y uno termina por percibir que detrás de una actitud hay un 
            texto y un metatexto que no se lee, una poética que tiembla 
            y grita a voces por ser aceptada y afirmada, y la grandeza de una 
            poesía empieza justamente cuando no hay nada que gritar, cuando 
            el vacío devora nuestra necesidad por apuntar lo que siempre 
            estuvo ahí y solo está el espejo o una lata vacía 
            de atún en la que nos veremos las caras después de cientos 
            de noches sin dormir buscando la palabra que se cierra y se abre en 
            el libro que no alcanzaremos a escribir. ¿Acaso una voz homosexual 
            tendría que ser aceptada por el solo hecho de serlo?
          Diego Otero: Su lenguaje coloquial me parece aceptable 
            hasta cierto punto, aunque no hay mucha coherencia cuando cree diferir 
            con Cisneros o con Hinostroza y no hay muchas pautas que nos digan 
            que su poética se dispara por otros canales, en todo caso "el 
            tiempo/ es una cosa que ríe/como un lobo" pero como un 
            lobo autófago, y yo preguntaría qué ha cambiado 
            desde "Cinema Fulgor" a "Temporal".
          Monserrat Alvarez: De adolescente la vi lanzar poemas 
            desde un árbol, era en esos tiempos y ya con "Zona Dark" 
            una propuesta literaria que se imponía desde lo underground. 
            Leí luego otros trabajos de ella como la supuesta ¿nouvelle? 
            "Espero mi Turno" que ella misma se encargó de generar 
            la duda con las interrogantes y donde había una marcada influencia 
            del maestro Lovecraft. Definitivamente su poética trabaja con 
            una fuerza interior que ha ido domeñando y domesticando a latigazos.
            
            Miguel Ildefonso: Es quizás el más dotado 
            y ambicioso en el sentido literario de nuestra generación, 
            aunque sus propuestas narrativas tengan necesariamente que encerrarse 
            dentro de su obra poética. En su poesía in reducto hay 
            una suerte de aliento cansino, lo que no había en sus primeras 
            producciones. El rediseño se hace necesario, creo que su talento 
            puede -y debe- revertir a la costumbre. En general creo que Miguel 
            es lo suficientemente avizor para entender que una poética 
            conducida con mano de hierro se hace tradición o entra en la 
            tercera edad, pero jamás se queda en el camino, solo la mala 
            poesía se queda en el camino y ésta, la de Miguel, dista 
            mucho de serlo. En todo caso, el poeta está en constante producción 
            y eso le da la frescura y el training necesario para avanzar los tramos 
            que le esperan y que modestamente esperamos todos los escribidores 
            de poesía.
          Rubén Quiroz: Es contradictorio hablar de Rubén, 
            primero porque es un amigo, segundo porque no está presente 
            y tercero porque su obra, desde "El Juego de los Escondite", 
            que ahora desconoce, hasta su reciente libro "Médula" 
            -reeditado en España-, ha transitado y transita entre dos paredes 
            bien definidas: primero la innovación y el riesgo, y luego 
            la tradición y la seguridad de un camino, sino en demasía 
            transitado por lo menos con videncia de no tropezar y caer. Definitivamente 
            hasta ahora Rotación, que en un principio fue "La Rotación 
            de La Tierra", es lo mejor que ha producido, la polifonía 
            y el desasosiego se entremezclan en una cruzada revuelta de textos 
            que logran el orden atreviéndose al caos, aparte de la magia 
            de las horas que avanzan con los textos y pre-textos donde todo se 
            acerca irremediablemente a su final (00 horas) o a su inicio superlativo, 
            pretérito o futurológico.
          -¿A qué poetas te sientes 
            particularmente ligado, digamos que de los setenta en adelante? Te 
            doy nombres referenciales: Enrique Verástegui, Enrique Sánchez 
            Hernani, Maria Emilia Cornejo, Domingo de Ramos.
            - Ligado en el sentido de "ligas interdisciplinarias" 
            sí, con algunos de los mencionados, mas no ligados en el sentido 
            umbilical o dependiente, creo que hablamos mejor de una influencia 
            natural u ocasional o una influencia por cercanía geográfica 
            más no vocativa o forzada: una influencia irradiada, eso está 
            mejor. Creo que de repente el primer Verástegui, el lúdico, 
            el que quería encontrar o construir una teoría de la 
            cual sostenerse. El de los "Extramuros del Mundo" y el "Motor 
            del Deseo" es el más próximo, hemos conversado 
            mucho y debatido sobre música y cuestiones extraliterarias 
            hasta la tozudez, ahora obviamente después que dijo en un periódico 
            algo sobre invadir Chile no tengo nada que decir. Róger Santiváñez 
            me sigue pareciendo vital, creo que hay muchos vasos comunicantes 
            y es un poeta que ha venido de menos a más, trabajando infructuosamente, 
            deteniéndose solo para recuperar el aliento; me identifico 
            con su locura literaria ("Symbol") y su pulsión, 
            y me ligan a él no solo las calles sino lo lumpen y lo proletario. 
            Aunque parezca raro, también me siento ligado a poetas como 
            José Pancorvo, Gonzalo Portals, Rafael Espinoza, Carlos Carnero 
            y demás poetas lúcidos a los que no les interesa para 
            nada las vitrinas literarias, algunos con la excusa de que padecen 
            de "pánico escénico" pero yo sé que 
            es algo más que una patología, una forma de vida.
          
          Otros temas
          -Últimamente se habla mucho de una 
            nueva hornada de narradores jóvenes. ¿Qué opinión 
            tienes de este fenómeno, es creado por intereses o responde 
            a una realidad?
            - Creo que los dos tópicos se entremezclan, por 
            un lado la necesidad de las editoriales jóvenes de lanzar al 
            fuego o a la boca del león a nóveles aprendices de brujo, 
            con el fin de marketear un sello o un determinado tipo de literatura, 
            y, de otro lado, la necesidad de jóvenes narradores no necesariamente 
            malos, por hacer público su trabajo; ahí se encuentran 
            el hambre y la necesidad y conviven a veces en una situación 
            penosa. Salvo los casos donde un buen narrador se encuentra con una 
            buena editorial, generalmente este tipo de bodas no logra una permanencia 
            alargada, creo yo porque es difícil mantener la calidad tanto 
            de uno como de otro. No quisiera mencionar a nadie porque soy amigo 
            de muchos jóvenes narradores, cuentistas unos y potenciales 
            novelistas otros, y es mejor que se den cuenta por sus propios medios 
            de que todo se logra con el tiempo y con mucho sacrificio y sobre 
            todo con mucha lectura. Al principio es mejor estar alejado de todo 
            y curtir el espíritu en la soledad y en el autismo.
          -¿Cuáles son los cinco últimos 
            libros que has leído, y qué te han parecido?
            - Bueno, mis lecturas te van a parecer un poco licuefactas, 
            todistas, o si se quiere aberrantes. Empiezo por una novela que aún 
            no ha sido publicada y ya ha tenido una mención importante 
            en los ensayos de Miguel Gutiérrez. Me estoy refiriendo a la 
            "Ciudad Enferma" de Rafael Inocente, y que ya ha cambiado 
            de título a "La Mujer del Diablo Fuerte", que es 
            una especie de madera muy resistente; esta novela narra en un formato 
            decimonónico o sea con el uso del folletín las peripecias 
            de un subterráneo en la década de los ochentas y toda 
            la violencia política y social que se vivió y de la 
            cual se ha hablado y se sigue hablando, CVR incluida, creo que lo 
            importante aquí es la toma de posición, cosa que no 
            hacen otras novelas, donde el narrador se queda como simple filmador 
            del paisaje o elemento neutro que a las justas se queja de lo ocurrido, 
            bueno ya entenderán cuando salga publicado. Por cierto el libro 
            no me lo ha pasado el autor, al cual ni siquiera conozco, sino otros 
            amigos comunes que están fotocopiando la novela, acercándola 
            al pequeño grupo lector.
            
            "La Casa Amarilla" de Carlos Rengifo, que es el título 
            acuñado por la editorial "Norma", el título 
            real y que se mimetiza en el epígrafe de Pizarnik es "La 
            Silenciosa en el Desierto" que narra las peripecias de una joven 
            con desórdenes mentales en un frenopático, sin embargo 
            me parece que el personaje principal termina siendo desplazado por 
            otro personaje igual de importante que es el lenguaje mismo, no sé 
            si esto ha sido intencional -no se lo he preguntado- o si ha sido 
            un descubrimiento tardío lo cual me hace pensar en las aspiraciones 
            no tan claras de Rengifo y me estoy refiriendo a lo poético 
            que siempre ha sido una constante desde sus épocas universitarias 
            y desde sus primeros libros. Lo dicho invierte la figura de los poetas 
            con novelas por la de los narradores con poesía, que se usa 
            menos y se critica menos, o mejor dicho no es mal visto que un narrador 
            use la poesía para hacer llegar su discurso; bueno, mejor lo 
            dejamos ahí.
            
            Otro libro que he leído en estos días es el de Carlos 
            Paz García-Corrochano. "…Y Conocimos Gente de Otros Mundos" 
            quien fue padre de Sixto Paz Wells y presidente del IPRI (Instituto 
            Peruano de Relaciones Interplanetarias), y cuyas obras las podemos 
            encasillar dentro de la llamada sciencie fiction y que narra un contacto 
            extraterrestre del tercer tipo (apuntemos que son cinco los tipos 
            de contacto que se puede establecer con los Hermanos Mayores) y que 
            ocurrió en la legendaria meseta de Marcahuasi. Obviamente la 
            ufología es discutible y hay mucha charlatanería en 
            este campo, así que hay que tomar las cosas con pinzas o con 
            guantes de cirujano y evitar los guantes de box.
            
            Otro libro que estoy releyendo es "El Copista" de Teresa 
            Ruiz Rosas, quien acaba de publicar
            "La Falaz Posteridad". En "El Copista" nuestra 
            autora nos entrega una brillante relación entre el sometimiento 
            del deseo y el amor o la filiación con el arte, hay también 
            un entrecruzamiento de amores donde Marisa Mantilla, joven aspirante 
            a artista es el ojo de la tormenta que se avecina.
            
            El ejemplar que tengo de Teresa Ruiz Rosas es especial porque tiene 
            una dedicatoria a Estuardo Núñez "…esperando que 
            este texto pase aprobado por su genial ojo crítico" y 
            está fechado en agosto de 1996, fecha que nos hace pensar en 
            los titubeos de una escritora que recién empezaba y que ahora 
            luego de muchas traducciones y obras escritas nos demuestra su talento.
            
            "En Busca de Wilhen Reich" es un libro fascinante escrito 
            por otro autor fascinante: Colin Wilson, cabeza visible de la Angry 
            Young Man inglesa; aquí en este libro se narra el interior 
            de Wilhen Reich, sus intimidades, sus amigos y su propuesta que lo 
            lleva a la cárcel y a morir por lo que creía. De verdad 
            lo recomiendo.
          -El gobierno aprista no está haciendo 
            bien las cosas, sobre todo en el ámbito político. Tu 
            posición.
            - La última elección para la Presidencia 
            del Congreso develó en toda su dimensión a las hienas 
            de la estrella y demás carroñeros políticos: 
            una alianza del aprismo más retardatario con el fujimorismo 
            recalcitrante, más el traidor de pacotilla en que se ha convertido 
            Torres Caro, el felipillo por antonomasia, quien termina siendo el 
            típico político peruano sin ética, ni principios, 
            solo unas ganas intestinales por ascender en el control político 
            cueste lo que cueste. Aún así, era de esperarse, el 
            APRA solo tiene para ofrecer leyes y mentiras y mucha cháchara, 
            la que vomita el demagogo y genocida Alan Gabriel García Pérez, 
            Mi posición en esta coyuntura es Antiaprofujimontetoledoollantista, 
            anticongresal y antipartidarista, en general antileviatán.
          -¿Sientes que tu vida personal y 
            la forma en que te ganas el dinero está en contradicción 
            con tus ideas políticas?
            - Todos en esta vida tienen algo que vender, algunos venden 
            su mano de obra o sus conocimientos, otros su fuerza bruta o sus propios 
            cuerpos; en algunos casos más graves su honestidad o sus principios 
            y todo por unos cuantos denarios. Yo no he querido vender mi mano 
            de obra, me he rebelado contra ello, y las veces en que me ha tocado 
            ser profesor, tanto en academias como en colegios, me he sentido frustrado 
            y acabado, y es que todo el entorno psicofísico está 
            construido para ello, para hacer de un profesional un pobre infeliz 
            que ni siquiera tiene tiempo para sí mismo. Es mejor alejarse 
            de todo esto. Por este motivo y demás he preferido vender otras 
            cosas: mercancía la llaman los marxistas, producto lo llaman 
            los keynesianos o libremercadistas. Ya he sido cuestionado severamente 
            por sectores recalcitrantes de la contracultura, aún así 
            yo permanezco con ellos y me solidarizo con sus principios. De todas 
            formas no justifico ningún tipo de comercio o negocio que casi 
            siempre incentiva la avaricia (pecado capital) y el egoísmo 
            y en mis oídos repican las sentencias de Marx cuando decía 
            que el pequeño capital engendra al gran capital. No obstante, 
            yo anhelo algún día vivir de mis libros, aunque sé 
            que esto es solo una ilusión de adolescente, una idea controversial 
            porque en el fondo no me interesa el gran público, y, como 
            es natural, me es esquivo.