Al conocer la noticia de que Raúl Zurita había obtenido el “Premio Internacional de poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca”, varios hechos personales se me vieron a la memoria.
El primero fue la noche del 11 de septiembre de 1973. Cuando fuimos trasladaron del estadio playa ancha, donde habíamos permanecidos tirados con las manos en la nuca y las piernas separadas todo el día en la cancha, posición que a lo largo de las horas era cada vez más dolorosa, los músculos se tetanizaban.
Trasladados en camión como sacos de papas, unos sobre otros llegamos al molo y fuimos embarcados en el barco Maipo, el embarque fue entre golpes y culatazos, corriendo hacia la pasarela vi la esmeralda, su color blanco resaltaba al lado de esa mole negra a la cual subíamos.
Descendimos a la cala de ese barco mercante, eran ya cientos los prisioneros que se encontraban allí, no sé si Raúl Zurita ya estaba o llegó después de mí, pero compartimos esa siniestra bodega que se llenaba de prisioneros a medida que pasaban las horas.
El segundo hecho, fue recordar a Félix Figueras, que era profesor ayudante en el curso de Historia Precolombina en la carrera de Historia. Félix era en realidad un MAESTRO. Una vez lo detuve en el pasillo del tercer piso del pedagógico ya que tenía dudas o cosas no muy claras sobre el libro "El Papel del trabajo en la transformación del mono en hombre" de Federico Engels, que nos había dado como lectura obligatoria.
Se detuvo y me dijo: "busquemos una sala libre", encontramos una y se quedó junto a mí, respondiendo mis preguntas, escribía en el pizarrón para profundizar sus respuestas, siempre con su cigarrillo encendido que no fumaba.
En las clases en anfiteatro, lo primero que hacía Félix era encender su cigarrillo y todos nos poníamos a mirar ese cigarrillo encendido entre sus dedos, veíamos como se consumía, Félix hacía su clase con pasión y sin fumar, todos queríamos ver la ceniza del cigarrillo caer.
Aún recuerdo esa salida a terreno a la región de Longotoma, éramos decenas de estudiantes donde se nos enseñaron los métodos para hacer trabajo arqueológico, Félix iba de un grupo a otro, era un apasionado.
Vino el desastre, Félix Figueroa fue detenido en diciembre de 1973 y nos llegó la noticia de su muerte en la academia naval, se decía que se había suicidado lanzándose por una ventana de la Academia naval. Estando en la cárcel en 1975, un compañero del MIR me dijo que él había sido testigo de su suicido.
Con el tiempo el juez Jaime Arancibia Pinto, logró el total esclarecimiento de lo sucedido y dictó procesamiento y dispuso la detención de varios miembros de la marina que habían participado en los interrogatorios, torturas y que provocaron la muerte de Félix Figueras.
¿Pero porqué asocio al Poeta Raúl Zurita y a mi profesor-maestro Félix Figueras?
Con el tiempo supe por José Flores, estudiante de la Universidad Santa María y miembro de Casa Quintil Valparaíso, que Félix Figueras, había desarrollado actividades políticas en la Universidad Santa María antes de los años 1970 y dejado grandes recuerdos entre los compañeros de esa época.
Estos compañeros que lo habían conocido y tratado en esa magnífica época que permitió la victoria de Salvador Allende, trataban de encontrar donde estaba enterrado para rendirle homenaje. Después de cierto tiempo lograron saber dónde reposaban los restos de Félix Figueras, en el cementerio de Santa Inés.
A fines de diciembre del 2013, estos compañeros de la Santa María, llamados también sansanos, junto a la hermana de Félix y otras personas le rindieron un homenaje frente a su tumba y nuestro ya premiado tantas veces poeta Raúl Zurita leyó algunos poemas frente a la tumba de nuestro recordado compañero.
Debo decir que Casa Quintil también ha realizado homenajes a nuestro Félix Figueras.
Una historiadora francesa, a propósito de la resistencia, de los resistentes fusilados, torturados, enviados a los campos de concentración, a los que sobrevivieron a esos años de ocupación alemana, escribió lo siguiente llamando a la MEMORIA:
"Que se trate de reediciones de libros agotados u inéditos, una treintena de libros rinden homenaje a los mártires y héroes de la resistencia a menudo doblemente olvidados en su sacrificio y en la memoria nacional”.
Gabriel García Márquez escribió: “La vida no es la que uno vivió, sino la que recuerda y cómo la recuerda para contarla”
Gabriel García Márquez, tiene razón, esos recuerdos quería contarles, los recuerdos de mi encuentro con Raúl Zurita y Félix Figueras.
Michelle Bachelet declaro el día 30 de octubre “Día Nacional del Ejecutado Político”, fecha conmemorativa para recordar a los ejecutados políticos durante la dictadura militar entre los años 1973 a 1990,
Ha sido Cochise desde Paris, para el programa viernes literarios de la Radio Casa Quintil Valparaíso.
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(y el maestro Félix Figueras en el recuerdo)
Cochise desde Paris,
para el programa viernes literarios de la Radio Casa Quintil Valparaíso