Epitafio para New York
Pincela la tierra como una pera
o pecho.
Entre tales frutos y muerte
sobrevive un truco de ingeniería:
Nueva York,
Llámele una ciudad en cuatro patas
rumbo al asesinato
aunque el ahogado ya gime
a la distancia.
Nueva York es una mujer
que sostiene, según la historia,
un trapo llamado libertad con una sola mano
y estrangula a la tierra con el otro.
Damasco
Caravana de estrellas en una alfombra verde
dos pechos de brasas y de naranjas
Damasco
El cuerpo amoroso sobre su cama
como el arco
y la luna nueva
Abre a nombre del agua
la botella del tiempo
Cambia cada día
en su órbita nocturna
Tumba de sacrificio
en un volcán deseado
Los árboles duermen alrededor de mi dormitorio
Mi cara es manzana, es mi amor
isla, almohada
Acaso no vendrás
Damasco
a la cama
al fruto de la noche
Semblante de mujer
anido en el semblante de una mujer
que mora en una marejada
a la que el oleaje arrastra hacia una playa
cuyo ancladero se extravía en sus caracolas.
anido en el semblante de una mujer
que me lleva a la agonía, que se antoja ser
luz apagada
en mi sangre que navega
a las fronteras de la locura.
* * *