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EL UNIVERSO MENOS EL SOL
Sergio Madrid
CORRESPONDENCIA
supe del viaje que emprende el amigo
hacia el rumbo misterioso de toda extranjería
desde donde se reciben cartas de reposado gozo
parece que ecos llegaran de tal éxito o tal fracaso
pero siempre la medianía se asoma entrelíneas
viví lo cotidiano a la vuelta de la esquina
cabizbajo he pensado en partir de este sinsentido
aun sabiendo que más allá del horizonte
sólo cambia el mundo su apariencia y que
el mismo sol tiembla sobre los cabellos
—por cierto nada cambió
sino mi máscara, vaya si hay lenguajes en la tierra
todo esto es babilonia e ignorancia
pero soy feliz observando las mismas cosas
que se menean en la otra parte de la tierra
con la misma gracia fútil y la remembranza
la tierra se comparte como un vino y una cena
en la distancia de los amigos entre las musas
del éxito la nueva aureola, simulando en la palabra
sobre el papel la sonrisa, vaya si hay lenguajes
en este mundo, vaya si hay idiomas
ELEGÍA PARA ANTES DE LEVANTARSE
no dejar que la noche dicte la sentencia del día
para que no haya más dictadura de la luna
en la ciudad de los hombres despiertos
¡hacerse cargo de estas cosas! La ciudad
y sus fragmentos concretos, su similitud
con las mentes ingenuas y su entorno
propiamente diverso y móvil
en tonto diálogo con el Universo, ese raro trabajo
del espíritu —no dando la espalda a los pequeños
acontecimientos humanos— de frente
como hombres sin feminismo y sin machismo
como hombres y mujeres, animales razonables
tiernos como la belleza —y el catre de luz
¿y el catre solitario? Que los gatos
te acompañen en la turbulenta rutina
del dormir y el despertar, en un torbellino
sin duda soñoliento y constructivo
peligroso como la llamada telefónica inesperada
luego el discernimiento desmembra sus ondas
y deja esquirlas en mitad de la noche
la noche se acaba. Parafraseamos:
La-Noche ha muerto, nuestra mejor frase
del día, antes del trabajo, durante la colación
o simplemente el catre solitario
nos hace un guiño de fortuna, te invita
a una especie de incesto contigo mismo, si uno
se resulta familiar, puro solipsismo
¡vaya si es rudo el día! Levantarse en estos tiempos
requiere de esos gavilanes de hierro, esas grúas
de los futuristas, que levantaban al Tílburi atollado, y pastillas
que eliminen el tedio y su posibilidad. A menos que ese día
o cualquier otro, con suerte, nos espere un acontecimiento
maravilloso, una ventana a la vida, un romance
con las tinieblas, tras el cual la luz se emboza
para entreverse después en la mejor coincidencia
de la luz y la vida. De lo contrario, sólo queda
levantarnos y atender nuestras necesidades
de limpieza y alimentación, atender nuestra utilidad
en un mundo de máquinas ultra veloces
pero el espacio urbano nos seduce
porque es obra de todos, y te acoge, y es bella
como para olvidar un rato nuestra existencia
EN LA TUMBA DE JUAN LUIS MARTÍNEZ
entre nosotros, poseedores de palabras
debemos distinguir entre la vida y sus significados
pues los últimos son pura ilusión —como sabemos
la rutina del bar y del trabajo, la complaciente
lectura dominical, revelan el universo
que las palabras desdicen —incluso los recuerdos
no aseguran en el alfabeto de la memoria
ninguna veracidad: transfiguración entre suceso y suceso
olvidos involuntarios, fragmentos, o simplemente
un ritmo de avanzada que la vanguardia obliga
¡qué decir entonces de un poema! Sé de alguno
que no escribió y lo hizo sin embargo de maravilla
con signos desencajados o anzuelos sin caña
¿pero nosotros —cuál es nuestra herencia?
¿y cuál nuestra dádiva? Si alcanza apenas
para el transporte diario y nos duele la precariedad
—¡nosotros, poseedores de palabras, vaya tumba
hallamos en los signos en la flor de la vida!—
nuestra realidad se redujo a unos cuántos pesos
a unas cuántas relaciones de amor falso o verdadero
y a un montón de amigos listos para saltar
LA GENERACIÓN ESCINDIDA
nos olvidarán después de todo, pero supimos vivir
fuera de este gran negocio de la cultura
corrompidos por el licor, la cocaína, la marihuana
mas no por el dinero, no por la fama, no
por el arribismo empresarial
nos olvidarán, es cierto, pero sólo se fracasa en la realización
eso ya lo sabíamos, cuando remontados
en una época que no nos amaba, bajo un régimen
con el cual no hubiéramos bailado por vergüenza
poníamos sobre el papel un ritmo, una imagen
que nos salvaguardara de parras y nerudas
sólo nuestras amadas no nos olvidarán
sabíamos que en el futuro inmediato no nos querrían
porque los triunfantes aman a sus loadores
y ninguno de nosotros hubiera puesto una guinda
en el falso pastel de una nueva inauguración de Chile
cuando sólo inauguraban nuestra soledad
es cierto que ahora ruedan nuestras cabezas
como chivos expiados en la noche de la historia
nuestro beso al universo no llegó a ser una luz espectacular
ni pedimos indulgencia a quienes no podremos perdonar
declarados enemigos secretos del día venidero
cuando el alba sin aura inaugure nuestro olvido
LA SEPARACIÓN CRÍTICA
si cada lector hubiera realizado
un diez por ciento de lo que leyó
los autores hubieran sido más felices
y no se les hubiera exigido
ser víctimas de su canto
hoy en que ya ninguna cosa
tiene relación natural con otra cosa
toda armonía es un hallazgo
que debe ser contemplado
como un artificio
si cada lector hubiera realizado
un diez por ciento de lo que leyó
lamentaríamos la imperfección
de un mundo que no ha sido llevado
a su cien por ciento
hoy en que ya ninguna cosa
tiene relación natural con otra cosa
toda cuerda afinada de una guitarra
parece secreta, lejana, separada
del viento marítimo del ocaso
hoy en que ya nada
quiere parecerse a otra cosa
la luna se volvió contra el sol
y el atardecer se despidió de la noche
en una soledad separada de sí misma
si cada ciudadano hoy por hoy
estuviera realizando un sueño
podríamos estar celebrando
no haber pronosticado nuestras vidas
y de haber impuesto al tiempo la aventura
FRATERNIDAD
¿te acordái del Miguel Patachueca
que nos asustaba a todos los pendejos
y huíamos de la plaza hasta la casa, te acordái cuando
vivíamos en Viña y la casa era más grande
de lo que fue después?
.. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. . .. . el pobre huevón
se cayó del muelle y lo encontraron ahogado
a ese pobre borracho le teníamos más miedo
que a las arañas, los huevones éramos
nosotros, que corríamos desprovistos
de toda comprensión, de toda compasión
un tropel de cabros chicos, ja ja, huyendo
por la plaza de Trece Norte, vaya
si éramos huevones, y él seguro que se indignaba
de los pendejos que le tiraban piedras y le gritaban
chuchadas, Miguel Patachuecaaaaaaaa, hijos de puta
pendejos culiados, y nos perseguía con su cojera cómica
ninguno se entristeció por su borrachín deceso
no había seguramente para qué entristecerse
recuerdo a mi padre encendido
por nuestro miedo que tal vez era pura culpa
nos habían mandado a colegios católicos, en fin
nada nuevo, en esa época todos los colegios
eran católicos, y éramos más malos que el natre
aunque de seguro éramos buenos, sí compadre
en el fondo éramos buenos
... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. ... no te pongái intelectual
porque ahí encontrái todo malo, es increíble
lo que hace la capacidad crítica en la mente humana:
bajo la ironía es campo fértil a la melancolía
déjate de joder, ja ja, estamos bien loquillos
siempre que jalamos terminamos hablando
del Miguel Patachueca o de Villa Alemana
o de Quilpué con la omi y el opi en el siglo XX, ja ja
sí huevón y también de mi abuela, ay ay ay
y de las primitas, que todavía están harto ricas
o de Venezuela, tan lejano, sí compadre, tan
lejano Caracas y San Fernando de Apure
donde vivía mi padre, siempre terminamos hablando
de las mismas huevás, y de mamá y después nos decimos
que se vaya todo a la conche su madre, y que
a pesar de todo igual lo pasamos la raja
y que de otra manera las cosas hubieran ido peor
¡oye, de qué nos quejamos! No seamos mal agradecidos
de nuestra herencia burguesa, mal que mal pertenecemos
a un país lleno de huevones, ja ja, larga
y estrecha manga de huevones, ja ja, llenos de milicos
ja ja, no puedo parar de reírme, ja ja, no sé si fue
el jalei o el pito. O el copete, ja ja
¿te acordai del Droli? Claro que me acuerdo huevón
el perro de la tía Mari. No huevón, el perro chico ese que
Jaime recogió del patio de la fábrica del Rafael ¿así se llamaba
ese huevón que hacía muebles? Pero ese perro no se llamaba Droli
cabeza de pájaro, por eso te quedabai copiando de la pizarra, ja ja
sí, ¿cómo se llamaba el perro? Puta que era inteligente
terminó en la casa de Viña, yo le enseñé a salir, me acuerdo
tenía una cola como de cerdo, era una especie de salchicha
súper híbrido. El Droli era salchicha por eso
te confundí’ po huevón, ¿cómo se llamaba el hijo de puta?
no te pasí pa la punta con el perro, huevón, era re contra
simpático, no como vo’, ja ja
seguro que de chicos
éramos menos huevones que ahora, aunque no sé
era una época imbécil, sí, el apagón cultural, idiota
eran los tiempos de pinocho, claro, que andábamos
¿te acordái? más borrachos que la chucha en la Av. Perú
que era todo un antro, total, los pacos nunca se llevaban presos
a los rubiecitos ni a los hijitos de su papá, estábamos salvados
en esa época culiada en que nacimos bajo el filo del verdugo
puta que nos tenían controlados, a puro copete compadre
y marihuana, pero los fin de semana no más. Sí huevón
¿creí’ que no me acuerdo de lo borracho que andabai? Si así
nos hicimos amigos. Cierto que así nos hicimos amigos
y después nos oíamos a Led Zeppelin. Sí huevón
pero en esa época a vo’ te gustaba Serrat, el muy huevón
oye, todavía me gusta. Sí serái huevón!
* * *
nosotros los hijos del tiempo
arrastramos cuerdas que nos atan a nuestros perseguidores
todavía quisiera volverme a lanzar una piedra
y burlarme de la cojera cómica de nuestros fantasmas, todavía
sería el indolente ante la muerte del borracho
ni lloraría la muerte de los perros
y correría libremente por la plaza de los olvidados
* * *
Sergio Madrid S. (Iquique, 1967) Poeta, estudió Castellano en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
En 1988 obtuvo la Beca del Taller de Poesía de la Fundación Pablo Neruda.
Ha publicado colectivamente Retaguardia de la vanguardia, 1992; Los novios de Ariadna, 1993 y Melancoholía, 2003. Textos suyos han aparecido en diversas revistas nacionales como extranjeras y en antologías en las que destacan El mapa No es el territorio: antología de la joven poesía de Valparaíso (Fuga 2007) y Antología de poetas porteños (Revista Aerea, recopilación y estudio crítico de Carlos Henrickson)
De forma individual ha publicado los libros Voz de locura, 1988; El universo menos el sol, 2000, Elegía para antes de levantarse, 2003 y Cadáveres en 2007. Y la trilogía titulada El Universo Menos el Sol.
En 2008 obtuvo la Beca a la creación literaria que entrega el Consejo nacional de la Cultura y las Artes en la categoría profesional y en el género Poesía con un trabajo que aún se encuentra inédito.
Actualmente ejerce docencia en el Instituto de Arte de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.