Proyecto Patrimonio - 2008 | index | Sergio Missana | Autores |

 

 

 


Exit Ghost. Philip Roth. Houghton Mifflin, 2007. 304 págs.

El fantasma del deseo

Por Sergio Missana
La Tercera Cultura, sábado 22 de diciembre de 2007

Con Exit Ghost, Philip Roth cierra el ciclo de nueve novelas narradas por su alter ego, Nathan Zuckerman, planteando interrogantes sobre como se lee hoy la literatura y sobre el futuro de su propio legado


La serie de novelas de Nathan Zuckerman -iniciada en 1979 con The Ghost Writer- contiene algunas de las obras maestras de la ficción norteamericana de las últimas décadas, como La Contravida (1986), Pastoral Americana (1997) y La Mancha Humana (2000). Sólo en ese contexto es posible considerar la novela que marca la despedida del célebre narrador-personaje -pese a desplegar la prosa depurada hasta la perfección, y la lucidez y honestidad habituales de Philip Roth-, una obra menor.

En Exit Ghost, Zuckerman abandona su reclusión de once años en una cabana en los Berkshires y regresa por unos días a Nueva York. "...Nueva York, lleno de toda esa gente hablando en sus celulares, yendo a restoranes, teniendo aventuras amorosas, consiguiendo trabajo, leyendo las noticias, siendo consumida por la emoción política...". Pese a su resistencia, el poder gravitacional de la metrópolis no tarda en atraparlo a través de tres encuentros. El primero, con Amy, ex pareja de uno de sus primeros héroes literarios, El Lonoff, que fue una belleza y ahora está devastada por la enfermedad y la vejez; el segundo, con Jamie, una joven aspirante a escritora que despierta en Zuckerman lo que llama "el fantasma de mi deseo"; el tercero, con Kliman, un sujeto ambicioso e inescrupuloso que se propone escribir una biografía de Lonoff.

En Exit Ghost recurren algunas constantes en la obra de Roth (y en las novelas de Zuckerman): la tensión entre la tendencia al solipsismo y la conexión con los hechos de la Historia; la obsesión por los oficios (aquí hay una breve alusión a la fabricación de maletas por parte de la familia de Billy, el dedicado esposo de Jamie); el hallazgo de una anécdota interesante de contar y la ambivalencia ante la disyuntiva de sumergirse en ella o no (en este caso, la historia oculta de su maestro, ya fallecido, El Lonoff, quien pudo o no haber cometido incesto con su media hermana durante su adolescencia). También es proverbial en Roth la intensidad de los conflictos, que son siempre desgarradores: el incesto; la elección presidencial de 2004, que marca una aguda división ideológica entre los personajes y alude a grietas más profundas, y el choque entre el proyecto del joven biógrafo -que quiere hacerse como sea un lugar en la escena literaria a costa de vulnerar la intimidad de Lonoff- y la oposición no menos vehemente de Zuckerman. La decisión de no entrar en la historia de Lonoff, la salida de escena del fantasma que deja sin resolver casi todos los nudos narrativos planteados, atenta contra la altura que habría podido alcanzar el relato.

Un elemento nuevo que introduce Exit Ghost es la decadencia de las facultades mentales de Zuckerman, que está magistralmente desarrollada, abriendo un espacio de duda a la Ford Madox Ford sobre la fiabilidad del narrador.

Tal vez el tema central de esta novela crepuscular de Zuckerman es el problema de cómo va a ser leído después de su desaparición, el temor a las apropiaciones vampíricas y tergiversadoras que puede sufrir una obra literaria desde dos frentes: las deformaciones introducidas por la corrección política en las universidades y la banalizacion de la complejidad literaria por parte del periodismo farandulero "disfrazado de interés por las artes". Por medio de Amy (y Lonoff), Roth lanza una diatriba contra las "simplificaciones ideológicas y el reduccionismo biográfico" del periodismo cultural y su hambre de escándalos: "¿Qué transgresiones ha cometido el escritor, no contra las exigencias de la estética literaria, sino contra su hermana, hijo, madre, padre, esposa, amante, amigo, editor o mascota? Sin la menor idea de lo que es inherentemente trasgresor en la imaginación literaria, el periodismo cultural siempre anda en busca de cuestiones éticas espurias... (considera que) el escritor no tiene motivos literarios... Los motivos del escritor son siempre personales y generalmente bajos". En ello se adivina una dosis de ansiedad en Roth -el más canonizado de los autores norteamericanos vivos-por el destino que aguarda a su legado.

 


 

Proyecto Patrimonio— Año 2008 
A Página Principal
| A Archivo Sergio Missana | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
El fantasma del deseo.
Exit Ghost.
Philip Roth. Houghton Mifflin, 2007. 304 págs.
Por Sergio Missana.
La Tercera Cultura, sábado 22 de diciembre de 2007.