Una atmósfera enrarecida donde predominan los temas de violencia y muerte cruzan los dieciséis cuentos que componen “La sombra del barrio rojo” del escritor talquino Tomás J. Reyes, editado por Ediciones Rocinante (Perú). La mayoría de los textos lleva un epígrafe de poetas o narradores varones, que da cuenta de las preferencias y diversas lecturas realizadas por el autor.
En la primera parte del libro, uno de los cuentos que llama la atención es “La ceremonia” donde se presenta una sociedad alineada y moralista que no acepta el adulterio. Bajo la mano de un narrador omnisciente se despliegan diversas voces que sin cruzarse entre sí y en forma de monólogo, entregan su versión de los hechos, perfilando así la vida de los amantes que deben ser juzgados. En “Pasajero del abrigo” nos encontramos con un narrador protagonista que necesita en forma urgente denunciar un hecho del cual fue testigo. En este caso, el relato cobra un giro sorprendente en los dos últimos párrafos logrando así descolocar al lector. “Una carta para Aurora Benítez” es una historia con claras notas filosóficas y existencialistas donde en forma prolija se describe la nostalgia en la que se encuentra sumido el protagonista: “Hubo días en que, simplemente, no quise trabajar. Desaparecieron mis hábitos de lectura, mis paseos al atardecer, las reuniones del jueves con los amigos y mi rutina de comer a la misma hora. Comencé a esperarla y me frustraba al saber que no vendría. No me atreví a pedirle compromisos ni a confesarle nada. Me acostumbré a la incertidumbre, a un mundo con aspectos incontrolables, zonas oscuras que irrumpen y trastocan la vida en la luz”.
En “El cigarrillo” la rigurosa prolijidad del autor tras una sucesión de párrafos nítidos hablados en monólogo convierte un simple acto cotidiano en un acontecimiento impredecible que, sin duda, el lector, leerá olvidando que está leyendo una historia cuando llegue a uno de los párrafos donde describe las emociones que la ciudad provoca en un hombre sureño que anhela volver a su pueblo: “Los cadenazos contra el tendido eléctrico tenían al barrio entero a oscuras y la posibilidad de encontrar un boliche abierto era casi nula. La urbe transmitía sensaciones de enorme vacío y, más aún, siendo Santiago una ciudad con formas rectas y sin vida, acostumbradas al paso arrollador de transeúntes y vehículos. “una ciudad muerta para los muertos”, rumió con resentimiento. Añoraba las calles de San Cristóbal y la acogedora imagen que tenía de ellas”.
En la segunda parte, la mayoría de los cuentos, confirman la capacidad narrativa de Tomás J. Reyes que desarrolla con variados tonos y registros una gran diversidad de lenguajes puestos en boca de seres que merodean por lugares ensombrecidos, cubiertos de misterio y acontecimientos que tan sólo se dan y se viven bajo el amparo de la noche. Sus creaciones oscilan entre lo extraño y lo fantástico con personajes que, se encuentran atrapados en la tragedia de su propio destino. En esta línea, Tomás J. Reyes, aunque manteniendo los temas vinculados a nuestra tierra, se conecta con la tradición rioplatense del cuento cuyos máximos representantes son: Quiroga, Borges, Cortázar.
Cabe hacer notar que algunos textos describen en forma encubierta hechos basados en la vida real que hace años se dieron en Talca. Por ejemplo, “Ciudad de nadie” recuerda una tragedia que enlutó la ciudad a mediados de los 90. Por otro lado, “La sombra del barrio rojo” narra en modo ficción, anécdotas del cura Lebret y de cómo fue su relación con “La Pecosbil”, una famosa cabrona del barrio Diez Oriente. Este sacerdote, muy querido y valorado por la comunidad, se dedicó a rescatar de las garras de los proxenetas a varias mujeres prostitutas a las que, posteriormente, por mencionar algunos de los oficios, eran instruidas en funciones de limpieza, costura, peluquería, jardinería, para luego ubicarlas en el rubro que más le acomodaba. En estos dos cuentos la trama se va dando en forma paralela ya que la historia del presente se va urdiendo con la del pasado a través de un narrador externo y protagonista a su vez, además la estructura de ambos textos se desarrolla en forma de diálogo en el que los protagonistas van narrando la historia a través de una amena y fluida conversación.
Por último, en “Sin perdón” presenta, en carácter de ficción, el caso de La calchona, que fue un brutal homicidio sin resolver ocurrido en Talca. De acuerdo a lo anterior, Tomás J. Reyes pone la literatura al servicio de la realidad para esquivar el olvido, logrando así insertar algunas de sus historias en la tradición realista chilena, vinculada, por ejemplo, a la narrativa testimonial y política de Carlos Droguett.
Sin embargo, los cuentos “La musa” y “El extravío”, a pesar de su fluidez, me parecen débiles y carentes de impacto; la primera, que es un micro-relato, es la pincelada de un instante exenta de profundidad, la segunda, a pesar de su ritmo, velocidad y de los personajes bien definidos, es un texto trivial. Pero como ya sabemos, todo libro arrastra, por momentos debilidades que no reflejan el talento del autor, ni opacan al conjunto de la obra, tan sólo quedan cómo una brisa ligera que pasa desapercibida y que nadie recuerda.
En resumen, nos encontramos ante un libro cuyos personajes son tridimensionales ya que están delineados con pensamientos, emociones propias y acciones que, al ahondar en la tragedia y pasiones humanas, quedan retenidos en la memoria gracias al lenguaje y estilo transparente con el que son presentados.
Silvia Rodríguez Bravo, poeta. Seudónimo, Profeta de Bares.
Poemarios: Entre la poesía y yo, Versóvulos, Profeta de Bares, Diario de una cesante, Año Bisiesto, Anatomía de un insomnio, Ultrajada.
Narravita: Despertar confuso (relatos), La biblia de Lilith (novela).
Obtuvo el primer lugar en el concurso Carmen Conde, (ediciones Torremozas, España, 2016)
Realiza talleres de creación creativa en Centros Penitenciarios de Mujeres y Hombres como también en SENAME y otros espacios no convencionales.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez
Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com “La sombra del barrio rojo”, de Tomás J. Reyes,
Ediciones Rocinante, (Perú) 2021.
Por Silvia Rodríguez B.