El autor de "Matadero Franklin" lanza "Aguafuerte", una cruda novela ambientada en el conflicto que también es la historia de una vertiente milagrosa en el desierto.
"Tenía la imagen de una patrulla de soldados rasos perdida en el desierto bajo el telón de la Guerra del Pacífico guiada por una figura espectral" cuenta Simón Soto (Santiago, 1981), recordando la primera idea que tuvo para su nueva novela, "Aguafuerte". Fue hace años, antes de que publicara "Matadero Franklin" (2018) y se empinara como un renovador de la narrativa social chilena. Investigó con detalles el conflicto bélico, leyó prácticamente toda la literatura que lo abordó y se lanzó a escribir una historia sobre la guerra, pero también la de Manuel Romero, un hombre del bajo pueblo que busca por la pampa nortina una vertiente milagrosa.
"Tu pasado estuvo marcado por el hálito de la tragedia; la boca de un dios inclemente y sádico sopló un aliento negro y asfixiante, Manuel, sobre tu vida y la de tu gente", escucha en su cabeza el protagonista del libro después de escapar de los bosques del sur cuando joven y terminar como soldado en la Guerra del Pacífico. La vida le ha enseñado a disparar y empuñar los cuchillos, tiene las manos manchadas de sangre y en el Desembarco de Pisagua, el 2 de noviembre de 1879, se revela como un soldado brutal. Pero Romero no está en la batalla por su patriotismo, sino
porque busca expiar sus culpas en el desierto.
"La Guerra del Pacífico es nuestro gran conflicto bélico. Nuestro gran hito en nuestra memoria colectiva. Todas las personas, incluso las menos vinculadas a la literatura o el saber histórico, algo saben de ella... No solo es un fenómeno histórico, sino también un acontecimiento dramático y por eso es tan atractivo: es parte constitutiva de lo que somos", cuenta Soto. "Siento que en general los relatos sobre la guerra son muy anacrónicos, como 'Adiós al séptimo de línea'. O demasiado estandarizados en el marco de la novela histórica. Me parece que se pierde un potencial literario. Yo quise desmarcarme de la novela histórica y utilizar este conflicto nuestro con la mayor libertad posible", añade.
Sin dar respiros y plagada de sangre, "Aguafuerte" va y viene por la vida de Romero, pero sobre todo, lo sigue cuando en la guerra inicia su búsqueda de la vertiente en el desierto junto al gringo Graham. Se les suma alguien a quien todos llaman Espanto, un hombre oscuro y misterioso que conoce tanto maniobras de guerra como los caminos del desierto. Con ellos, Soto hace de su novela bélica un western enigmático. Las batallas están marcadas por la crudeza. "La ambigüedad moral natural que tiene la guerra es algo bien inclasificable. No siempre es patriotismo lo que guía a los soldados. Los motivos siempre son mucho más complejos y difíciles de dilucidar", cuenta el escritor.
Autor de libros como "Cielo negro", "Todo es personal" y "La sangre y los cuchillos", Soto hace del personaje de Manuel Romero un eco de la sociedad chilena popular del siglo XIX. La guerra fue su destino después de años de pellejerías". Quería tratar de representar en ese personaje lo mas posible la figura del proletario chileno, que no sé si es algo que existe todavía. La idea del hombre trabajador, sobreviviente, sin ningún tipo de privilegios. Un tipo que está siempre peleando en contra, siempre frente a la adversidad de su medio ambiente", dice Soto.
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Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com Simón Soto: "La Guerra del Pacífico es un hito en la memoria colectiva".
Por Roberto Careaga C.
Publicado en El Mercurio, 10 de agosto 2023