Teresa Calderón: 
              "El Premio del 
            Consejo del Libro es demasiado importante para mí" 
          Por Carolina Andonie Dracos
            El Mercurio, 4 de agosto de 2004
           
           
          Con "Amiga mía", la 
            poeta y narradora se adjudicó el galardón de 7 millones 
            500 mil pesos en la categoría novela editada. 
            La entrega oficial 
            se realizará a fines de agosto.
           
          Hace 20 años, Alfonso Calderón invitó a su hija 
            Teresa a participar en los talleres literarios que daba en la universidad. 
            Allí encontró las herramientas para desarrollar su talento 
            poético, del que dan cuenta "Causas perdidas", 
            "Género femenino" e "Imágenes 
            rotas", títulos que se fueron gestando entre sus cátedras 
            como licenciada en Literatura.
          Después vendría otro taller, pero esta vez para descubrir 
            su vocación como narradora. Los resultados no tardaron. En 
            2001 lanzó "Vida de perras" (Alfaguara), conjunto 
            de relatos aplaudido por la crítica, al que siguió "Amiga 
            mía" (Alfaguara, 2003), que el lunes obtuvo el Premio 
            del Consejo Nacional del Libro en la categoría novela editada.
          La noticia la asombró. "Nunca imaginé que podía 
            tener alguna posibilidad en este premio al que considero demasiado 
            importante. Estoy fascinada".
          
          Sentando precedente
          Teresa Calderón es la segunda mujer que recibe el galardón 
            -creado en 1993- en el género novela. La anterior fue Andrea 
            Jeftanovic (en 2001, con "Escenario de guerra"), 
            quien integró el jurado que escogió a "Amiga 
            mía", junto a Raquel Olea, Kemy Oyarzún, Pedro 
            Pablo Zegers y Hugo Rolando Cortés.
          Una de las ventajas del Premio del Consejo Nacional del Libro, además 
            de su dotación ($7.500.000), es que permite a las obras publicadas 
            el año anterior tener un repunte en términos de difusión. 
            Lo que cierra un ciclo, en el caso de "Amiga mía", 
            que salió al mercado con excelentes comentarios, pero sin su 
            paralelo en términos de ventas. "Ahora la novela volverá 
            a circular y eso es genial, porque el libro no se termina en la publicación 
            sino en el lector. Él hace las veces de escritor: mientras 
            lee está reescribiendo, lo que para mí es una operación 
            mágica".
          -Aunque parte desde la biografía, su novela tiende puentes 
            de identificación con el público.
            "Comienza como la historia de dos amigas que estudiaban literatura 
            y el padre de una de ellas era profesor. Es más fácil 
            escribir desde la experiencia, sobre los tiempos de la universidad, 
            de los talleres. Pero después viene otra etapa que surge desde 
            la búsqueda de algo más trascendente. Mi novela no es 
            para alegrarle la vida a nadie, pero la imagino como una tragedia 
            griega: la terminas de leer y sientes que hiciste un proceso de purificación".
          -El lector hace catarsis a través del dolor que experimenta 
            la protagonista.
            "Siempre sentí que había algo de cierto en 
            esto del destino y también en la posibilidad de ver los dramas 
            de uno representados afuera y que eso te produjera alivio. Todas las 
            cosas que a uno lo han movido profundamente en distintos momentos 
            aparecen a la hora de escribir, porque cuando uno escribe, la mente 
            se transforma en un tiempo sin tiempo, ahí se mezcla todo, 
            como en los sueños. El pasado aparece como en un presente revisitado. 
            Cuando hice la novela, viví un poco disociada entre estas dos 
            amigas que finalmente son dos pedazos de mí. Siento que les 
            abrí el alma, les saqué la piel y las expuse, para que 
            fueran a la vez espejos de otras mujeres".
          Consciente de que "hay que seguir contando historias", 
            Teresa Calderón ya tiene lista una novela para publicar en 
            2005 (Alfaguara). Aún sin título, se abocará 
            a la relación de pareja: "El desafío fue no caer 
            en la típica historia de amor escrita por mujeres".
          
          También ganaron
          En la categoría de obras editadas, además de novela, 
            anualmente se distinguen los géneros de poesía, cuento, 
            ensayo y teatro. En esta versión, los ganadores fueron "Nada" 
            (Lom), libro de poemas de Malú Urriola; "Ciertas criaturas 
            celestiales" (Ril), relatos de Jorge Díaz; "Hombres 
            de palabra" (Sudamericana), de Manuel Vicuña, y "Antología 
            de obras teatrales" (Ril), de Egon Wolf. El Consejo adquirirá 
            300 ejempares de cada título para distribuir junto a la Dibam 
            en la red de bibliotecas públicas.