ÓSCAR HAHN presenta Mal de amor en la Feria del Libro de La Serena. Febrero, 2010.
Presentadora: Teresa Calderón
.. .. .. .. .. ..
Óscar Hahn nació en Iquique, Chile, en 1938. Es Master of Arts por la Universidad de Iowa y Doctor en Filosofía por la Universidad de Maryland. Una edición bilingüe de sus poemas apareció en Nueva York en 2009 con el título de Ashes in Love. Ese mismo año la Editorial Visor de Madrid publicó sus obras completas con el título de Archivo expiatorio. Sus poemas han sido traducidos a muchos idiomas y recogidos en alrededor de 200 antologías nacionales e internacionales. La más reciente selección es Señales de vida. Entre sus libros más conocidos y leídos de tema amoroso se cuentan Mal de amor y Flor de enamorados. Óscar Hahn es miembro correspondiente de la Academia Chilena de la Lengua y Profesor Emérito de la Universidad de Iowa.
Ha recibido entre los premios más importantes: Alerce, Altazor, Latino de Nueva York, Casa de América de España, y en 2007 en Chile, el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura. Sólo esperamos ahora que se concrete pronto lo que Chile, desde hace muchos años le está debiendo a Óscar Hahn: el Premio Nacional de Literatura que ojalá no tarde en llegar.
Ha dicho Mario Vargas Llosa lo que es innegable y que todos suscribimos a la hora del escrutinio de la obra de los poetas cuya lengua madre es la española: “la obra de Óscar Hahn es magnífica y verdaderamente original y es lo más personal que he leído en poesía de nuestra lengua en mucho tiempo”.
Y eso nos lo demuestra nuestro poeta en cada uno de sus libros. Porque Óscar Hahn no es un poeta chileno, es un poeta universal. Mal de amor es el botón de muestra en esta ocasión: una poesía que cohabita con los clásicos y se perfecciona en la coloquialidad y la ironía propias de su época y de su estilo único. Mal de amor trae aires de Catulo, de Marcial, de Anacreonte, de Ovidio; trae el juego festivo del sarcasmo poetizado en poemas como este:
Sóplame este ojo
Así que estaban tomando un café
Y conversando solamente
sóplame este ojo
y ahora sóplame este otro
para que se me vuelen los dos
y no te vuelva a ver nunca más.
El amor mira al futuro, pero es puro presente, y desde allí le hace un gran guiño a la posteridad. Hay ternura y hay dolor porque el amor ama y duele al mismo tiempo:
“Estoy sentado en la puerta de mi casa
esperando que pase el fantasma
En esta mano tengo un recuerdo triste de ti
En esta otra mano tengo un recuerdo desolado
Y en estas dos que acaban de crecerme
no tengo nada ni siquiera las líneas
Así que estoy sentado en la puerta de mi casa
esperando al fantasma que vendrá a dibujarlas
(…)”
Recuerdo alguna vez haber leído una entrevista donde un periodista le pregunta a Hahn: ¿Cuáles son los temas de su poesía? Él respondía: Yo escribo sobre el amor y la muerte, porque entre ellos pasan todos los otros temas.
Y así, creo, queda demostrado en el siguiente poema:
Con pasión sin compasión
La destrucción del ser amado por el ser amado
Es una práctica común desde la antigüedad
Nos embestimos con pasión sin compasión
Y dormimos aferrados a esos cuerpos exánimes
Al amanecer
nuestras cenizas aún lloraban abrazadas
Ahora busco tu amor
En cada resto que pasa por mi puerta
Mal de Amor, esta obra magnífica que dialoga con las imágenes de Mario Toral, nos ilustran una mirada sobre el amor y esos misterios que se producen con intensidad entre dos seres humanos a quienes les ha tocado en suerte o en desgracia coincidir en un tiempo y lugar, en su paso peregrino por esta vida. Un lección es este Mal de Amor, un regalo del lenguaje supremo que es la poesía, una joya verdadera para el alma de todos los que se aman hoy y quieren celebrar con Eros al dulce o a la dulce enemiga.