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Teresa Calderón González
Obra maciza
Por SALC
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La Sociedad de Acciones Literarias de la Región de Coquimbo postula al Premio Nacional de literatura del presente año, a la hija de La Serena, Teresa Calderón González, la cual tiene notables méritos, ya que su obra es considerada en el concierto internacional y ha sido traducida a numerosos idiomas. La obra de Teresa Calderón es amplísima y se destaca principalmente como poeta, novelista cronista y académica. Su texto “Mujeres del Mundo, Uníos”, es considerado “La Internacional de las mujeres”.
La literatura de la Región de Coquimbo tiene un importante desarrollo tanto en su pasado como en su presente. Tenemos un Premio Nobel de Literatura y varios Premios Nacionales. Indudablemente, las obras de Gabriela Mistral, Manuel Magallanes Moure, Víctor Domingo Silva, Braulio Arenas y otros, demuestran que la Región de Coquimbo ocupa un lugar en el concierto internacional. Sin embargo, desde 1984 que ningún escritor de la región de Coquimbo ha obtenido el Premio más importante de la literatura nacional.
Su trabajo de poeta ha sido desarrollado por cuarenta años; ha publicado un sinnúmero de obras en este ámbito, y muchos de sus textos han sido editados en el extranjero y traducidos a otros idiomas; especialmente, por la escritora sueca, Sun Axelsson. Algunas de sus obras poéticas son: Mujeres del Mundo, Uníos, 1984 (luego formará parte del Género Femenino; Causas Perdidas con prólogo de Floridor Pérez, Ediciones Artesanales, 1984; Género Femenino, con prólogo de su padre, Alfonso Calderón, Editorial Planeta, Santiago, 1989; Imágenes rotas, con prólogo de Floridor Pérez, 1995; Aplausos para la memoria, con prólogo de Miguel Arteche, 1999; El poeta y otras maravillas, 2000; Obra poética, Al Margen Editores, Santiago, 2003 (finalista Premio Altazor, 2005); Elefante, con prólogo de su hijo Gustavo Becerra Calderón, RIL Editores, Santiago, 2008 (Premio Altazor, 2009).
Como narradora, ha publicado novelas y cuentos, donde se acerca al intimismo y a la representación del Género en la relación de pareja frente a los cambios epocales y la caída de los paradigmas del Modernismo. Algunas de sus obras de narrativa publicadas, son: Amiga Mía, 2003 (Premio Consejo Nacional del Libro y la Lectura); Mi amor por ti, Alfaguara, Santiago 2005; Vida de Perras, Alfaguara, Santiago, 2000.
Su obra narrativa en el ámbito juvenil e infantil es también sorprendentemente importante, ya que ha llegado al alma y la imaginación de los educandos chilenos, con sus obras que propician valores universales como la ternura, la justicia, el optimismo. Obras en este ámbito son: Aventuras de Súper Inti y Analfabruja, 2000; El tesoro de la bruma, 2002; Esa mañana llovía a cántaros azules, 2002; Súper Inti y el misterio del espejo, 2002; Aventuras de Súper Inti y Analfabruja, 2011; Súper Inti y el misterio del espejo, 2011; Súper Inti y Serena atrapados en un portal, 2012.
Teresa Calderón pertenece a la denominada Generación ’80, por lo cual es una observadora privilegiada de la Generación Literaria chilena que vivió la etapa más dura de la dictadura militar. Por ello, las Antologías de las cuales ella es co-autora, resultan muy significativas para estudiar la Literatura Chilena post golpe militar. Algunas de sus obras en el ámbito antologador, son: Veinticinco años de la poesía chilena: 1970-1995, con Lila calderón y Tomás Harris, Fondo de Cultura Económica, 1996; Esto es el amor. Antología de poemas de amor de cien poetas chilenos, con Lila calderón y Tomás Harris. Editorial Planeta, 1997; Maldito amor. Cartografía de cuentos de amor chilenos, con Tomás Harris, Editorial Alfaguara, 2008; Antología de poesía chilena, tomos l y ll, con Lila Calderón y Tomás Harris Santiago, Editorial Catalonia 2012 y 2013.
En el ámbito académico, su labor también ha sido impresionante, donde ha formado distintas generaciones de profesionales y, especialmente, periodistas. Su influencia ha sido gravitante en muchas generaciones de estudiantes, donde generosamente ha realizado clases y talleres y ha entregado sus conocimientos tanto en el país como en el extranjero. Algunas de las Universidades donde ha realizado su labor profesional: Universidad de Chile, Universidad de Santiago, Universidad Andrés Bello, UNIACC, Universidad Diego Portales, American University, Finish Terrae Universidad Católica y Universidad Central. También ha sido prodigiosa su labor con el Ministerio de Educación, ya que ha sido autora y co-autora de textos escolares de los Programas de Estudios del Estado.
La Región de Coquimbo tiene magnífico Patrimonio y potencialidad al respecto, que la ubica en forma privilegiada a la luz de los procesos transformadores del mundo, donde los pueblos con fuerza identitaria tienen ventajas en este proceso. En cambio, los pueblos que descuiden su “ethos” desaparecerán, ya que con la globalización los procesos homogéneos están absolutamente facilitados. Por lo tanto, la iniciativa de la Sociedad de Acciones Literarias de Coquimbo (SALC), de postular al Premio Nacional de Literatura a Teresa Calderón signa los propósitos Patrimoniales de esta Región y busca hacer justicia a nuestro cultura “propria” y de Género, para que nuestro país no pase las increíbles peripecias y bochornos cuando a Gabriela Mistral se le entregó el Premio Nobel antes que el Premio Nacional.
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Biografía:
Nacida el 30 de marzo de 1955 en La Serena, estudió Pedagogía en Castellano en la Universidad Católica y más tarde Licenciatura en Estética en la misma universidad. De preferencias literarias bien definidas, ha expresado su admiración por los poetas griegos Konstantin Kavafis y Giorgos Seferis, por escritores del Siglo de Oro como Quevedo, Garcilaso y Góngora, y por poetas latinoamericanos como César Vallejo y Enrique Lihn. Entre sus favoritos también se cuentan obras de autores chilenos, como Tercera residencia de Pablo Neruda, Antipoemas de Nicanor Parra, Tala y Los sonetos de la muerte de Gabriela Mistral. Incluso antes de aprender a leer, para Teresa Calderón el de la literatura era un mundo familiar: gracias a su padre, Alfonso Calderón -Premio Nacional de Literatura 1998-, desde niña estuvo rodeada de libros, tuvo contacto con escritores y conoció de primera fuente el oficio de las letras. El estímulo paterno fecundó tempranamente su afición por la lectura. Según recuerda, él no era "como esas personas que dicen: hay que leer, es bueno leer, sino que llegaba con libros para todos y luego se instalaba. 'Nadie me moleste porque voy a leer', decía sin más. Y nadie podía hacer ruido, leer fue durante mucho tiempo nuestra entretención" (Navarro Paredes, Marta: "Teresa Calderón, poeta y cuentista: Latidos de mujer", Al sur, Concepción 11-junio, 2000, p. 12 (Suplemento).
En la universidad comenzó a escribir poesía en un taller dirigido por su padre y Roque Esteban Scarpa. Causas Perdidas (1984), su primer poemario, apareció en 1984. Desde entonces, libros y reconocimientos se sucedieron: en 1988 recibió el premio del Primer Concurso Nacional de Poesía de El Mercurio por "Celos que matan, pero no tanto", luego publicó Género femenino (1989), su segundo libro de poemas y en 1992 fue la primera mujer en recibir el Premio Pablo Neruda de Poesía. Luego vendrían Imágenes rotas (1995), Aplausos para la memoria (1998) y la antología No me arrepiento de nada (1999). El año 2000 debutó en la narrativa con el volumen de cuentos Vida de perras (2000). Tres años más tarde publicó El Poeta y otras Maravillas (2003), la antología Obra poética y su primera novela, Amiga mía (2003), que recibió el premio del Consejo Nacional del libro 2004, en categoría editados. El 2005 apareció su segunda novela: Mi amor por ti (2005). Además, se ha dedicado a la docencia escolar y universitaria y a dictar talleres literarios, ha publicado libros para niños y las polémicas antologías Veinticinco años de poesía chilena (1996) y Esto es el amor: Versos de cien poetas chilenos (2000). Este trabajo editorial lo realizó junto a su hermana, la escritora Lila Calderón, y a su pareja, el poeta Tomás Harris.
Su estilo literario se ha caracterizado por el uso de la ironía, el humor negro y los juegos semánticos y sintácticos, por el cruce premeditado entre ficción y autobiografía y, sobre todo, por la sencillez y sobriedad en la expresión. Su interés por la temática femenina también ha sido una constante en su trabajo, aunque no se considera feminista: "Creo que las ultrafeministas me odian. Yo tengo amigas feministas en la línea que les importa su género, que escriben lo suyo, describen su mundo. Pero hay otro tipo de feministas muy severas, muy estrictas y creo que no tengo onda con ellas. No me gusta el mundo de puras mujeres, me gusta compartido" ("Teresa Calderón: Señora de la cuatro décadas", El Mercurio, 23 de mayo de 2000, p. 11).