Tomás Harris junta a Goya, Edipo y Philip K. Dick 
              Por Andrés 
                Gómez Bravo
                En La Tercera, 14 de Julio 2005.
                  
                  
  
                  
              
            
          
          Tomás Harris (1956) es lo que podría llamarse 
            un poeta impuro: un poeta que admira a Ezra Pound y a Stephen King 
            al mismo tiempo, fan del expresionismo, la ciencia ficción 
            y los zombies de George Romero. Desde Cipango (1992) a Itaca 
            (2002), Harris ha construido una obra donde se cruzan el mito y la 
            historia, ficción y realidad: Teseo, Ray Milland en el Hombre de Rayos X, Marilyn Manson, Otto Dix, Tebas y Nueva York 
            post atómica. Todos náufragos del desastre.
 
            el Hombre de Rayos X, Marilyn Manson, Otto Dix, Tebas y Nueva York 
            post atómica. Todos náufragos del desastre.
          En Tridente, su nuevo libro, editado por RIL, el poeta escenifica 
            el infierno y el apocalipsis a través de tres figuras: Edipo, 
            Goya y Timothy McVeigh, el hombre que hizo volar un edificio en Oklahoma.
          La primera parte le da voz al héroe trágico de Sófocles, 
            desterrado en Colono, una ciudad de frontera, desperdicios nucleares 
            y bencineras fantasmas: "Quería tomar las restas del mito, 
            cuando tiene que irse al destierro, ciego, porque ahí está 
            la condensación del castigo mítico. Pero, además, 
            quería transpolarlo a un futuro apocalíptico. Para mí 
            es el sujeto en la posmodernidad desmesurada frente a un destino vacío".
          La segunda parte se titula Balada del Condenado de Oklahoma y en 
            ella toma la historia de McVeigh como un guerrero caído: "Es 
            el héroe de la primera Guerra del Golfo, que vuelve a Estados 
            Unidos y, con un odio descomunal, atenta contra sus compatriotas... 
            Es el resultado de la política de los países primermundistas". 
            El poema es, a su vez, una crónica de "la guerra de las 
            luces verdes, donde no se ve sangre, pero se derrama y se vuelve contra 
            el invasor".
          Tridente cierra con Goya y sus visiones del horror. En este 
            viaje aparecen El Bosco, las pinturas de Hopper, Cronenberg, Philip 
            K. Dick y Billie Holliday cantando Strange Fruit. Una mixtura delirante 
            y alucinante sobre la devastación. "Siento que vamos hacia 
            un espacio catastrófico -dice el poeta- y que la única 
            forma de cruzar el vacío es pasar por la catástrofe".
           
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          RIL Editores ha editado 
            Tridente, un nuevo libro de poesía del destacado poeta nacional 
            Tomás Harris.
          En esta obra el poeta despliega una amplia mirada sobre la condición 
            del hombre contemporáneo, apoyándose en las voces de 
            un Edipo que observa sin ver desde la ciudad de Colono, así 
            como en Francisco de Goya y Lucientes quien, como señala Harris, 
            "privado del paraíso de la oreja, no le quedó más 
            que el infierno de la visión". Al mismo tiempo, el presente 
            abismante que nos asalta cotidianamente desde los televisores queda 
            expresado en la "Balada del condenado de Oklahoma". Todo 
            ello en un espacio dialogante con múltiples referencias que 
            acompañan la visión poética del autor: Rimbaud, 
            Pound, Mallarmé, Céline, Bacon, expandiendo los sentidos 
            de un poemario incitante y conmovedor.
          Tomás Harris nació en La Serena en 1956. Actualmente 
            cumple funciones de Investigador en el Archivo del Escritor de la 
            Biblioteca Nacional de Chile y es profesor de poesía moderna 
            en la Universidad Alberto Hurtado.
          Ha publicado, entre otros, los siguientes libros de poesía: 
            Diario de navegación (1986), Cipango (1992), 
            Noche de brujas y otros hechos de sangre (1993), Los 7 náufragos 
            (1995), Crónicas maravillosas (1997), Ítaca 
            (2001) y Encuentros con hombres oscuros (2001). En 1993 obtuvo 
            el Premio Municipal de Poesía por su obra Cipango, y 
            el Premio del Consejo del Libro y la Lectura, categoría inédito, 
            por su libro Los 7 náufragos. En 1995 recibió 
            el Premio Pablo Neruda. En 1996 obtuvo el Premio Casa de las Américas 
            por su obra inédita Crónicas maravillosas. Ese 
            mismo año publicó, en coautoría con Teresa Calderón 
            y Lila Calderón, la antología Veinticinco años 
            de poesía chilena, 1970-1995. En el año 2001 fue 
            finalista del Premio Altazor, Mención Poesía, con su 
            libro Encuentros con hombres oscuros, publicado por este sello.