Intermezzo Tropical 6/7. Editorial.
Ciudadanos de segunda klase
Por Victoria Guerrero Peirano
Septiembre 2009
Este número doble de Intermezzo se ha ido gestando en medio del conflicto en la selva peruana. El gran tema de conversación sigue siendo nuestra convivencia insoportable (para muchos sectores) con una supuesta barbarie. Si la civilización está representada por la modernidad que practican los políticos de nuestro país, pues no es para sentirnos demasiado orgullosos como nación. Si nuestros “representantes” dicen que hay ciudadanías de segunda y tercera clase conviviendo con los reales ciudadanos, ¿quiénes serían estos últimos?
La nación es un tema que se sigue poniendo sobre el tapete en el Perú, que sigue generando tensiones altamente conflictivas con respecto a lo que somos (y es que algo debemos ser), así como lo que concierne a nuestra convivencia y lo que el poder pretende relatar de manera vertical sobre espacios y pueblos que se han percibido siempre fuera del relato nacional.
En este Intermezzo se quiere dialogar sobre las percepciones de esos espacios en otros puntos cartográficos,¿Cómo nos leen desde el “primer mundo democrático” y de qué modo nos apropiamos de esas representaciones para construir nuestro propio imaginario?, es la pregunta de este número de la revista. A partir de ella, las respuestas son múltiples, tanto históricas como actuales, literarias como políticas. Así, entre los artículos que forman parte de este dossier tenemos una contribución de Javier Garvich sobre la cultura popular latinoamericana y sus diálogos con los proyectos de la modernidad occidental. Del mismo modo, Guillermo Ruiz va más allá de lo estrictamente cultural para hacer un recuento de lo que llamamos “izquierda” a este lado del Atlántico, y el entusiasmo de cierta academia norteamericana y europea por encontrar siempre en Latinoamérica las fantasías de la acción en un nuevo modo del “socialismo”. Desde el género, la persistencia de la mirada falocéntrica sobre América Latina en dos textos culturales, y la recreación de Sorel por Mariátegui en palabras de José Antonio Mazzotti.
Este número incluye, también, un dossier sobre cine latinoamericano, nuestro homenaje a Blanca Varela, una pequeño intercambio “emiliar” de Diego Trelles con el gran Bolaño. En creación, poemas de Ida Vitale, Enrique Fierro, Reynaldo Jiménez y Bruno Mendizábal. Además, inauguramos una nueva sección de debates “Hachazos de tiempo” que trae lo suyo: sigue la polémica sobre M.E. Cornejo, esta vez en manos de nuestra querida Susana Reisz, con respuesta de Paolo de Lima; además Luis Fernando Chueca polemiza con José Carlos Yrigoyen sobre su ensayo “La hegemonía de lo conversacional” y César Ángeles L. enfatiza una visión constructiva de la pareja Georgette/ Vallejo.
Como ya es usual, quisiera agradecer a Juan Javier Salazar por permitirnos intervenir sus “Náufragos”; gracias a ello, esta revista ha podido salir adelante. De igual modo, al querido Alfredo Márquez, por tomarse el trabajo de componer la imagen que le da rostro a este número. Es realmente un lujo tenerlos alrededor de la revista. Junto a ellos están nuestros valiosos amigos que han contribuido con la adquisición de un grabado para hacer posible esta edición.
Es cierto que este número doble ha tomado buen tiempo en aparecer, pero no nos cruzamos de brazos: en el camino editamos el fanzine Links, participamos en debates y co-editamos Dorada Apokalypsis de Domingo de Ramos.
No quisiera terminar esta editorial sin mencionar la sentencia al ex dictador Alberto Fujimori, motivo para celebrar la persistencia de los familiares de la Cantuta y Barrios Altos en conseguir algo de justicia en este país de grandes injusticias.
En Lima, en el año que subieron al cielo Blanca Varela, Enrique Congrains y todos los sacrificados en Bagua, para ellos este número.