Huidobro en Polonia
Por Alfredo Lastra
Artes y Letras de El Mercurio, domingo 20 de junio de 2004.
Durante mi desempeño como Agregado Cultural en la Embajada
de Chile en Polonia tuve la oportunidad de investigar las fuentes
de las cada vez más importantes relaciones culturales entre
nuestros dos países. Estas se remontan a mediados del siglo
XIX con la presencia en Chile del sabio Ignacio
Domeyko y a la amistad, al calor de las barricadas parisinas, entre
el más grande de los poetas polacos, Adam Mickiewicz, y el
igualitario Francisco Bilbao. Profundizando en el pasado de estas
relaciones nos encontramos con algunas gratas sorpresas como es, por
ejemplo, la presencia de la poesía de Vicente Huidobro y su
relación con la vanguardia artística polaca del período
de entre guerras. Huidobro es el primer poeta latinoamericano traducido
al idioma polaco, al mismo tiempo el polaco es uno de los primeros
idiomas a los cuales ha sido traducida la obra de nuestro insigne
poeta. Las traducciones al polaco de la obra de Huidobro se vieron
facilitadas por la relación de amistad y afinidades artísticas
que entablaron en Madrid y París a fines de la segunda década
y comienzos de la tercera del siglo pasado Huidobro y el poeta vanguardista
polaco Tadeusz Peiper (1891-1969). Esta amistad se mantuvo en el tiempo
incluso cuando Peiper volvió a su natal Cracovia manteniendo
correspondencia entre ellos.
Peiper fue líder de la vida literaria y de la llamada
"Vanguardia de Cracovia" que extendió su influencia
a otras ciudades del renacido estado polaco independiente "con
sus mensajes de optimismo civilizador y confianza en los éxitos
de la ciencia, el conocimiento y la técnica" como afirmaban
los vaguardistas polacos. Peiper editó en Cracovia la revista
"Nowa Sztuka", Arte Nuevo, en la cual daba a conocer al
lector polaco las novedades literarias de occidente y publicaba algunas
obras de sus amigos de Madrid y París, Reverdy, Max Jacob,
Tzara, Huidobro, Gertrude Stein, Paúl Dermee, Armand Salacrou,
Juan Gris, Raimond Radiguet, entre otros. "El culto de la frase,
de la línea poética, es el signo de la nueva poesía
hispánica de vanguardia que tiene en Huidobro a uno de sus
máximos representantes", escribiría Peiper. En
el número 2, de febrero de 1922, en la revista "Nowa Sztuka"
Peiper afirma que "Vicente Huidobro es un delicado y laborioso
calígrafo del idioma, que supo dictar al naciente movimiento
poético español un loable cuidado de valores de una
limpia literatura poética. Lo que Huidobro inició lo
terminó el talento de la raza. De esta forma la más
joven poesía española logró en un corto tiempo
elevarse al nivel de la nueva belleza literaria, no logrado aún
por los movimientos poéticos de otros países".
En el mismo número de la revista Peiper publica tres poemas
de Huidobro traducidos por él mismo: "La Noche",
"La Lluvia" y "El Teléfono". Concluye Peiper
este número de su revista reproduciendo un trozo de una carta
que Huidobro le dirigiera, lamentablemente sin precisar la fecha y
el lugar en que fue escrita.
La carta
Escribe Huidobro a Peiper: "Mi idea estética
fundamental es la creación pura, separada de cualquier realidad
anterior. Partiendo de esta idea comencé a trabajar en 1912.
Publiqué en revistas americanas una serie de bocetos estéticos
sobre la creación absoluta. En julio de 1916 en una conferencia
en Buenos Aires, después de la cual me llamaron por primera
vez creacionista ya que en ella dije: El primer deber del poeta es
crear, el segundo es crear, el tercero es crear. Posteriormente el
término creacionismo se propagó ampliamente y encontró
adeptos en América, Francia, Inglaterra, Italia y España.
Cuando aparecieron mis obras poéticas y estudios estéticos,
la crítica se dividió en varios grupos. Unos decían
que soy científico, filósofo, biólogo pero que
no tengo nada de poeta. Otros al contrario afirmaron que soy un gran
poeta y que como verdadero poeta de nuestra época poseo un
extraordinario cerebro científico, así como tuvo lugar
con los poetas de las antiguas épocas teológicas. Un
tercer grupo me consideró un engreído o un loco. Uno
de los críticos escribió «Este pobre joven tiene
la manía de considerarse dios y da vuelta al mundo en los bolsillos
como pañuelo para las narices...»".
Pasaría más de una década y de nuevo
se publicarían poemas de Huidobro en las revistas literarias
de Polonia, en 1938 la revista "Pión" de Varsovia
reproduce los poemas "Globtroter " y "El espejo de
agua". El mismo año la revista "Nasz Wyraz"
de Cracovia, N° 2 y 7, publica "Bay Rum" y "Balander"
traducidos por Wanda Markiewiczowna con la reproducción del
conocido "Huidobro" de Picasso.
El destacado poeta y traductor Lech Piwowar (1909-1939), uno de los
líderes del Círculo Literario Artístico de la
Universidad de Cracovia, disuelto por las autoridades conservadoras
de la Universidad, publica el 6 de enero de 1938 en la revista "Czas"
de Cracovia, un estudio acompañado de dos poemas de Huidobro
traducidos por Wanda Markiewiczowna, "Como siempre el otoño"
y "La casa". Estos poemas y el ensayo de Piwowar formaban
parte de un libro de poemas de Vicente Huidobro seleccionados y traducidos
por el mismo Piwowar, Wanda Markiewiczowna y el ya mencionado Tadeusz
Peiper para ser publicados a fines de 1939. Lamentablemente la invasión
de Polonia por Alemania, el 1 de septiembre de ese año iniciando
la II Guerra Mundial, frustraron los planes.
Es dable destacar que esta antología de Huidobro se iba a publicar
antes que en Polonia fueran editados trabajos similares de poetas
tan importantes como Apollinaire, Max Jacob, Jean Cocteau, Tristan
Izara, Louis Aragón y Paúl Eluard entre otros, para
valorar el interés que despertó Huidobro entre sus pares
vanguardistas polacos. Poco después Piwowar muere trágicamente
en Katin víctima del stalinismo. En su estudio sobre la poesía
de Huidobro titulado "Vicente Huidobro, un poeta puro",
Piwowar dice "Este ruiseñor canta diferente, esta luna
brilla diferente... Pero, precisamente de eso se trata, de crear,
de una nueva visión, de una fina imaginación, como lo
definió Peiper, que en el poema suceda algo independientemente
de la normalidad del texto, anécdotas, que el poema no sea
ni una descripción ni un relato, ni un desborde mecánico
de sentimientos sino que una obra poética. Todas estas condiciones
tiene la poesía de Huidobro, un poeta puro, brillante como
la luna, que canta como un ruiseñor, que construye sus poemas
como un ingeniero".
Recientemente, en el Nº5 de 1995 y No 7 de 2000,
la prestigiosa revista "Literatura na Swiecie" (Literatura
en el mundo) publicó íntegramente la obra máxima
de Huidobro, "Altazor" traducido por la destacada traductora
y poeta Krystyna Rodowska, traductora también de Neruda y Parra.
Ambas publicaciones son acompañadas de estudios de la obra
huidobriana, la primera por un trabajo del historiador de la literatura
y crítico literario español Pedro Aullón Da Haro,
"La teoría poética del creacionismo" aparecido
originalmente en la revista "Cuadernos Hispanoamericanos".
También en este número de "Literatura na Swiecie"
se publica una selección de poemas de Huidobro del libro "Últimos
poemas" de 1948 traducidos por la ya nombrada Krystyna Rodowska.
La segunda parte de "Altazor" es acompañada de un
estudio del poeta mexicano Octavio Paz. La
presencia de la poesía de Huidobro en revistas especializadas
de la vanguardia literaria, en las catedras de estudios Iberoamericanos
y en tesis de maestría en un lugar tan lejano de la Europa
Oriental, nos confirma una vez más que la poesía de
Huidobro, un poeta de la primera mitad del
siglo pasado, tiene una connotación universal. Sin embargo
al mismo tiempo también nos confirma que la abstracción
intelectual de la poesía huidobriana no es de consumo masivo
y quienes más la disfrutan son las minorías ilustradas.
Después de todo es un poeta, escribió Piwowar, "que
en la extraordinaria pirámide de la poesía moderna construyó
la suya, una obra propia, es un poeta del campo inmortal del arte
que en el frente europeo de la cultura conquistaron aquellos como
Apollinaire y Picasso. Es un poeta cuyos primeros poemas aparecieron
a partir de 1914, cuando se construyeron los fundamentos de la poesía
moderna. Un poeta cuyos libros aparecieron en París, donde
se forjaron las más vivas ideas artísticas de nuestros
tiempos".