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EL DESIERTO TAMBIÉN  SE REPRODUCE
Reproducción en curso / Juan Malebrán
Yerba Mala Cartonera, La Paz , Bolivia, 2009

Victor Hugo Díaz
Santiago, septiembre, 2010

 

 

Con definiciones de diccionario: ALTO, TA, HOSPICIO; HOSPICIANO, NA. Así se inicia Reproducción en curso de Juan Malebrán, (Iquique  1978) comienza con la  demarcación de un territorio, con la lectura de quienes lo habitan y la explicación de su complejo significado. Alto Hospicio: el lugar elevado, pero para gente menesterosa.

Después de este parpadeo, engaño o intimidación, se nos para en la puerta un epígrafe o aclaración rotunda:

Abajo,
la ciudad es un cúmulo de luces envidiables,
al que antes del destierro yo también pertenecí

Aquí este hablante categórico que mira desde la altura o los requeríos, como un depredador, establece desde el inicio de su voz un profundo extrañamiento, además de su opción social, generacional y estética.

De este modo y desde el principio del libro, se logra visualizar un territorio y no un paisaje, como la imagen, la unidad o el pretexto central de esta escritura; bajo la apariencia de un país extraño (Toma), marginal a Iquique, aquel que inaugura el desierto hacia el interior o profundidad de un continente. Lugares y personajes que representan o más claro ponen en escena una experiencia, real y oblicua, no vertical ni horizontal, más bien incertidumbre y destinos truncados. Una experiencia propia, urbana y rapaz; por lo tanto, estamos en presencia de una “mirada” crítica, mirada que se posa sobre una intensa sucesión de objetos y momentos, momentos fotográficos en movimiento, llenos de acidez, de delicada ultra violencia, de política diaria, de corrosión humana y belleza.

En Reproducción en curso, Malebrán alcanza una certera capacidad de describir escenas notables y seleccionar los elementos significativos que al hueso y guata, evocan y detonan la tensión poética contenida en este libro.

Los tipos listos y líricos podrían decir que se recurre a lo narrativo, sí, pero sólo como fachada. Siempre está presente algo más potente que subyace, aquí lo que parece que se ve no es lo que se dice, sino una intensidad que respira, copula, se multiplica o mejor dicho se “reproduce” durante el “curso” de todo el libro:
(de Melodía Veraniega)

“Copulan moscas en los labios resecos del mendigo,
Sobre el vino derramado a sus pies”

“Copulan moscas en las manos del muchacho que lame el barquillo cruzando la calle en busca de sombra”

“Sobre el cuerpo del gato alcanzado por la micro, en la peluca del payaso, en los moluscos vinagres en los tarros”

Sin duda en este duro libro, algo se  propaga, propala y reproduce: más fracasos, soledades, postes de alumbrado, letrinas, más casas básicas, palomas, inmigrantes, virus, desierto, más moscas, buena poesía y que tanto… también este adictivo bicho que nos picó. Leamos los poemas.

 

EN EL PATIO

Sábanas blancas tendidas en un alambre de cobre
estilando el resabio del cloro y
en el horno de la carcaza de la cocina a parafina
donde anoche parió la gata: moscas posadas en
los
manchones de leche y de sangre;
en el medio:
una higuera marchita y en los bordes:
un cerco de calaminas, donde cada tarde llegan a
pararse las palomas, después de recorrer los
basurales, con pelos de perros muertos en los
picos y pedazos de toallas higiénicas y pañales.
                                                  en las esquinas:
amontonados sacos con latas y cartones, para
salir a vender en carretilla y en el fondo:  unos
cholguanes, paredes de una letrina, que es un
hoyo y un cajón.

 

 

SE NECESITA SEÑORITA BUENA
PRESENCIA

((LA TENTACIÓN DOS MIL UNO))

No hay nada que deteriore más a una mujer que
sus hijos y el hambre de sus hijos.

Por ellos aprendió a disimular golpes y
quemaduras con ángel face y asumió la
desvergüenza frente a sus vecinos que, años antes
la aplaudieron al representarlos en traje de baño,
en los festivales poblacionales.

De mesa en mesa, ella es ahora todo el desamparo
de unos labios con boquera tarareando a Juan
Gabriel.

(Destapa mi botella y parte).. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. . ..

Una moneda se ha atorado en el Wurlitzer

Golpea la maquina hasta hacerla caer y al
agacharse descubro en su muslo, una delgada
flecha rota, atravesando un malogrado corazón
verde cárcel.

.. .. .. Se levanta, muestra los cien pesos y sonríe.

((Los dientes que le faltan se los voló su amante
.. .. .. .. .. .. de un piedrazo))

 

 

LA INTERNACIONAL

Ella es la bailarina que ganó cinco mil soles
mensuales en Lima, a la que maquillaban como a
una gran estrella, mientras le daban las últimas
instrucciones antes de salir a escena.

La nena que frente a las cámaras sonreía y a
quien los reflectores seguían en cada uno de sus
movimientos.

Por ella gritaron entusiasmados los espectadores
en el estudio y en sus casas cientos de niñas
imitaron cada uno de los pasos de sus
coreografías.

Ella es la misma que atravesando las luces de la
capital, regresaba a llorar sola bajo su almohada,
anhelando volver pronto a caminar, por las
mismas calles de su triste barrio.

((Ahora, con varios kilos de más y con las tetas
caídas, su único sustento es un aviso en el diario y
el ring tone de su celular))

 

 

CENTRO DE REHABILITACIÓN

Este baño tiene un espejo que cubre de esquina a
esquina la pared, una tina con cerámicas y un
piso de baldosas, las llaves del lavamanos
relucientes, como la perilla de la puerta y el
aluminio de las ventanas.

En lugar de cortinas tiene mamparas de vidrio
corredizas y las toallas están impecables,
limpiecitas, tanto así que al moverlas dejan todo
pasado a soft.

Cagar aquí definitivamente es fenomenal, no
existe punto de comparación, con hacerlo sobre
cuatro tablas, en una caseta de cholgúan, con
temor a que se te meta un ratón por el culo.

Este baño tiene la cualidad de hacerte sentir superior
te incita incluso a echarle un ojo a lo que fuiste,
por ejemplo, ahora que ya es de noche y me
cepillo los dientes con aquafresh, me acuerdo que
en más de una ocasión, tuve que cepillarme con
sapolio y que otras tantas, a falta de cepillo, no
me cepillé.

 


 

 

 

 

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