Proyecto Patrimonio - 2019 | index | Víctor Hugo Díaz | Autores |







 



Doble vida: poesía hecha suspenso
Víctor Hugo Díaz. 3ª Ed. Ciudad de México, Cisnegro, 2019.

Por Hiram Barrios
Publicado en http://blancomovil.com.mx/



.. .. .. .. ..

La naturaleza del poeta, pensaba Keats, es la continua metamorfosis de “un ser sin identidad que solo existe para dar vida y forma a otro cuerpo”. La poesía es entonces un desprenderse de sí mismo; ser, a un tiempo, uno y su alter ego, su Döppelgänger.

Doble vida (Cisnegro, 2019) de Víctor Hugo Díaz se inserta en esa latitud poética hecha de máscaras, personificaciones y trasfiguraciones a la que alude Keats. Ya desde el epígrafe, tomado de Wallace Stevens, se anuncia una poética del distanciamiento, de la trásfuga intelectual y cultural, porque el poema surge “de estar en un lugar que no es el nuestro, y peor aún, no nosotros mismos”.

Así, Víctor Hugo Díaz (re)crea un doble en la figura de David Vincent, el protagonista de la serie televisiva The invaders (Los invasores). El argumento de esta serie de los ´60, puede resumirse de la siguiente manera: el arquitecto Vincent es el único testigo de un aterrizaje espacial y es tomado por loco cada vez que narra el suceso. Su misión es encontrar a los extraterrestres, que son idénticos a los humanos. Cualquier persona puede ser un invasor. (Esta paranoia será medular en Doble vida). En cada entrega, Vincent logrará desenmascarar a un invasor y con ello podrá persuadir a un grupo de personas sobre los peligros de la incursión extraterrestre.

Sin embargo, el protagonista de Doble vida no es exactamente el David Vincent de la serie, sino uno reinventado; dar vida y forma a otro cuerpo es, en primera instancia, un ejercicio de proyección y autodeterminación; y en segunda, una reflexión sobre el acto mismo de crear.

El poema arranca con un diálogo entre David y un interlocutor que se muestra sagaz e indolente:

—Supongo que en la vida real sucede lo mismo no te parece—
debe creerme inspector
ellos arrancan nuestras carnes derramándonos
se aparecen tras el gentío con sus naves de luto
tras ese ruido que somos por las cunetas
rumbo al gran desagüe
 

El protagonista de este libro es un inquisidor, al igual que su par televisivo, aunque el objeto de su investigación es otro: la búsqueda de este Vincent es la palabra y su arquitectura, la verbal.

Los “MONOLOGOS” de este personaje tramado por Víctor Hugo Díaz, indagan lo mismo en la recreación de pasajes de la vida consuetudinaria, que entre ficciones y evocaciones literarias (por ejemplo, Eugenia de Franval, personaje del Marqués de Sade). En ambos hay una intensidad, una densidad semántica y una percusión capaz de trasmitir un sentimiento cercano a la persecución.

El poema de Víctor Hugo Díaz adquiere tintes narrativos, cuando no fílmicos, pues las secuencias van trazando un hilo narrativo; los escenarios parecen tomados del paisaje urbano, al que cuestiona subrepticiamente:

Después se proclamaron las calles
se instauraron las muchedumbres
Se oyó la risa peculiar de los muchachos
rondando en el vacío

Momentos de tensión con pausas reflexivas van engarzando una historia que parece desenmascarar la (ir)realidad.

Descuella en la poesía de Doble vida una poética de la metamorfosis; el yo-lírico encarna un personaje de la televisión para redimensionar una búsqueda, una inquisición basada en la palabra. Sin embargo, la apuesta de Víctor Hugo Díaz no se limita a la apropiación de un personaje televisivo, sino que trata incluso de adaptar al papel el soporte que da vida a la serie. Tarea nada sencilla si se ponen sobre la mesa las insalvables diferencias entre uno y otro.

La narrativa del libro dispone de elipsis, cambios en la focalización y quiebres al más puro estilo audiovisual. Así, por ejemplo, la noche, uno de los escenarios del libro, y la lluvia, con su sonsonete apenas sugerido, proyectan un espacio en el que algo está por ocurrir. Acaso una de las virtudes de este título radique en la capacidad de evocación en la que lo narrativo y lo figurativo (lo lírico) convergen y cuyo resultado es un poema expectante, reticente, capaz de provocar en el lector, en todo momento, una sensación de suspenso, quizá no muy alejada de la que procuraba la serie a la que Díaz homenajea en este libro.

Doble vida fue publicado por primera vez en Chile, en 1989. Ocupa un lugar importante en la trayectoria del autor, y no es exagerado decir que apunta también a una nueva forma de concepción poética. Es un libro coyuntural en el que se asoma una estética de la urbe, así como una enunciación disruptiva, en la que aparecen referentes poco habituales en el ejercicio de la poesía y que abrirán uno de los senderos por el que ha caminado la poesía chilena e hispanoamericana de las últimas décadas.

 

 

Poemas de Doble vida

 

PARANOIA DE DAVID VINCENT

-Supongo que en la vida real sucede lo mismo no te parece-

- debe creerme inspector
ellos arrancan nuestras carnes derramándonos
se aparecen tras el gentío con sus naves de luto
tras ese ruido que somos por las cunetas
rumbo al gran desagüe -

El silencio de esos ojos
desde que el receptor ardió iluminando las cuencas
desde el primer día
Un sueño caído sobre el piso
Pupilas frías y dilatadas en la superficie del espejo
Mientras esperábamos en aquella habitación cerrada
pensando en lo que vendría.
- inspector, debería haberle visto parado
con su equipaje de bestia y recetarios de cocina
entre la ropa interior -

(como si el asfalto no anunciara a lo lejos
al ángel que habita fuego y penas
el que vio de sí -viéndose- su sangre
en púrpura vestido)
De allí que el vestuario          Los dibujos craneanos
Esta lengua seca de mortaja prematura
Hablando el que despierta sin saber dónde está
Depredado semi-lúcido        semi-ungular
Escupiendo de vez en cuando
hasta que el día ennegrezca
a mitad de un cigarrillo.

 

 

NADA RETIENEN LOS OJOS PARA SIEMPRE

Un cuerpo femenino baja en tacos los peldaños
Hematomas hermosos le coronan muslo
sin medias la carne blanca.
Desde su lugar Vincent la contempla
- lo primero es imaginarla desnuda
dibujando poses -
reviviendo leyendas de peste
una noche
donde no es posible dormir.

 

 

MONOLOGO III

-soñé la desnudez de Eugenia de Franval
ella desovó una estela de cabellera infantil
hacia el vacío dejado por los autos
Allí por ser lugar inhabitable;
una mano de pintura barata
telón de fondo a la neurosis
masticando entre las piernas el ácido
lo enrarecido de los barrios
figuras de primer plano animado
al ritmo aciago de lo que concluye
Si no pregunte a los muertos
y a los muertos sobre muertos
pero si los muertos no hablan
yo David Vincent o cual sea el nombre
capaz de sustentar a sangre fría ciertas cosas
que suelen conducir a la locura
Un caudal de rostros
el accidentado que aguarda su turno en la berma
después del goce.

 

 

PAGAN ROME o el afiche a la entrada de un cine

II

Pagan Rome poseía colinas
Desde arriba la ciudad le parecía un gran juego de videos
que la noche hace emerger.
Allí fuimos exhibidos       ellos
todos      como una redada ante sus ojos
Bebíamos de los pequeños pechos
manados de los muros que por estos sitios
Una breve postal        un destello
Altivas crestas de edificios
que los últimos celajes lamen.
Pagan Rome Chile Night Club
El cuadrilátero y la llanura donde descansamos la cabeza
El sueño de Calígula la noche anterior a su asesinato
Cuando creyó ser uno de nosotros
y bailó desnudo       sin decir palabra.

 

 

ÁRBOL DE NAVIDAD

En un rincón de la escena
el árbol navideño se desgaja
Ya nadie lo mira y sonríe
El árbol de navidad se yergue la primera palabra
en medio del paisaje
Todos pasan cual ruidos nocturnos
asolando el territorio
Afuera crece la calle
una cañería entrecortada en cuyas esquinas
se puede imaginar el viento que nos arrastra
Aquí la gente camina con algún rumbo
Una vieja loca recorre las veredas
no provoca risa ni viste de negro
pero es la misma de Yonge Street*
Pasa largas horas bajo el árbol de navidad
hasta ser los únicos en aquella vasta desnudez.

* La risa abunda en la boca de los jóvenes. E. Lihn

 

 

MUERTE PASIONAL

La gota de sangre lucha por trazar un hilo
sobre la boca accidentada.
A paso seguro el voyeur excita el tacto;
con los años se recordará esta hora felina
el cigarrillo opaco entre los dedos.
El cuerpo deshojado yace en la obscuridad del parque
La negra cabellera cubriendo la herida
Clavada al hígado la cólera feroz.

 

 

PABELLON F

Los enfermeros nos alejaban del frío de la muerte
Espalda contra los muros         de brazos cruzados
semejando estatuas de sal.
Una pared de libros en blanco divide la sala
La pelota de ping-pong da golpes en la mesa
(sonoros golpes reales)
Más allá unos ojos
huesos endurecidos por la espera
miran sin ver a nadie
en patios amurallados
El humo protagonista donde congregarnos
bajo el sol que sorna
La mitad de su cuerpo ramera pintarrajeada
travesti de sí mismo hecho carne
donde nos erguimos una y otra vez
-ustedes quemaron mi rostro en la televisión-
Y aquellas cuencas alucinaban lejos
en el cuadrilátero inmóvil del día.

 

 

ESCRITO EN BAJO-NIVEL

Un cuerpo femenino baja en tacos los peldaños
blandiéndose hermoso y de doble filo
Con la fuerza que se arroja al enemigo
a las ruedas de un auto
Ángel pálido y mortal
La boca cargada con carne de extraños.

 

 

LA IRREALIDAD DE LOS PARQUES

Al salir cerró la puerta
y enfiló hacia el parque
La luna llena despertaba ladridos
Un manto verde anegado de luz fría
hacía crepitar sus pasos;
pero si no se la cree uno quién –pensaba-
si todo cicatriza como en la pornografía
Porque algo parpadea y abre distinto
Ya nada por decir
Otra foto condenada a los archivos.

(Se alejó en silencio inspector;
eran otros los árboles en aquella irrealidad)



 

 

Proyecto Patrimonio Año 2019
A Página Principal
| A Archivo Víctor Hugo Díaz | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
Doble vida: poesía hecha suspenso
Víctor Hugo Díaz. 3ª Ed. Ciudad de México, Cisnegro, 2019.
Por Hiram Barrios
Publicado en http://blancomovil.com.mx/