Sellado al vacío
El otoño alcanzó su mayoría de edad
y hay un último fruto que se resiste a la caída
Abajo, el suelo pesa
El tallo no cumple con su deber
y solo esperar aguantando la respiración
actúa como adhesivo
Los juguetes del cosechador
también pesan
Cuando le preguntan Por qué
y responde Sí
. . . . . . . . . . . . pero bajo un nombre falso
Pesan
Mientras se digita en secreto la clave
para el intercambio de rostros y mercancías
“Cañerías rotas que anticipan inundación
…corteza, nidos secos y peldaños
hasta llegar a la copa del árbol más viejo”
Abajo
la Fecha de Vencimiento pesa
Al limpiarse los pies
frente a la Puerta sin Premio
–por todo lo cometido–
Antes de entrar y cerrar por dentro
dejando de este lado quemaduras
en brazo y cara
del que encontró las monedas en el fondo del pozo
Las mismas quemaduras
que hacen desconfiar de la luz
De esta luz que pesa
Esta que nadie sabe
si sigue encendida
cuando cierran la puerta del congelador
sellado al vacío.
Por la ventana
Lila y Guille
Andaba prófuga de un árbol perenne
y su excusa fue el viento
Entró como esos nombres tachados del inventario
que a veces vuelven desde el otro lado
de la nueva frontera
La hoja vino a cambiar el clima de
lo que hasta entonces fue solo una habitación
A interpretar un baile de gitana
donde cada movimiento de la falda
cada paso girando por el aire
en búsqueda del suelo
es su forma de encontrar compañía
Su herramienta afilada
con que talar un apellido hecho de madera
y luego exhibirse
Siempre femenina, siempre feliz
entre la Colección de piedras.
Tuvieron una buena vida juntos
–Toda esa tarde, hasta envejecer–
Ella había elegido quedarse.
Vuelo cancelado
Gira sobre los platos
ella lee sus órbitas y anticipa el curso
El Control Aéreo que protege la mesa
levanta a veces su campo de fuerza
–Señales de invitación–
Así funciona el juego
como la Fuente seca del Parque
que ya no atrae
Hoy tendrá que guardar la vajilla
y aceptar la agresión de las olas
que insisten en regresar sin hambre
adictas a escuchar el ruido
. . . . . . . . . . . . . . que hace el plástico
al golpearse de noche en la playa
Al final, congelar el menú
(la mitad)
Restaurar la mordida
y volver a vestir la manzana
en su misma cáscara.
Nada aterriza en los platos
El vuelo de un insecto
no tiene sabor.
Parpadeo
Cuando se mira fijo a alguien
con un ojo cerrado
es para apuntar
Aunque está hecho solo para ver
mientras mide la distancia de su hambre
se vuelve el órgano vital, el dedo índice
que obtura
cuando se juega a las emboscadas
y empieza el Game.
El ojo adolescente es la empuñadura
que obliga a que nadie se mueva
El que salió temprano a ejercitarse
imitando a un sol que no ha dormido
con el alcance máximo
del visor nocturno sobre estimulado
que juega a Ser un viejo
El que amenaza con apagar la luz
y oprimir el párpado
Sin perder puntaje
sin arrepentirse.
Casa vidrio
. . . . . . . . . . A mitad de la habitación sin luz
. . . . . . . . . . Los peces del acuario ven a través del vidrio
como se mira al cielo.
Hay acuarios de hermosura dados de Baja
Complejos Habitacionales en exhibición
. . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . que por años
registraron la migración de sus inquilinos
. . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . hechos de agua
–Nunca tuvieron mucho que decir, ni a quién–
Fueron abandonados a su propia sequía
Los okupa, son ahora líquenes
piedras ornamentales y monedas
que pasarán la noche despiertos
en su último albergue
Conchas de caracoles/parásito
. . . . . . . .. . . . . . . . . . . .vacías
que se niegan al definitivo desalojo
Resistiendo adheridas
a lo único que conocen:
La transparente casa de vidrio.
NN
Decir no
es como identificarse
Es apostar a cuánto cabe en el conteiner
donde se acopian de contrabando
los objetos perdidos
Es seguir con precisión eso que mide el cronómetro
o los latidos por segundo
que marcan los brazos al caminar
Dos péndulos de relojería
que cuelgan de los hombros
fuertemente armados
que se balancean
mientras resta con los dedos de la mano
–uno por uno, contra la palma–
las pisadas que le faltan para escapar
Hoy es el viernes de una semana calurosa
El peligro del contagio no baja la mirada
ante la caravana fúnebre y sus herederos
iba vestido para el Carnaval
Despidieron sus piezas rotas, en orden
dentro de una bolsa blanca
. . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . sanitaria y hermosa
dolida y vulgar
como el brillo cortante de una joven moneda
que se gastará de mano en mano cerrada
La última gracia
de un pez flaco y descolorido
que nunca aprendió a nadar por el aire
ahogándose a balas.
Tenía el nombre más fácil de olvidar
pero insistía en quedarse de allegado
en la punta de la lengua
–Cómo se llamaba… cómo le decían–
Pero aquí todos saben que la risa química
solo vive unas horas fuera de su boca
. . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . de su niñez
lejos de la polinización
que este año no tendrá una segunda oportunidad.
Por eso no hay culpa en las flores
ni en las especies que migran
nuevas bocas que no alimentar
pigmento y bailes que se mezclan
buscando evadir su turno en la lista
Son modelos nacionales
y hechos en el extranjero
que vuelan bajo tierra sobre vagones del Metro
Anidan en pequeñas bandadas
cerca del voltaje y los rieles
en la superficie
árboles y plazas tienen dueño
En fechas especiales se reúnen en familia
a disfrutar de los fuegos pirotécnicos
Disparos que festejan su duelo
anunciando que el bloqueo fue roto
que la Ruta de la Seda ya está abierta.
Era un nombre
tan fácil de olvidar
Se quedó a vivir de allegado
en la punta de la lengua.
Donde pisas
Las huellas esperan
listas a elegir un pie descalzo
al que adherirse
Para ellas el resto vive en otro país
en esquinas opuestas del viaje
lejos del metal y el agua que
celebran juntos su óxido
Lo que escuchan desde el suelo
todavía no sucede
Oyen hablar de
pisadas abordando cargueros
–sus bodegas pobladas con gente ilegal–
De los gestos defensivos que hace el brazo
al fingir ser un árbol
o de instrumentos musicales jóvenes
incapaces de ocultar su enfermedad
. . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . por una partitura
que no conservó de ellos
sus notas.
Las huellas pesan
y siempre están esperando
listas para elegir.