Proyecto Patrimonio - 2014 | index | Víctor Hugo Díaz  | 
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        TODO PAÍS ESTÁ LLENO DE IMPUREZAS
          Presentación Antología de baja pureza
          1987 - 2013
          Víctor Hugo Díaz, Editorial VersoDestierro, DF,  México, 2013
Por Hortensia Carrasco
        
         
        
          
          
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        Desde el sur, desde Chile, un país que no puede  esconder sus heridas, nos llega  a través  de Víctor Hugo Díaz, una poesía que como dijo Pablo Neruda, nos da golpes de  oreja. Poesía en la que encontramos desde una casa, una calle, un rincón  en  que la mirada del poeta ha recogido  el acontecer más sórdido de la vida humana.
        Y  es que es así, Antología de baja pureza, es un libro que desde el título nos  llama a adentrarnos al cada día y nos hace mirar paisajes odiosos, paisajes que  molestan, que nos hacen avanzar y nos quitan la ceguera porque  irremediablemente se nos abre una ventana por la que vemos la ruina incurable.        
        
        Los poemas que nos entrega Víctor Hugo Díaz, nos  hacen percibir la verdadera magnitud de las cosas, es decir, la muerte y el  sufrimiento que son inevitables y que además desvirtúa las explicaciones  optimistas de la existencia. Entonces los poemas nos hablan desde esa verdad,  por más incómoda que nos parezca, debido a que cada verso tiene un fondo vital  legítimo.
         Tan es auténtica la escritura del poeta, que logra  hacer que las palabras trasciendan, las transforma de tal modo que dejan de ser  un burdo listado de vocablos. Entonces tenemos la estación de micros, las  flores artificiales, la vejez, el mar, las plazas, los niños, las abuelas, la  arena, vueltos construcciones metafóricas o símiles como la siguiente:
        
                        La  camisa azul de temporada
                Se  seca al viento como el ahorcado
        
                  O como este otro ejemplo:
        
                        Por  fuera las gotas de lluvia se pegan a la ventanilla   
                Parecen  una plaga de insectos transparentes
            Que han hecho un largo viaje para venir a morir aquí.        
        
        Con  lucidez  el hablante lírico resuelve las tensiones internas de su poesía mediante la  ironía y una sutil carga de humor, de ese modo, la visión trágica se hace  presente porque después de todo en qué país no hay impurezas, en qué país no  hay una esquina vacante, un tarro de basura, el paradero de micros, un camión  que se orina y deja huella.
        
                      La  verdad es otro seudónimo de la mentira
                Salió  a la calle a cumplir su itinerario
                En  el que simplemente desaparece. 
        
         Pablo  Neruda, en su discurso de Estocolmo dijo que “si suprimimos la realidad y sus  degeneraciones realistas, nos veremos de pronto rodeados de un terreno  imposible, de un tembladero de hojas, de barro, de nubes, en el que se hunden  nuestros pies y nos ahoga una incomunicación opresiva”
        De ahí que en Antología de baja pureza el autor  escribe una realidad que no nos es ajena y ese es un valor de la poesía, porque  lo que leemos en los poemas bien se reconoce que ocurre en cualquier parte del  mundo. Además la voz poética no sólo metaforiza o hace uso de los recursos  literarios, también usa un lenguaje directo y esa  combinación del lenguaje figurado y del  lenguaje literal hacen posible otro valor de la  poesía que es el de comunicar.
          
          Aunado a ello está la entrega de algunos poemas  visuales cuya temática gira en torno al personaje David Vincent, de la famosa  serie de televisión Los invasores. En  la mencionada serie de ciencia ficción, se planteaba la idea de que cualquiera  podía ser un invasor y en la poesía de Víctor Hugo Díaz, se muestra un mundo  invadido por la tiranía, la opresión y el desencanto.
          
          Es necesario precisar que cerca de la ficción está  la realidad, la cual se presenta en todo momento, la mayoría de las veces fría  y con esa gran palabra que se lee destrucción y que borra no sólo árboles,  porque es cierto, en un parque se nos puede borrar de pronto todo lo vivido en  un día. Sin embargo, la poesía logra hacer que la vida no sea un personaje  olvidado, porque en un poema se puede lograr que hasta una bolsa de basura nos  hable y nos cuente su historia. 
        Creo  que los versos que se plasman en este libro alcanzan el objetivo de  comunicarnos algo y si no lo creen, lean la antología y comprobarán que hay  ciertos momentos de la lectura que nos hacen sentir diversas emociones, que nos  ponen los pelos de punta, que nos hacen reflexionar, que avivan los recuerdos,  que nos hacen sentir rabia o dolor, y creo que eso simplemente se llama poesía  que comunica.        
         
        