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Un puñetazo en la pared:
Apuntes sobre Lo puro puesto de Víctor Hugo Díaz
Editorial Cuarto Propio, Santiago, Chile, 2018

Por Jessica Freudenthal Ovando


.. .. .. .. ..

Cierras tu puerta con seguro, pero dejas las ventanas abiertas, declara el yo poético de Lo puro puesto, inquietando y asediando al lector. Esta voz describe con precisión situaciones aparentemente fugaces, escenas secundarias que producen sentimientos de incomodidad y rechazo en los lectores. Así, las imágenes del poemario se construyen desde la memoria de un instante: Lo mismo que demora encontrar/ una moneda esquiva en el bolsillo/ hasta que el mendigo termina de pasar / y vuelve a ser invisible; también desde reminiscencias indelebles como la que se evidencia en el epígrafe: Nunca tuvo soldados de plomo, tampoco de plástico/ jugaba con piedras. Esa es la sensación de incomodidad que presenta Víctor Hugo Díaz en este su más reciente libro.

Llevar “lo puro puesto”, no tener nada: jugar con piedras, islas que nunca han visto el agua, desperdicios sobre tierras depiladas, tardes sin viento.... Tal vez por ello, las construcciones gramaticales de este libro prefieren los adverbios de negación: una sorpresa que nunca sirvió; o el deseo de Feliz Cumpleaños que nunca, nunca se cumple; tampoco el vidrio polarizado antibalas CNI/ que al final alguien bota de su casa/ para obtener la clave de la caja de seguridad/ donde se guardan los recuerdos que nunca serán. Nunca, nadie, nada… Crean el efecto de la desolación. Quizá sea esta la “vocación de perder”, de vivir y escribir, de [in]existir; descrita por un maravilloso epígrafe que resume el uso de los adverbios de negación utilizados a sabiendas para generar mayor sensación de perturbación, vacío y desolación: “… nos envidian porque cada momento/ puede ser el último, nunca elegí nada/ nunca seremos más jóvenes/ y nunca, volveremos aquí./Aquiles, Troya, 2004.

“Nadie” es el receptor interno de estos poemas dirigidos a los olvidados y al olvido, a lo que es ilegible, no codificable, pero “visible entre dos espejos mirándose frente a frente”: Huellas faciales involuntarias en el parabrisas/ que nadie reconoce        nadie interpreta / y menos aún recordará [.]

En los espacios de Lo puro puesto todos parecen muertos en vida. En esas zonas en que la memoria es casi imperceptible -como una tela de araña transparente: y castillos de arena antisísmicos/que al día siguiente nadie recordará/ si alguna vez fueron construidos. En el espacio de las urbes desérticas sólo permite cosechar propinas y contemplar animitas en terrenos baldíos. Por otro lado, el espacio de Lo puro puesto avanza desde las áreas internas de la memoria, que recorre castillos de arena, “pueblos de animitas”, la ciudad, habitaciones, las estaciones del metro, los supermercados y fábricas, construcciones en progreso, casas deshabitadas, teléfonos públicos, restoranes llenos y calles vacías.

En estos lugares se repite la imagen y acción de abrir y cerrar la puerta. Puertas: del metro, del supermercado, de una reja…Quizás metáfora de la memoria, del tiempo o de las leyes impuestas. Sin embargo, cuáles estatutos más incorruptibles que el tic-tac del reloj y el de la reminiscencia de aquello que, aunque no queremos, es imposible borrar: Como ese día de sol a mitad de mi peor invierno/ que se equivocó de dirección, de calle, de país/ de departamento/ y se metió por la ventana muy temprano/ sin ser invitado. No hay puertas ni cerrojos para el paso del tiempo, para las estaciones y la luz. Cerrar la puerta no sirve de nada.

Las escenas de Lo puro puesto son, evidentemente, secundarias. Incluso escenas que cualquier director sería forzado a borrar de un film mainstream. En vez de ver el impactante choque del auto a toda velocidad, volar por la autopista, vemos, en Servicio de postventa, uno de los poemas más impactantes, una calle donde los policías clasifican los vehículos recién accidentados. Allí los “objetos culpables” y sus restos tienen incluso la capacidad de almacenar información de “encuentros y despedidas” En este texto parece que a lo lejos escuchamos la voz de un oficial: -Ahora son importados, de todos los continentes/ pero igual después terminan aquí/ llegan desde cualquier camino público/ de mala muerte/ que al menos una vez sirvió para algo.

Los personajes de Lo puro puesto no son los del mainstream, salen de las curvas de la muerte y las animitas, de las escenas del crimen, de los departamentos vacíos…También son barrenderos del peso y del tiempo, gatos kiltros, trabajadores del frigorífico, adolescentes que empuñan armas por décadas, migrantes, locos y cómplices, alguien que se limpia el culo sin saber quién lo ensució, esos, los que nunca saben a cuál especie pertenecen; unidos todos por la vocación de perder. Los personajes de este libro nadie son, nada tienen: así lo encontraron, nada en las manos. Fantoches, extras y secundarios que encallan en los espacios de la muerte y la desesperanza: Hay un edificio donde nadie está vivo/ departamentos de un metro cuadrado/ bajo tierra.

Pero ello tampoco importa, ya que nadie ni nada será recordado. El olvido y la memoria son un juego peligroso: las calles cambian de nombre con los nuevos gobiernos. Por ejemplo, en “No hay vacantes” leemos: esa hora del frío/ o el crepitar leve de un cigarrillo de contrabando/ que se termina de quemar, mientras todos lo olvidan, y las voces de los personajes tampoco son capaces de recordar por el alcohol, por las drogas, por la angustia o la desolación.

Aquí otra muestra: Cuando al lado sólo hay dinero falso/ y la respuesta es: no me acuerdo/ no sé lo que hice ayer…/…era el último Teléfono Público de monedas/ solo  en el Centro Comercial/ mientras nadie llegaba/ por el camino bloqueado       huérfano de pies. “Se inicia el cierre de puertas” es el poema más inquietante en relación a la temática del olvido y la memoria: Pero ya actuaba raro/ parecía imitar los gestos sospechosos/ del policía viejo y enfermo dado de baja/ que todavía en su cabeza/cada mañana/ persigue al verdadero culpable/ del terrible delito de olvidar [.] 

En cuanto al lenguaje de este libro, es un lenguaje voraz, hambriento: Desde aquí despegan aves marinas que vuelan sin ninguna razón continente adentro/ No se alimentan de peces/son bandadas de aviones de guerra/ buscando presas, ojalá dormidas. Los objetos cotidianos, aparentemente comunes son culpables: los lápices no saben escribir, la madera habla, donde las cajas de cartón todavía están ahí embalando objetos y evidencias del crimen, etc.; y las geografías quedan siempre inconclusas: cruzamos el desierto “chileno” y llegamos al “mexicano” sólo siguiendo las huellas de la muerte. De esta manera, el epígrafe del chiapaneco Jaime Sabines es cabal y rotundo para enfatizar las intenciones y efectos del autor: La poesía ocurre como un accidente, /un atropello, un enamoramiento, un crimen;/ ocurre diariamente, a solas, / cuando el corazón del hombre se pone a pensar en la vida.

Víctor Hugo Díaz condensa en el poema “Mano de obra” varios de los efectos de sentido y líneas de lectura de Lo puro puesto. Aquí unos versos:

[…]como el Caballero que perdió a su yegua sobre la mesa de azar/ interpretando un papel secundario/ frente a las cámaras de vigilancia/ antes del desastre y la fiesta/ donde el humor es otro órgano sexual.

Hay una presa que no sabe que la observan/ Una mascota liberada en su hábitat natural
que no es otra cosa que la juventud/ donde el único miedo, es no sentir miedo.

Cada día llegan nuevos vecinos, extranjeros / que cierran sus puertas con seguro
pero olvidan las ventanas

Al final me quedo con la idea de que Lo puro puesto sólo puede definirse a sí mismo, con los versos de su autor:

Es así, tan definitivo
                                   tan violento y suave
como un puñetazo en la pared.

 

La Paz, Bolivia, marzo de 2019.

 


* * *

 

Muestra de poemas

A todo eso que es visible,
a lo que sucede entre dos espejos, frente a frente,
mirándose.

 

  

 

Lo puro puesto

 

 

“En este negocio nada se fía –Te juro, nada tengo
lo puro puesto, mi odio.”

Hablar con extraños, No tocar

 

 

JUGAR CON PIEDRAS

                                                 Teniendo que elegir sólo una
en la playa más pedregosa.

 

El ridículo o el ruido de una piedra hacen mirar
girar la cabeza siguiendo el movimiento
. . . . . a velocidad de batalla

bisagras vertebrales oxidadas
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . de mala calidad
y las partes del cuerpo más valiosas
acariciadas en épocas de abundancia

Lo mismo que demora encontrar
una moneda esquiva en el bolsillo
hasta que el mendigo termina de pasar
y vuelve a ser invisible

“cuerpo joven que escucha
una canción tan vieja…
…alguien que llama o toca el timbre
hasta quedar fuera de alcance”.

No debe haber tacto con la tela transparente
Solamente observar el estampado
. . . . . . . . . . . . .diseños de insectos voladores
Textiles de araña MADE IN CHILE
puestos a la venta
en casas deshabitadas
mientras se gana territorio enemigo
y crece la vocación de perder.

Antes del ataque
jugar con piedras es sinónimo de vitrina rota
de espejos nuevos o packs de cerveza vacios
traiciones de plástico      
y castillos de arena antisísmicos
que al día siguiente nadie recordará

si alguna vez fueron construidos.

 

 

MATERIALES LIGEROS

Las pisadas de los que huyen
se pueden escuchar durante la sequía

son el crepitar de flores
y pastos muertos del año anterior
donde cada paso dice algo

historias inconclusas que suceden
entre Estaciones del Metro
o construcciones de material ligero
que los puertos y el aburrimiento
de no sentir miedo        se llevarán

odios amados que se cocinan por horas, un día a la vez
a fuego lento durante años
en este vertedero de puertas abiertas;
pero clausurado a los que piensan en escapar.

Islas que nunca han visto el agua
apenas calles pavimentadas
y explosiones extranjeras fabricadas
. . . . . . . . . . . . .para reunir a los amigos
pero sólo a los que puedan recopilar extremidades
armar el rompecabezas
y después sepultarlo.

Cuando al lado sólo hay dinero falso
y la respuesta es: no me acuerdo
no sé lo que hice ayer…
…era el último Teléfono Público de monedas
solo             en el Centro Comercial     
mientras nadie llegaba
por el camino bloqueado       huérfano de pies.

Los barrenderos saben rastrear el peso y tiempo
que dejan los desperdicios sobre tierras depiladas
también leen el silencio que cometen las hojas secas
junto a árboles desnudos exhibiéndose en público
. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . .una tarde sin viento.

Pero no importa, todos han vuelto, nadie huía

ya crecieron los pastos         levantaron nuevos techos

regresó la lluvia.
SE INICIA EL CIERRE DE PUERTAS

                                                                                         a los desconectados…

El cuerpo no tenía ganas
. . . . . . . . . . . . .y nada que hacer
como el gato kiltro* que no es de nadie

Esta vez llegaría temprano
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .pero igual atrasado
después que la sesión y las puertas del Metro cerraron.

Quería conectarla
y tocarse a través de “nuestra” pantalla
“juntos para siempre” después de su turno
frente a frente al teclado
y la cámara que los une

al menos escucharla mientras trabaja
y seguir sus instrucciones por el altavoz
de alguna Estación
o agregar amigos de sus amigos
para visitar lo que hace
y respirar una pequeña dosis de su aire

apretando con fuerza la tapa de cerveza
entre pulgar e índice hasta doblarla

como si al querer reiniciarlo todo
la imagen alcanzara la edad en que se tienen todas las edades
y ganar otro enemigo
fuera el más bello obsequio
iniciando el cierre de todas las puertas.

Pero ya actuaba raro
parecía imitar los gestos sospechosos
del policía viejo y enfermo dado de baja
que todavía en su cabeza
. . . . . . . ............ . . . . .cada mañana
persigue al verdadero culpable
del terrible delito de olvidar

 

*Perro de raza mestiza

 

 

HELADOS

Los dedos nunca andan solos
Escapan desde el otro lado de la ciudad
manchas de sangre y semáforos en rojo
conduciendo un carro de Supermercado
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. . .lleno de ganancias       
a exceso de velocidad.

Como el trabajador del frigorífico
que abre temprano el negocio
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. antes de los disparos
a la hora en que se decide dejar la infancia
. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .. . . . .. y envejecer
para ser adolescente por décadas
empuñando un arma casi falsa
mientras lo único sembrado
ya comenzó a reproducirse.

Un buen golpe madura bajo el sol
primero se arrojan las redes
para ver si amanece
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. los anzuelos, después
-el que mira a todos lados y sus llaves
                                                           son la carnada-

Pero la luna siempre es quien dice la verdad
justo antes de eyacular en su cara
bajo amenaza de no contárselo a nadie
Escombros que sirven de pantalla
a una casa de seguridad en Ciudad de México
donde alguien se lava el culo
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. ensuciado por nadie.

Ahora parece que todos los pájaros
con un mensaje atado a la pata
perdieron su dirección para repartirse el botín
La colilla de cigarro que siempre
quiso provocar  un incendio
antes de apagarse.

Hoy es el día más caluroso        
y los Helados seguirán vendiéndose en las calles

Pero el dinero, por fin, se derretirá en otras bocas.

 

 

DESDE AQUÍ ARRIBA

En el techo hay mapas físicos
Los trazaron la pintura y las espátulas
a medio terminar:
mesetas, baldíos, inundaciones y ciudades
que se pueden ver desde aquí

desde lo más alto de la cama.

Son imágenes satelitales
mapas dibujados sobre una tierra
. . . . . que sigue siendo plana, pero con arrugas
donde cada imperfección
es un yacimiento rico en pobreza

mientras espera que amanezca
para firmar el documento
con ella             para siempre
pero en direcciones opuestas

espalda contra espalda
hasta que la policía “nos separe”
cuando las buenas noticias
son no recibir noticias.

Hace años que no pintan el techo:
sólo hay Alprazolan y países descascarados

que algunas noches
provocan vértigo

desde lo más alto de esta cama.

 

 

SERVICIO DE POSTVENTA

No te detengas, no dobles  aquí,
                                                                                                    sigue conduciendo.

En esta calle, en sus dos orillas
la Policía clasifica y almacena
los vehículos recién accidentados:
fierros, neumáticos y fibra de vidrio
capaces de almacenar en sus restos
toda la información, la suerte
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. de encuentros y despedidas.

-Ahora son importados, de todos los continentes
                               pero igual después terminan aquí
llegan desde cualquier camino público
                                               de mala muerte
que al menos una vez sirvió para algo.

Los traen con el rigor mortis ya desmantelado
. . . . . . . . . .. . . condones sin usar, botellas
. .documentos de identidad y material retorcido
Huellas faciales involuntarias en el parabrisas
que nadie reconoce        nadie interpreta
y menos aún recordará.

El impacto fue como un regalo usado
pasado muchas veces de mano en mano
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. una sorpresa que nunca sirvió

Factura de bencina arrugada
o de tienda al paso, comida rápida.

Oferta, un regalo, usado y la primera cuota

Vacaciones antes de ese último aniversario.

 

 

PUERTAS CLAUSURADAS

Siempre estuvieron abiertas
son párpados, boca, piel
. . . . mucho ruido y respiración

dos hojas todavía verdes y flexibles
que se vinieron a vivir conmigo.

Del otro lado ya se escucha
la amenaza metálica, el manojo de llaves
. . . . . . . . . .. . . agitándose en manos
del verdadero dueño de la cerradura
que necesita sólo una para abrir o cerrar.

Entramos juntos por la ventana
ellas aceptaron vivir conmigo

eran flexibles y verdes

fue en abril.

 

 

LA EDAD DE LAS COSAS

El cerrar y abrir las puertas automáticas
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. del Supermercado
marcan el ritmo, el código de barra
. . . . . . . . . .. . . . . ... . . .. y las cámaras
que graban a simple vista la cantidad de productos
el precio y la edad tan sola de esas cosas
de esos cuerpos que entran y salen
con la precisión que parece entregar la ebriedad
o un buen estado físico, saludable
con efectos secundarios y contraindicaciones
que para algunos       a ratos
. . . . . . . . . .. sólo se llama arrepentimiento.

Es el ruido de lata de cerveza que al ser destapada
nos despierta en una habitación vacía
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. que ahora se arrienda
mientras otros toman vino malo en copa
de cristal italiano trisado, un mensaje de voz
escrito en la puerta de un baño público
un barrio, alguna ciudad.

El mensaje habla de un niño que le arrancó las patas
a un insecto por primera vez
para el que hoy, no habrá regreso a casa

También del libro que anda perdido entre basureros
cuentas de electricidad sin pagar
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. manos tibias y bolsas de reciclaje

Como ese día de sol a mitad de mi peor invierno
que se equivocó de dirección, de calle, de país
de departamento

y se metió por la ventana muy temprano
sin ser invitado.

 

 

OBJETOS CULPABLES

Lo primero sería sentarse
a deletrear la palabra DESIERTO

al lado izquierdo de un crimen recién cometido.

Porque la culpa será siempre de los objetos
objetos sospechosos en la escena
armas, sobrenombre.

Al parecer, quedaban deudas pendientes:
un lago que se evaporó en sólo una noche de lluvia
o el deseo de Feliz Cumpleaños
que nunca, nunca se cumple

donde la sangre se esparce       fluye
por las imperfecciones
y la geografía mal terminada del suelo de cemento
barricadas levantadas con materiales ligeros

prueba suficiente de un trabajo mal hecho
pero que al menos sirvió
para dejar escrito su último mensaje.

Así es la suerte, sólo para algunos:
el primer recluta muerto en una guerra
o el último, segundos antes de la rendición incondicional
cuando la intemperie, el agua o la tierra seca no importan

tampoco el vidrio polarizado antibalas CNI
que al final alguien bota de su casa
para obtener la clave de la caja de seguridad
donde se guardan los recuerdos que nunca serán

donde se esconde ese vello púbico
depilado tantas veces, hecho de tiempo sintético
del que se vende en todas las ferreterías
en oferta, hasta agotar el stock.

Igual a estar desnudo en posición fetal
en medio de las piedras o de la vegetación y la brisa

extrañando lo bello y tóxico
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. de las aguas contaminadas
el sudor del sol         su brillo dorado

el precio en oro de todo lo que no se tiene

dorado seco en la piel                    todo el día
esperando el brillo de una limosna.

“Viajero, si escapas de esta cárcel
                                                  y vas a Esparta
dile a todos que fuimos culpables, que nos rendimos
que nos apuñalamos tras las rejas
en cumplimiento de su Ley”

 

 

CAMBIO DE HORARIO

Amanece, llegó el día de la cosecha
Los mercados se llenarán con frutos de Estación
y funerales a los que nadie asistirá
ni siquiera las palas

como esos recuerdos que a veces tienen algún uso
tomando sol o el frío
. . . . . . . . . .. . . . . . en un desierto sobre poblado.

Dicen que ayer construyeron más edificios
por la avenida principal
entre esta calle y la otra

Algunos ya hablan de materiales resistentes
de vigas que no son de acero    de barricadas
fortificaciones
y músculos de párpados que no colapsan
que se abren aunque haya luz.

Como el sonido seco y metálico
que susurra el percutor del arma, en voz muy baja
el gatillo que dice la última palabra
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. justo antes de la ejecución

Con la misma fortuna del pulmón desahuciado
que vive su cigarrillo final
y por primera vez desde hace tanto, tanto
ve las formas del humo
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. casi azul
bailando contorsiones
sobre el escenario que no es más que un rayo de luz
filtrándose entre las cortinas

por donde todo se escucha: el clima, año, hablar                 
. . . . . . . . . .. . . . .. . . .. . . . . . . . . . . .. . . .. el olor
y el cambio de horario en esta ciudad.

 

 

NI CERRO NI CAMPANAS

Hoy almorcé en su casa de descanso
Lo había esperado por tantos años
Pero no vendían alcohol.
Anónimo

 

Después se supo que se llamaba Maximiliano
“el loco austriaco” y algún apellido
El Informe Médico dijo que era medio blanco
de algún país
de muy al sur

a sus dos cómplices nunca los identificaron.

No hay capilla donde cayeron
sólo una animita en recuerdo
sobre tres manchas de sangre
                                    -alguien los quería-

las huellas de tres tipos que la dejaron toda
tan de madrugada a esa hora de la juventud

Ellos no fueron fusilados
los apuñalaron al amanecer, tenían deudas.

Así encontraron al loco austriaco, al Max
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. así le decían

un callejón en Querétaro, sin nombre, sin número
y muy lejos del Cerro Las Campanas.

 

 

LOS LÁPICES NO SABEN ESCRIBIR

No saben mentir
menos cuando están lejos de casa
su periferia y los vertederos vivos

cárceles concesionadas
o las terribles consecuencias
que pueden dejar el rocío, el cambio de Estación
y lo rico que es
saludar en invierno a los extraños.

El martillo sólo sabe de clavos
pero escucha entre golpe y golpe la vibración y el ruido
que hacen los muebles que se mueven en el piso de arriba.

Los lápices tampoco saben leer
nacieron con síndrome de abstinencia
. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . .. . . .. ya de fábrica
en medio de una fotografía digital

la familia retocada en sepia, suplantando a lo que no fue
con la misma mirada
a que huele el combustible de alto octanaje

la voz inflamable que se deja ver
pero que no se oye

tan sólida como el vacío
que prefirió quedarse en esa habitación
ya remodelada hace tantos años

donde las cajas de cartón todavía están ahí
embalando objetos y evidencias del crimen

el Estado Físico de la Materia
de esos recuerdos, una mañana
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. donde todo se hizo tarde.

El que nunca supo a qué especie pertenecía
cuál insecto
cuáles hierbas
qué desperdicios

y arbustos a la orilla del camino.

 

 

LA MADERA HABLA

“Una playa sin mar, un invierno”
Grafiti anónimo en Caleta de Horcón

 

La madera ya no cruje, sólo recuerda
“para ella todo es presente”

Él, olvidó su nombre y donde vivía
era caminar, caminar… doblar algunas esquinas

-es que las calles cambiaron de nombre
con el nuevo Gobierno.

Desde aquí despegan aves marinas
que vuelan sin ninguna razón continente adentro

No se alimentan de peces
son bandadas de aviones de guerra
buscando presas, ojalá dormidas

esas que no quieren ser penetradas por extraños
así como el mar y los navíos que se detestan
o los monumentos de mentira
. . . . . . . . . .. . . . . . .que para nadie son necesarios.

Las ciudades y los puertos
se pueden disfrutar desde lejos
pero no de sus ruidos nocturnos
de la música
. . . . . . . y sus luces

sino cuando los brillos se apagan
cuando cambia la fecha y comienza otro día.

Es así, tan definitivo
. . . . . . . . . .. . tan violento y suave
como un puñetazo en la pared.

 

 

 

La poesía ocurre como un accidente,
un atropello, un enamoramiento, un crimen;
ocurre diariamente, a solas,
cuando el corazón del hombre se pone a pensar en la vida.

                                                                       Jaime Sabines

 

 

 

Es sólo abrir los ojos
y escuchar cómo se construyen los edificios
desde arriba.
Comienzan por el último piso
el primero… se guarda para el final

Anónimo

 

 

 

NO HAY VACANTES

Afuera de la Obra, muy temprano
esperan por trabajo.

Llegan camiones con cemento
hay vigas de acero ya levantadas
las grúas de construcción se mueven
y se escuchan ruidos que prometen

el de los músculos y articulaciones
. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . .. a esa hora del frío
o el crepitar leve de un cigarrillo de contrabando
que se termina de quemar, mientras todos lo olvidan
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. apenas una colilla
pero con el gran talento no comestible
y la ventaja inútil
de ver lo que está pasando a diez años de distancia.

A este lado del vidrio o del acuario empañado
hay una flor roja que vive en un departamento
Escucha abrir y cerrar las puertas en el piso de arriba
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. es como el paso de las estaciones

nunca ha salido, pero es feliz.

Este invierno su tallo se dobló
señalando a la ventana
apuntando a algún sol impotente
a un jardín, que cada año, amenaza con brotar

ese amigo imaginario, que al final se descubrió
. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . .. que siempre mentía.

En frente, al costado del Parque
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. ellos esperan en fila por un trabajo

para poder vaciar las carretillas, sonrientes
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. llenas de todo lo que les falta.

 

 

BUZÓN DE VOZ

Lo más extraño eres tú
ese al que le estoy hablando, a mí.

Nos reuniremos este verano a ver la puesta de sol
alrededor de una fogata apagada y humeante
sobre arena usada para la Construcción
pero muy lejos del mar.

Esta voz que deja el mensaje, nunca pisa la sombra
que proyectan los cables de Alta Tensión

piensa que transportan sangre
como el sexo duro cometido entre la jeringa y la vena
desde que se conocieron
y descubrieron que eran el uno para el otro

siempre pensando en piedras
la noche más larga del año
cada vez más a menudo
y sabiendo que no son piedras.

Es el movimiento hacia arriba
que hace el brazo justo antes de abrir el puño
. . . . . . . . . .. . . . .. . . . . . .. . . .. y soltar las semillas
imaginando la próxima cosecha, la ganancia.

Igual al que se adentra y se pierde
en un bosque de silencio prefabricado
de madera extranjera inflamable, de cemento falso
y agua artificial.

Se adentra, se pierde y huye

para no seguir resistiendo en una batalla
sin más pertrechos que la derrota
y ese libro que se perdió
apenas empezado a leer
esperando el sonido dulce de un Altavoz
o el rugir de la motosierra

El anillo que busca ese único dedo que necesita.

 

 

POR ORDEN DE LLEGADA

                                                                                    “… nos envidian porque cada momento
                                                                                       puede ser el último, nunca elegí nada,
                                                                                   todos mueren, unos antes, otros después.
                                                                                      Nunca seremos más jóvenes que ahora
                                                                                                       y nunca… volveremos aquí.”
Aquiles, Troya, 2004

Hay un edificio donde nadie está vivo
departamentos de un metro cuadrado
bajo tierra

Aunque es de madrugada hay luz, pero no sol
“dice que no recuerda cómo brilla, a esa hora
en que los pájaros comienzan con sus ruidos molestos
que sólo atraen lluvia”

Llegaste primero pero te gané en la edad
Está tu nombre, tu dirección y mi apellido
como en un partido de fútbol
entre un padre y su hijo donde no se gana.

Es un objeto extraño ese metro cuadrado
. . . . . flores secas, casi un órgano
. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .. . .. no un sentido
pero capaz de olfatear el fracaso
y delatar la posición insostenible ante los amigos.

A veces en algunas estaciones no hay ruidos
sólo luciérnagas

en otras, colillas de cigarro, ceniceros
y pipas con pasta base que cada tanto
se iluminan.

 

 

LIBRERIA QUEMADA

Los recuerdos como los libros
se pueden ordenar en estantes y repisas
clasificarlos por tema, por edad, por dolor.

Primeras ediciones que quedaron impresas
con lágrimas
mentiras, colores y sonrisas.

Con el paso de los capítulos
las voces y los personajes han ido cambiando
sucedió en tan poco tiempo
como un silencio hablado a señas
o las últimas palabras del muerto
dirigidas a un vivo que acaba de nacer.

El acuario estaba lleno de agua esa noche
. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. pero seco de peces
donde sólo se escuchaba el ruido áspero
que hace el dinero al ser contado.

No pudo escapar del incendio

Así lo encontraron, nada en las manos
. . . . . . . . . .. . . . .ningún recuerdo
sólo cenizas y dinero quemado.

 

 

* * *

 

Jessica Freudenthal Ovando, escritora boliviana. Trabaja en poesía, ensayo, cine y arte. Nació en Madrid, España,  el 6 de junio de 1978.
 En poesía ha publicado hardware (Plural, 2004, Mención de Honor Premio Nacional de Poesía "Yolanda Bedregal"),  Hardware segunda edición corregida y aumentada (Plural, 2009, primera edición 2004), el mismo título se publicó en México en Santa Muerte Cartonera (2010) y Poemas Ocultos (Yerba Mala Cartonera, 2006). Demo (Catafixia 2009 y Plural 2010), El filo de las hojas (3600, 2015). Su obra puede encontrarse en antologías de Argentina, Alemania, Brasil, Chile, España, Estados Unidos, Inglaterra, México, Perú, Uruguay y Venezuela, entre otros.
En ensayo y trabajos de recopilación ha publicado Julio de la Vega: Obra Poética (Gente Común/UMSA, 2008), Cambio Climático: panorama de la joven poesía boliviana (Ediciones Patiño, junto a B. Chávez y J.C.R. Quiroga, 2009),  también ha publicado  artículos y traducciones en revistas impresas y digitales. Para niños y niñas editó la colección Patapata (Plural/Patiño 2007-2010) conformada por diez títulos de poesía boliviana. Actualmente prepara la Metodología de lectura para textos poéticos para el nivel secundario.Ha dictado varios talleres de escritura creativa y poesía en distintas ciudades y países.
Es fundadora del Colectivo LEE, junto a Claudia Vaca, a través del cual gestiona proyectos de fomento lector para niños y jóvenes, y diseña metodologías de animación lectora como la Ludoteca de Palabras.
Ha colaborado con varios proyectos cinematográficos (creación, corrección, y traducción), también comodocente de introducción al guion (ECA 2011 – 2012), asesora creativa (Quehuaya, Elías, 2018), y auxiliar personal del director (Refugiados, Bellot, 2013; Unicornio, Bellot, 2014).



 

 

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Un puñetazo en la pared:
Apuntes sobre Lo puro puesto de Víctor Hugo Díaz
Editorial Cuarto Propio, Santiago, Chile, 2018
Por Jessica Freudenthal Ovando