ESTO VEO AHORA QUE LIMPIO DE VAHO LA VENTANA FRÍA
Las fuentes de soda las comidas al paso los pequeños mercados de las carreteras. Viajeros se reúnen alrededor de una mesa: lomitos, completos, churrascos, aglomeraciones de pan palpitante la cocaína, otra infinitud de estrellas en medio del desierto. Esto veo ahora que limpio de vaho la ventana fría. Camioneros de enormes vientres redondos, bolivianos pusilánimes, kurepas, cholos maleantes, hijos o padres de padres o hijos acabados por el alcohol, el dinero embrutecidos. Yo no quería esto. Yo quería un poema que comenzara con cierto pasaje del Quijote, que terminara con ciertos versos de Vallejo, contuviera algunas líneas, robadas de Sterne, como todo lo anterior está robado de Sterne, Macedonio, Cervantes principalmente. Pero los hombres descienden a esos salones. Entre dados misteriosos y vasos de cerveza (nada lírica o nerviosa). Se objetará que mi relación con las cosas no va más allá de un ajuste ideológicamente sublimado, que se hace patente la imposibilidad del regreso. Coincido.
SOMEWHERE IN THIS HIP-HOP SOUL COMMUNITY
Tenidas deportivas en alto vuelo lírico mary poppins en descenso intenso beat humeante del desierto. Y el Marón americano (b-boy de estas ínclitas razas) desafiante desempolva el desierto y dispara:
How can we know the dancer from the dance
El cuerpo del espíritu, la locura del deseo?
Flipamos con el baile del Marón: top rock, ccs, seis pasos: un montón de pájaros de humo entre tanto alado traje. Fuera de nosotros nos encontramos en nosotros mismos, el baile es nuestro cuerpo verdadero.
Y el Marón americano nos hace el signo de la paz.
WOULD YOU PLEASE GIVE US A HAIRCUT?
¿Afro puffs, dreadlocks
Hi-top, cornrows
O las gravity-defying Medusa braids?
El Marón americano, héroe y pastor, coiffeur de los desamparados, pregunta cómo quiero cortarme el pelo, mientras los salvajes me alientan a raparme la cabeza. Y es que el calor se ha hecho insoportable, me dicen. Es que así fluye mejor el headspin del espíritu y la revolución del cuerpo es suave. O quizás porque debo nacer de nuevo y para eso es necesaria una desnudez más profunda que la que visto. Como sea, los salvajes gritan que me afeite la cabeza, mientras el Marón busca en mis ojos perdido su reflejo y yo elijo el Hi-top de la memoria: para protegerme de las aves volanderas, el derrumbe de los cielos y las inclemencias del tiempo.
* * *