La primera vez que se desveló, Vicente Undurraga (Viña del Mar, 1981) tenía siete años. Pasó toda la noche despierto, arriba de un camarote mirando por la ventana. A lo lejos escuchaba ronquidos y grillos. Solo cuando amaneció, se levantó. Pasó la vigilia "pensando en todo y nada", recordando e imaginando situaciones. El editor de Penguin Random House no lo dice, pero quizá en esa noche en que no hizo nada más que pensar se cifró un destino literario que ahora cumple con su primer libro, "Todo puede ser", un volumen de ensayos que no distan demasiado de aquel trasnoche infantil: son reflexiones sobre todo y nada, tan intempestivas e inevitables como un desvelo.
"Todo puede ser" (Ediciones Mundana) tiene una estructura que enriela esos pensamientos: son 17 textos titulados por un verbo que desatan los devaneos de Undurraga. Trasnochar, temer, creer, confiar, reír, abdicar, leer, morir son algunos de ellos. Que estén conjugados en un tiempo infinitivo no es casualidad, vienen de esa práctica cada vez más extendida entre periodistas y locutores que inician sus intervenciones por la acción, sin sujeto alguno. Así: "Lamentar la partida del conocido músico, recordarles llevar sus colaciones", ejemplifica Undurraga. Y sigue: "Por su carácter abstracto, previo a cualquier encarnación, a cualquier fijación temporal o espacial, los infinitivos anteceden a la acción. Son el verbo en estado puro".
Respuestas
Editor de Penguin, Undurraga ha estado detrás de la colección de poesía chilena del sello Lumen, que entre otros ha rescatado obras de autores como Rosabetty Muñoz, Alfonso Alcalde, Claudio Bertoni y Raúl Zurita. Antes de esa labor y hasta hoy, ha escrito en diferentes medios de prensa columnas y crónicas literarias que distan del tono de los textos de "Todo puede ser".
"Son meditaciones sobre asuntos más o menos urgentes, algunos se vinculan con lo que está pasando en el mundo, y otros un poco menos. Son meditaciones sobre la manera de estar en el mundo. Son ensayos personales en los que pienso al mundo y me pienso a mí mismo en el mundo. Siempre se dice que la literatura está hecha más de preguntas que de respuestas, pero a mí también me interesa la idea de dar respuestas, aunque sean transitorias", dice el autor.
"Caminar es respirar"; "Reír es también una forma de aprender a perder"; "La lectura, creo, es o quisiese ser siempre un acto de máxima libertad humana". Se lee entre las páginas de "Todo puede ser", en el que Undurraga avanza entre tanteos y preguntas hasta dejar caer una sentencia que luego deshoja sin apuro. Según cuenta, la idea del libro surgió para darle un marco al diario de un duelo que llevó cuando murió una amiga. También viene de la conversación que mantuvo con su abuelo, Ernesto Rodríguez (1931-2022), filósofo que ejerció una influencia magnética entre generaciones.
"Él fue una influencia muy fuerte en mi vida, y en mis lecturas y pensamientos. Teníamos una conversación muy activa hasta seis meses, que fue cuando murió. Muchos de estos textos él los leyó y yo recogí sus comentarios", cuenta Undurraga. "La red de conversaciones con Ernesto en torno a este libro y en mi vida fue mucho más intensa de lo que efectivamente sale mencionado aquí. Hablábamos sobre el entendimiento de la vida", añade.
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Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com Pensar el mundo: Vicente Undurraga lanza ensayos
"Todo puede ser" (Ediciones Mundana, 2022, 160 páginas)
Por Roberto Careaga C.
Publicado en El Mercurio, 1 de febrero de 2023