
          
        
          
          Verónica Zondek
        (De La ciudad que habito, en prensa)
          En Nayagua, revista de poesía N°17. Julio 2012 
         
         
         
         
         
        
           
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                Valdivia nació cuándo / por qué / quién sabe
                  entre añares muchos y ajuar dubitativo.
                  Pero sí
                  con ella fatal
                  soñé fecunda
                  en ahora tiempos que corren dispersos.
                  Vine
                  rompí mis aguas con su solo cráneo
                  y contenida
                  emergió ella y no otra
                  sino una posible engendro
                  una entornada
                  una más monstruo y ángel a la vez.
                  Viajé de ida y vuelta entre sus pliegues vegetales
                  arropada y entera
                  en feroces lujos y míos ahora.
                  Tomé por asalto mi costado entero
                  y humedecí /mojé sin piedad ni lloro
                  el nacimiento precario y desnudo de sus pies.
                  Entró / salió de mi cuerpo en largos añares de luz
                  y nunca amasó ni leudó su materia
                  hasta que un día
                  enrabió mi cuerpo y volcose para poseerla.
                  Ahora
                  en medio de sus gualves y juncos
                  
                  bebo sin sacio un jugo tan suyo
                  que no otra sino la niebla
                  envuelve y repuja mi juego de escondidas
                  en perfecta y fantasmal geografía.
                  Oscura y profunda la noche.
                  Grande
                  la tristeza matinal.
                  Verdes
                  los que pispan en red de males y compleja definición.
                  
                  Quién sabe qué vio mi vientre que aquí fondeó.
                  Quién sabe por qué / cuándo/
                  cuando trucó su dominio en país /
                  isla /
                  mundo /
                  ..... telaraña.
                  Quién sabe por qué / cuándo/
                  por qué aquí y no allá
                  si tanto tanto anduve tanto
                  prófuga y entera
                  con el tobillo sufriente profundo en lo real
                  en suelos buenos y de otros y lejanos en el tiempo.
                  Cómo es que el hoy es ya siempre y duda no hay más
                  ni por nada se mueve el deseo / el tronco / la estaca.
                  Al fin me detengo en este río que refulge
                  y no cesa / no interrumpe/
                  no frena su acontecer.
                  
                  Extraña ya no más y vea Ud.
                  en tierra tan roja de sangres tan muchas
                  (por políticos crímenes y pasionales)
                  (por presumidos invasores y Sres. de la verdad)
                  es que se tejen urdimbres y
                  dale que dale que dale al huso
                  a las siembras de enorme cosecha
                  y nadie piensa /no
                  en el vecino del frente / del lado / de más allá.
                  Igual
                  anudo las hebras de este engranaje
                  a mi costilla mía y no la de Adán 
                  y no escapo el viaje / no
                  entre los bajíos / los muelles / los versos
                  y también entre estos humedales
                  otrora tierra firme
                  que ya se piensan ellos que los patos / los cisnes
                  las aves guairaos / y también las garzas
                  son personales y privada propiedad
                  por siempre
                  por rebalsarnos el ojo
                  el expuesto a ellos
                  el expuesto sempiterno a la destrucción irreversible.
                  Un día una cosa y al otro otra
                  a la deriva en infinitos de turbia distancia
                  de confusiones
                  de brumas embancadas
                  de senderos y caminos que serpentean
                  de ciclistas difuminados al pincel e invisibles
                  de camiones cargados con infamia talada
                  de mapuches sentadas en la vereda
                  el canasto abarrotado
                  
                  cilantro /
                  merkén /
                  choclitos /
                  porotos /
                  sinhilas
                  
                  y otros y otras de humitas / papas rellenas
                  en también canastos
                  ellas de pie
                  las señoras del barrio
                  y bueno
                  los botes pintarrajeados
                  para llamar / tragar al turista.
                  
                  Busco andurriales entre incendio e incendio
                  y fuegos y lenguas que destruyen
                  que abandonan lo ciertamente cierto
                  en medio del lujo
                  
                  casino / gran hotel / multitiendas / discursos hueros
                  puentes anunciados y promesas en brote
                  quién sabe por qué
                  para qué yo
                  ahora e incrustada
                  entre humos parlanchines y choroyes y
                  tragos tinteros a medianoche
                  mates
                  al pie de la cocina
                  y palabras más o palabras menos
                  y palillos
                  que incansables tejen la frazada
                  porque hijos /
                  mermeladas / picantes /
                  frascos llenitos de un cuantohay en la despensa
                  amasijos de pan
                  y lloros por tiempos que arrasó el viento
                  tuve
                  e igual
                  escucho y con dolor en flor
                  la carcajada del fraude enorme
                  hoy aquí
                  sobre estas aguas.
                  Pues es así como me fugo
                  de cuanta hoguera veo en desquicio
                  y elijo
                  elijo con la testa mía bien puesta
                  y el cuerpo y el alma aupada a la espalda
                  fijar la vida en el azul / anaranjado hogar del domo
                  en esa mano de mujer sobre el remo
                  en esa mano de hombre que aprieta la cuchilla
                  y entre ríos y mares anclo mi barcaza al vientre
                  siempre allegada y en busca de alpiste
                  siempre un paso atrás para bien mirar
                  un ojo bizco para entrever lo otro
                  y planto el pie / me incrusto de bruces
                  y ahora
                  qué resta sino arder /
                  llagarme con sal de llanto seco
                  y reírme cual hiena frente al vaivén de las verdihojas 
                  o el opalino colchón de los mares.
                  ¡Y qué cielos amigos del profundo
                  tan bajos / tan mullidos y pesadumbre !
                  Difícil prevenir y difícil distinguir
                  cuándo
                  cuándo es que se desploma/quiebra la ficción
                  y corre por un mar negro el pájaro desorbitado
                  y la ley ya no rige para el rey
                  y la calle
                  no es sino una cuenca estrecha
                  en el brazo del inmundo río al galope.
                  Ahora se arenga el cuerpo entero por el talón
                  a monta-pelo sobre una potranca hasta topar el
                  horizonte
                  que más cerca parece o desaparece
                  aunque detrás del vidrio pispe yo y arropada.
                  Así corre de boca en boca la noticia
                  torbellinos de lenguas y lenguas y lenguas
                  enrevesadas / ligadas / juntas / ensambladas en la
                  cocina
                  qué fue / qué pasó / quién clavó a quién y por qué.
                  Es que perdida en las brumas entro a la casa
                  y encuentro la mesa arrimada a la estufa
                  la radio que balbucea / ronronea / escupe contingencias
                  y traigo mis troncos / mis libros / mis jergas
                  y cunden los incendios /
                  las llamas / las lumbres
                  las otrora sin control hasta la siguiente
                  porque aguas y barros hubo en descensos /galopes de
                  trueno
                  y borrón y cuenta nueva entre dolores y alaridos
                  y también la destrucción por movimientos de tierra
                  y antes / y antes / y un poco más antes también
                  y ahora / y otra vez / y para siempre parece
                  y de nunca acabar / seguro de nunca acabar
                  esta mano que veo
                  esta mano
                  para las codicias que entran en tierra derecha
                  talas / basuras / riles contaminantes
                  desarmado del mundo para engrandecer la Cía. 
                  manifestaciones
                  pancartas /gritos / megáfonos / otros
                  y nada importa
                  nada importa
                  porque qué pueden ellos
                  cuando los hechos / la cicatriz / la herida
                  la nada que cura / la que salva el paso
                  crece / florece
                  entre tanta iglesia e iglesitas
                  entre tanto cura / pastor / padrecito que merma la
                  incertidumbre
                  y bencineras / bancos / farmacias
                  para encapsular el desamparo / la rabia que agujerea
                  el estómago.
                  Por eso y ahora
                  mi cocina es mi bati-cueva
                  mi lugar de encuentro / los amigos /
                  el reino alimenticio / el antro del libro tibio
                  y revuelvo la olla / tejo los hilos / bordo
                  trabajo un pensamiento / calo un habla /
                  zurzo ideas / movimientos / empujes más allá del
                  glamour
                  y deseo qué estrangular la codicia
                  la codicia
                  la codicia
                  la codicia tan arma mortal de cocimientos hechos a
                  mano /amistad.
                  Esta estocada retumba en oídos tardos
                  porque soy / es la loca del pueblo
                  ciudad / país / mundo planetario
                  y todo igual
                  mismas leyes / misma loca hablando mismas cosas
                  aquí o acullá
                  escribo / escribe sandeces
                  pienso / piensa
                  garabato a garabato a garabato
                  qué debo / debe qué decir
                  y duele lo que llaman el alma
                  la impotencia mía / la tuya / la nuestra ante ellos
                  la indecencia del cuerpo que se abre de patas
                  
                  la puta o el puto que los parió
                  y los / nos dejó en deambulo hondo cancelando deudas
                  acumulando porque sí
                  más
                  siempre más
                  aunque todo se vaya a la mierda
                  y este paraíso terrenal posible
                  revuelque su interior en agonías
                  e intente como pueda el sacarse de encima a los tábanos
                  de quitarles el cuerpo
                  para ver si mueren
                  de sangre malcriada mueren
                  o mueren de hambre
                  aunque no hay tu tía
                  porque codicia
                  codicia es la palabra de este siglo y del que pasó
                  y también del de antes y del de antes más antes
                  y hasta cuándo e irrefrenable el movimiento
                  proyectado hacia adelante cuando hoy es hoy
                  mañana ya no mi cuerpo ni tus ojos ni nuestras manos
                  y tan escuálido el terreno
                  y tan programada la semilla
                  que plantar tomates /
                  lechugas / arvejas se hace necesario
                  y necesario el pozo /
                  el agua
                  y salvar algo
                  algunita cosa del pútrido que invade
                  hacer pequeña isla
                  para en tierra / región / mundito /
                  cobijar la vida de las intemperies
                  no miedos / entusiasmos / trabajo posible
                  enemigos fuera de la mira / lejos
                  porque volver
                  volver al entre sábanas y medianoche
                es volver de pura y santísima verdad.
                 Abandoné la gran ciudad
                  donde también habita en disfrazado y con sazón
                  el fantasma sin rostro y/o encapuchado
                  
                  la prepotencia suya / el olvido rojinegro.
                  Y ojos hay
                  sí
                  ahí
                  mamita en dolor
                  y boca en cicatriz muda
                  y oídos también bermejos /
                  bullentes /
                  infectos.
                  Entonces vine
                  vine y me cobijé bajo cinco mantas y una más
                  donde sé
                  soy
                  sólo mujer / hija de mujer y hombre
                  apenas un detalle en el ala celeste
                  apenas gorgojo encendido entre el trigo
                  pues ciudad andada es esta
                  de aguas en furia o en calmos
                  para servir o matar según el ciclo
                  y montes de tejido vivo
                  y recuerdos del entonces
                  del nunca jamás y el para siempre.
                  Volví con estrépito al había una vez
                  y el cuento es sólo uno entre muchos
                  que otros hay y vendrán
                  entre tanta lombriz carnicera en trabajo plenario
                  porque toda ilusión se pudre y su rostro verdea
                  en rincón de odios y amor.
                Vejez
                 tranco lento
                 verbo asiduo
                 y escuchar / mirar / saber los gustos profundos
                  porque esto se acaba señoras y señores
                  esto se apaga en un hoyo acurantado
                  y luego la tierra lo germina
                  y la lujuria / el pillaje / la codicia
                  clavan
                  
                  clavan
                  clavan en finísimo su filo yugular
                  y motín a bordo / tierra a la vista
                  señoras y señores
                  ahora en mierda propia y no otra
                  y nada
                  nada sino descanso hasta el fin
                  entre nubes cancheras
                  y correlé / correlé /correlé
                  correlé que te van a pillar
                y ya no más
                 sino palabras al cierre.
                 
              
            
         
        * * * 
        
          Verónica  Zondek. 
          (Santiago de Chile, 1953). 
          Poeta, 
          traductora y gestora cultural. Licenciada en Historia del Arte en la Universidad Hebrea 
          de Jerusalén, forma parte del comité editorial de LOM Ediciones y  de algunas revistas en 
          Chile y el extranjero. Ha publicado los libros de poesía: Entrecielo y entrelínea (1984), La sombra tras el muro (1985), El hueso de la memoria (1988, 1995 y 2011), Vagido (1990 y 1991), Peregrina de mí (1993), Membranza (1995), Entre lagartas (1999), El libro de los valles (2003), La Raíz del Viento (con  fotografía de Abel Lagos, 2006), Por gracia de hombre (2008).  En 
          2012 recibe el fondo CONARTE de la Municipalidad de  Valdivia para publicar el libro La ciudad que habito. Asimismo, en 1994 tradujo y editó poemas al español del Premio  Nobel 
          de Literatura Derek Walcott y en 2010 a June Jordan. Ha  publicado también la antología Cartas al azar, muestra de la poesía chilena (1989), trabajos sobre Gabriela  Mistral (El ojo atravesado I y  II, 2005 y 2007) y el cuento infantil La misión de Katalia (2002).