MAURICIO WACQUEZ
La
ironía de un chileno refinado
Por Marcos-Ricardo Barnatan
Viernes, 15
de septiembre de 2000
Ha muerto Mauricio
Wacquez. Muchos más de los que sabemos quién fue deberían saberlo.
Excelente narrador, traductor de calidad, era un hombre de inteligencia
brillante e irónica elocuencia, un intelectual de refinada cultura con
una curiosidad muy amplia. Había nacido en Cunaco, provincia de
Colchagua (Chile) en 1939, pero vivía en España desde hace casi 30 años,
donde ejerció de embajador de lujo de la literatura chilena y participó
activamente en el mundo literario y editorial de
Barcelona.
Los que fuimos sus
amigos -entre ellos Jorge Edwards, Alfredo Bryce Echenique, Mario
Muchnik o Natacha Seseña- perdemos también a una personalidad única y a
un enorme escritor. Se había licenciado en Filosofía en la Universidad
de Chile y en la Sorbona se doctoró con una tesis sobre el lenguaje de
San Anselmo. Fue profesor en la Universidad de Chile (1963-1967), en la
Sorbona (1967-1969), en la Universidad de La Habana (1970) y nuevamente
en Chile hasta 1972, fecha en la que se trasladó a España, donde ha
vivido hasta su muerte. Residió durante muchos años en Barcelona y más
tarde decidió retirarse a su casa de Calaceite, en Teruel, donde también
vivió largas temporadas su gran amigo, el novelista chileno José
Donoso.
Era autor de
numerosos estudios de investigación literaria y humanística, y su obra
de creación se inició en Santiago de Chile en 1963 con la publicación de
Cinco y una ficciones, seguido de la novela Toda la luz del
mediodía (1965). En 1975 Carlos Barral le publicó su segunda novela,
Paréntesis, con un prólogo de Donoso. La novela había sido
finalista del Premio Barral del año anterior.
Más tarde, reunió
sus cuentos en un volumen titulado Excesos, que publicó Planeta.
Entonces Alberto Cousté, otro latinoamericano radicado en Cataluña,
describió sus narraciones como «las aventuras del lenguaje más escuetas,
más despojadas, menos excesivas de la actual narrativa
latinoamericana».
La dureza
desbordada, la atormentada pasión y la gran violencia sexual de
Frente a un hombre armado (Bruguera, 1981) -sin duda su mejor
libro publicado-, quizá no haya sido superada aún por quienes han
escrito después novelas sobre la homosexualidad. Frente a un hombre
armado fue traducida al francés y hoy es, desafortunadamente, casi
inencontrable en castellano.
Uno de sus últimos
libros publicados en España fue la novela erótica Ella o el sueño de
nadie (Tusquets, 1987). Su novela póstuma, Epifanía de la
sombra, una obra muy extensa y de carácter autobiográfico,
proyectada como el primer volumen de una Trilogía de la
oscuridad, iba a ser publicada en Latinoamérica por Plaza &
Janés. Los amigos más próximos que han tenido acceso al manuscrito del
primer tomo creen que se trata de su obra mayor y de una de las novelas
más importantes de la literatura latinoamericana.
Mauricio
Wacquez, escritor, nació en Colchagua (Chile) en 1939 y falleció el 14
de septiembre del 2000 en Teruel.