Proyecto Patrimonio - 2015 | index | Willy Gómez Migliaro   | Autores |
         
         
         
         
         
        
        
         
        
         
        LA POESÍA DE WILLY GÓMEZ  MIGLIARO 
A PARTIR DE “NUEVAS BATALLAS”
        Por Luis Paredes 
        
        
        
         
        
        
          
        
         .. .. .. .. .. . 
      
         Leyendo “Nuevas Batallas” me reencuentro  con la poesía de mi amigo Willy Gómez Migliaro que es una poesía fresca, sin aspavientos, con cierta  intensidad y sobre todo de la vida cotidiana puesta en clave de recorrido  intenso y vital.
        
                        Ayúdanos a  destruir la imagen. Ninguna 
            representación sin entusiasmo.
          
         Esta poesía siempre te remite a lo inmediato. De  tal forma que eclipsa el panorama de lo no dado de lo no vivido.
        
                        El amor viste  un sabor agitado.
        
         Sus principales incógnitas nos remiten a preguntas que  no se resuelven con el simple acomodo a una realidad que nos agobia. Sus  incógnitas van más allá y recalan en un sentir distinto, distante, disuelto.
        
                        ¿Qué mueve  este mar?
            ¿A dónde nos llevarán sus embarcaciones
            como arrestos de la noche?
        
        
          En cambio el verso siempre encuentra una salida, una  puerta de escape hacia algo; parece un puerto seguro, algo no buscado pero que  singulariza la proeza de existir.
        
                    Un paisaje  empieza a moverse desde su primera cruzada 
            hacia la salvación.
        
        
          Aparece el absurdo una y otra vez como constancia  de un devenir que se ve incierto y que muta hacia la irracionalidad.
        
                        Te encaminas  hacia un país con los pies en el cuello
            
            y renuncias al miedo, finalmente, de esta fábula  latina.
        
         La solución de todo estriba en el grado de poder que  contenga, y la voz poética de Willy Gómez vira hacia el puerto del poder con  peculiares armamentos lingüísticos, que son las maquinaciones de un poeta que  no está ciego ante la realidad, sino por el contrario demasiado agudo frente al  devenir de un espacio carcomido por la estulticia política de quienes lo  hegemonizan.
        
                        Todo es  poder.
            
            Creamos un paisaje.
            Los esfuerzos fueron coordenadas en nuestros
            /cuerpos.
        
         Pero el poder extiende su manto de irredención y furia  sobre todo lo que encierra y deviene en agobio y desvelo frente al sueño que  implica la poesía.
        
          Pasan la cuenta  cuando el poder se vuelve un jardín tecnológico
            Suben con poleas
            Y los geranios van cayendo. El poder encierra.
        
         El poder invita a callar, a no mencionar las  razones de los afectos, a inventar coartadas de sombras para no sucumbir en la  mentira ambiente; en fin para no morir sin argumentos y resistir toda la ola de  desprecios que engloba el vivir. Sobre todo el vivir sin la verdadera vocación  de certeza que implica.
        
                        desde la  construcción del nuevo ser iniciando sus batallas
            o un medieval dividiendo territorios de un país
            que después de la devastación política interna
            prefiere estar conjugando sin sabores
            o pesimismos más confusos que metafísicos.
            
            Amor 
            
            es eso que no diré.
            
            Aquí.
        
         Es así la poesía de Willy Gómez, una poesía que completa  el panorama de una Lima que encierra las contradicciones esenciales de poesía y  caos. En esa sumatoria Willy escoge el caos para sacarle la vuelta a la Lima  que no quiere morir y revelarnos la que vendrá envuelta en sueños de rebelión.
         
        Lima, febrero de 2015.