Proyecto Patrimonio - 2022 | index |
Winétt de Rokha | Autores |












WINÉTT DE ROKHA Y SU CONTEXTO
A TRAVÉS DE LAS CARTAS Y OTROS DOCUMENTOS PERSONALES


Por Guisado Jaime [1]
Universidad de Sevilla, jpuig@us.es
Publicado en Investigación y género.
Reflexiones desde la investigación para avanzar en igualdad :
VII Congreso Universitario Internacional Investigación y Género (2018)



.. .. .. .. ..

RESUMEN

La poeta chilena Winétt de Rokha (1894-1951) no consiguió que su obra tuviera una gran visibilidad debido a su adscripción a la ideología comunista, además de quedar ensombrecida por la fama de su compañero sentimental y laboral, Pablo de Rokha. A través de la correspondencia intercambiada con su familia y con otros intelectuales podemos apreciar algunos detalles biográficos, la evolución de los acontecimientos chilenos que se van sucediendo en la época, a la par que las publicaciones que salen del puño de la autora o de la empresa familiar que conforma con su marido a través de la editorial Multitud.

PALABRAS CLAVE Winétt de Rokha, correspondencia, Pablo de Rokha, familia


ABSTRACT

The Chilean poet Winétt de Rokha (1894-1951) did not get her writing to have great visibility due to its affiliation with the communist ideology, besides being overshadowed by the fame of her sentimental and work partner, Pablo de Rokha. Through the correspondence exchanged with his family and with other intellectuals, we can appreciate some biographical details, the evolution of the Chilean events that are happening at the time, as well as the publications of the author or the family business that develops with her husband through the editorial Multitud.

KEYWORDS Winétt de Rokha, collected letters, Pablo de Rokha, family

 

INTRODUCCIÓN

Este trabajo surge para arrojar luz sobre la vida y la obra de la escritora chilena Winétt de Rokha, invisibilizada por el canon literario por diversas razones. Para ello nos proponemos analizar aquellos documentos escritos que aportan algunos datos biográficos de la autora y de su contexto familiar, político y cultural. El estudio se basa en la revisión de la correspondencia de cartas y postales que escribe la autora y que intercambia con otras personas. Otro formato que incluimos es el descrito al final del trabajo, un escrito interpelando a un destinatario, pero con carácter público al recogerse en la prensa. La mayoría de los documentos a los que hacemos referencia provienen del repositorio cibernético “Retablo de literatura chilena”, gestionado por la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, donde aparecen estos textos con acceso abierto en la sección referida a Winétt de Rokha, concretamente en el dominio siguiente: http://www.winett.uchile.cl/ineditos.htm.

WINÉTT DE ROKHA Y EL CANON

Winétt de Rokha es el apodo con el que se autodenomina Luisa Victoria Anabalón Sanderson, nacida en Santiago de Chile en 1894. Su infancia se desarrolla en el seno de una familia católica y tradicionalista, practicando actividades destinadas para las niñas de clase alta como la pintura, la música o la literatura, y teniendo como referente a su abuelo que le inculca el gusto por la literatura (Luigi, 1953: XVI). Sus lecturas se centran en escritores franceses como Balzac o Nerval y rusos como Dostoyevski o Tolstói. Pronto empieza a escribir y en 1915 le envía a su futuro prometido, Pablo de Rokha, su primer poemario como regalo. Este llevaba como título Lo que me dijo el silencio e iba firmado por el primer pseudónimo que adopta la autora, Juana Inés de la Cruz, declarando así cuál era uno de sus principales referentes, con el que se sentiría identificada como mujer, escritora e hispanoamericana.

Winétt comienza a ser conocida y admirada por su entorno debido a sus escritos y a las actividades culturales que organiza o a las relaciones que mantiene con personas que quieren incorporarse al mundo literario. Sus producciones comienzan a incorporarse con bastante protagonismo a antologías como Madre España de 1937, la cual encabeza con el poema “Canción a los leales muertos” (Barchino, 2013: 567). Su fama también se expande gracias al viaje que realiza con su marido por Norteamérica y por las citas literarias que se concretan en Perú, Venezuela, Colombia, Ecuador y Argentina, donde tienen lugar recitales a la par que arengas políticas asentadas en el comunismo, el marxismo y el leninismo como escudo ante el avance capitalista de la sociedad.

El trabajo conjunto de la pareja queda recogido en uno de los proyectos más ambiciosos que se proponen, la dirección de la revista Multitud, una publicación de peso en la época y que lucha “por el pan, la paz y la libertad del mundo”, en la que contribuyen personalidades como Teófilo Cid, Rosamel del Valle, Juan Godoy o Ricardo Latcham. Winétt dedica gran parte de su tiempo a ser la mecanógrafa de la revista, además de ocuparse de tareas administrativas que facilitan el trabajo de su marido. Multitud también toma forma de editorial y sirve para la difusión de las obras de Winétt y de Pablo. Así, su creación personal verá la luz a través de este método de autopublicación, aunque su dedicación principal a las labores editoriales desarrolladas en la sombra hace que su figura como poeta no haya trascendido demasiado. A esto debemos sumarle que la ideología puesta de manifiesto en sus escritos le ha pasado factura con respecto a la recepción esperada, además de que haber sido la esposa del afamado Pablo de Rokha dejaría en un segundo plano a la escritora.

Por otro lado, los pseudónimos que adopta a lo largo de su vida tampoco ayudan para que su figura se distinga rápidamente entre el público lector. Estos determinan diferentes actos de enunciación y construcción de la identidad, según Falabella (2008: 439). Juana Inés de la Cruz fue el primero, pero luego llegarán Marcel Duval Montenegro, Federico Larrañaga o el que escoge cuando se casa con su marido, el propio nombre de Winétt de Rokha. Los apelativos masculinos que usa parecen tener el objetivo de encajar en la sociedad literaria masculinizada y obtener mayor prestigio que con uno femenino con el que se la relacionara con una escritura sentimental y delicada, en vez de reconocer sus obras políticamente combativas. Para Mateo del Pino este fenómeno responde a un enmascaramiento asociado al enclaustramiento femenino de forma simbólica que la tradición patriarcal le ha impuesto a la mujer, como respuesta a los prejuicios sexistas que consideraban que esta debía dedicarse por entero a las labores domésticas y convertirse en la guardiana de la casa (2008: 473, 486, 490).

Así, la obra de Winétt suele considerarse como un apéndice de la poesía de su marido, o bien, se incluye tímidamente junto a otros escritos femeninos en antologías o revisada en manuales, pero sin una clara caracterización individual. El matrimonio se configura como un “pacto pétreo”, como forma de sometimiento a la figura masculina que representa el marido y que ella deja registrada en sus propios poemas. Además necesita demostrar ante la sociedad unos valores determinados como mujer y así se insistirá en la idea de la castidad en su obra a partir de transformar a Pablo en interlocutor lírico para que el discurso amoroso sea legitimado (Bello, 2008: 22; Monteleone, 2008: 505).

Sin embargo, fueron abundantes los autores que alabaron a la poeta, algunos como Huidobro, quien representaba uno de los movimientos literarios más modernos de la época. También la crítica ha apuntado que se trata de la primera mujer de su tiempo que produce poesía política y que se atreve a tratar grandes temas revolucionarios como los referidos a la figura de Lenin. Esto unido a la escasa crítica de la época sobre la autora, que además se quedaba en detalles superficiales y no entraba en el análisis detenido de la obra de Winétt, hace que quede como una poeta marginada y condenada al olvido histórico (Valdés, 2008: 542; Luigi, 1953: XXXVIII; Ortega, 2008: 522).

Otro aspecto que ha influenciado en su olvido por parte de la crítica ha sido la dificultad de adscripción a una corriente literaria concreta. Se la ha encasillado en el posmodernismo, así como se la ha relacionado con diferentes poetas que superan la generación de Rubén Darío y que avanzan hacia la depuración formal (Santana, 1976: 134). Pero otras voces descartan este marco y la ubican en la vanguardia del verso libre y las imágenes modernas, además de separarla del discurso femenino tradicional que sigue la línea del maternalismo (Villegas, 1989: 76, 77). Winétt destaca del resto de sus coetáneas al introducir en la poesía la temática de la lucha de clases y por elevar al proletariado hasta convertirse en el nuevo protagonista literario. Parte de la crítica, sin embargo, la retrata como una mujer sojuzgada más, centrándose en su físico o su sensibilidad, casi siempre con una perspectiva paternalista. De hecho, críticos como Abel Valdés (El Mercurio, 24 de enero de 1937) la denominan despectivamente “agitadora política” y reclaman que vuelva a su poesía sentimental anterior que creen de mayor calidad. También la lucha de la autora ha ido por el camino de la defensa de la mujer y de ahí que demuestre tener en mente modelos como Rosa Luxemburgo o La Pasionaria como ha señalado Ortiz- Hernández (2009: 57). Para detener esta andadura de lucha social aparecen voces críticas que silencian su obra, mientras que ponen el foco en su situación sentimental con el eje establecido en su rol de madre de familia.

LA CORRESPONDENCIA DE WINÉTT DE ROKHA

En los documentos de los que hablamos a continuación en este epígrafe y las consiguientes explicaciones observamos a una Winétt encargada de mediar en la familia, sirviendo como nexo entre sus hijos e hijas, hermanos, marido y otros parientes o conocidos. Demuestra organizar y solucionar desde los problemas más domésticos, los relacionados con la economía, la salud o las gestiones empresariales de la editorial, la revista, así como se encarga de las relaciones institucionales con la política, embajadas o algunas personalidades artísticas de prestigio. Así podemos situar a la poeta en su contexto y no tratarla como un hecho aislado de la literatura, tratando de esta manera comprender su olvido por parte del canon y conocer aquellos detalles biográficos de una mujer modelo para la sociedad posterior debido a su constante iniciativa artística y empresarial, además de dedicarse al ámbito privado.

En las cartas que se analizamos posteriormente asistimos a una mezcolanza de vida y literatura, ética y estética, familia y trabajo, política y arte. Además, toda la familia se implica en el proyecto conjunto y cada uno de sus integrantes supone un eslabón en la cadena de la industria artística, ya que aparte de la dedicación a la literatura y su gestión editorial por parte de los Rokha, ejercen como pintores, fotógrafas, publicistas, etc. Winétt crea una gran red empresarial que parte de la literatura que Pablo y ella misma confeccionan, a la que ella se dedica como difusora y editora; se ocupa de que los libros lleguen a su destino debidamente, además de llevar a cabo aquellas tareas en apariencia menores como las labores administrativas que rodean el trabajo literario y los contactos con las instituciones públicas o con librerías privadas con las que tienen relaciones comerciales. Todo ello hay que pensarlo sin dejar de contar con aquellas actividades que ayudan al éxito literario de su marido, desde los desempeños taquigráficos hasta la representación que habría que dedicarle ante compradores y otros agentes. Todos estos engranajes que Winétt va poniendo en movimiento en el universo literario que la pareja y sus hijos desarrollan van quedando apuntados en la correspondencia que envía a sus allegados o a otras influyentes personalidades del ámbito del arte.


LA FAMILIA Y LAS ADVERSIDADES

La familia, como ya hemos apuntado, supone una preocupación constante para Winétt, quien se propone como cuidadora de todos sus allegados, además de mujer que desempeña labores creativas, administrativas o editoriales, a la vez que esta le sirve de apoyo para algunos asuntos. Uno de los temas que aparecen en su correspondencia en relación con el entorno familiar es la situación económica, que en la mayoría de los casos se presenta de forma bastante ruinosa y supone un problema para la supervivencia de sus parientes, así como un camino de obstáculos para sus proyectos literarios. Esto propicia que los lazos familiares también se resientan, y, tal y como muestra una carta que Winétt dedica a su madre, la distancia entre el matrimonio de Rokha y ella se convierta en una dificultad mayor, ya que, por esa época, en torno a los años 30, no pasan por su mejor momento[2]. Tras leer la carta constatamos que ya ha habido préstamos anteriores por parte de la madre de Winétt para que el matrimonio pueda seguir adelante con sus planes conjuntos. Más adelante en el tiempo, sabemos que Winétt se apoya en otro familiar, su hermano Carlos, también con una intención económica, aunque no le pida directamente dinero, sino que le ruega que use sus contactos para que a su marido no lo trasladen a la isla de Pascua, ya que aquí no podría ganarse la vida y ella declara estar lo suficiente enferma como para no poder sustentar a sus siete hijos[3].

Uno de los nombres más usuales en los envíos de cartas de Winétt será el de su nuera Claribel, a quien también le confía algunos de estos problemas relacionados con la economía familiar[4]. Pero los problemas económicos no son las únicas dificultades por las que pasa la familia De Rokha. Las enfermedades que los azotan ponen aún más trabas a sus labores. En este caso, el hijo Carlos, quien es también un poeta reconocido, ingresa en el hospital y debe detener su actividad económica y artística. Esto también viene a incrementar el desgaste monetario familiar, pero aun así se observa cómo toda la familia rema en una misma dirección, para poder proclamar el éxito de la nueva publicación Arenga sobre el arte, uno de los trabajos editoriales del matrimonio de mayor envergadura y que necesita de una adecuada difusión comercial, y por el cual percibirían una importante cantidad necesaria para la subsistencia familiar. Además, en esta misma carta Winétt pone de manifiesto sus propias dolencias con una amigdalitis que también se suma a la cadena de enfermedades y a su correspondiente cura mediante medicamentos que mermarían los ingresos de los Rokha[5]. En otra carta se da cuenta de la mejoría de Carlos, aunque la preocupación de Winétt no se calma. Sin embargo, se anuncia otra nueva enfermedad que en este caso ha contraído Sonia, su nieta, además del aviso de Winétt de que su salud ha vuelto a resentirse, quizá un aviso de su muerte cercana a esa época[6]. En otro documento Winétt demuestra de nuevo la preocupación por sus parientes, tratándose esta vez de consejos para la recién nacida Sonia y para su madre que acaba de dar a luz[7].

LA EMPRESA FAMILIAR Y LAS OBRAS

Las obras literarias y ensayísticas salidas tanto del puño de Winétt como del de Pablo son referencias constantes en las cartas intercambiadas por la poeta. En ellas se describe el estado de la escritura de algún libro en concreto o la situación de su difusión por las diferentes plataformas editoriales. En una postal dedicada a la hija Juanita, aparte de una écfrasis basada en el balneario donde se encuentra (Río Ceballos, sierras de Córdoba, Argentina) y lo que la rodea, hay una referencia a la culminación de la redacción de un libro sobre Norteamérica y otra sobre la que será la obra poética clave de Winétt, El valle pierde su atmósfera, la cual también se ha finalizado en este mismo lugar[8]. Su marido y su hijo se declaran según este documento los primeros admiradores de esta obra afirmando que les parece “el libro más grande que, en poesía, haya escrito mujer alguna sobre la tierra”. También se informa sobre el posible lugar de edición de los libros, Buenos Aires. En otra carta enviada a Claribel se dice que la publicación Cuando la nieve es roja la editarán los amigos y se sitúa a la poeta trabajando en la difusión de Arenga sobre el arte. También aparece algún tipo de censura cuando este libro llega a Argentina, o al menos cabe esa posibilidad, quizá por las ideas marxistas que desarrolla[9].


RELACIONES INTELECTUALES Y COMPROMISO POLÍTICO

Meses antes de la carta sobre la que hablamos anteriormente, se anunciaban en otra los lazos de unión de sus obras con las ideas soviéticas. Se contacta con Claribel para que ella y su marido, el pintor José de Rokha, que residen en Argentina, puedan entregarle los ejemplares de Arenga sobre el arte al embajador ruso de Buenos Aires para luego enviarlo a la URSS[10].

Otro de los hechos que se constatan en la correspondencia de Winétt de Rokha es su vida itinerante junto a Pablo. Zaldívar (2008) la cataloga como una campaña poético-política debido al objetivo de expandir el conocimiento de la poesía de la pareja, pero sobre todo de las ideas sociales sobre la lucha de clases que vienen de la mano del comunismo y el leninismo y que en estas rutas se concretan mediante recitales unidos a arengas políticas como escudo ante el avance capitalista que el mundo estaba tomando y, en concreto, los Estados Unidos de América, por donde establecen su gira más importante.

Sin embargo, el matrimonio es recibido en la Biblioteca del Congreso de Washington, uno de los fondos documentales más importantes del mundo y una cumbre cultural reconocida, donde pueden entrar en contacto con otras prestigiosas personalidades a nivel internacional del ámbito literario como Thomas Mann o el matrimonio Jiménez-Camprubí. Según una de las cartas intercambiadas, tienen la oportunidad de retransmitir por la radio y que su voz se conozca en toda América y en Inglaterra y, por tanto, de difundir su mensaje, convirtiéndose en unos sudamericanos pioneros que además expanden su influencia por el ámbito académico y cenáculos culturales en los que se traduce y se comparte su literatura, así como sus alegatos. También queda registrado su paso ofreciendo conferencias por universidades de prestigio como Harvard, Columbia, Berkeley o Nueva York[11].

En otra carta podemos contemplar explícitamente las inclinaciones políticas de Winétt y el entorno social del que se rodea y que supone la total implicación en algunos de los hechos más importantes de la historia de Chile. Se trata de una movilización por parte de cargos políticos, jueces e intelectuales ante la llamada Ley de Defensa de la Democracia del presidente González Videla mediante la cual se promueve ilegalizar el Partido Comunista y perseguir a sus integrantes, entre cuyas filas se encuentran Winétt y Pablo. Incluso se indica el protagonismo de la pareja en los acontecimientos, pues Pablo es quien toma la palabra en la Federación de Estudiantes para hacer un relato de los hechos ante el estallido del conflicto[12].

Por último, presentamos uno de los documentos más relevantes salidos de la correspondencia de Winétt de Rokha. Se trata de una carta abierta dirigida al escritor polaco Witold Gombrovicz en 1946 que se publica en un periódico de la ciudad argentina de Córdoba como respuesta a la obra del polaco Contra los poetas. En ella se hace una matización sobre los conceptos de poesía pura y comprometida, inscribiéndose en la polémica ya tratada anteriormente que en el ámbito hispánico tuvo como protagonistas a Juan Ramón Jiménez, en su defensa del ideal estético, y a Pablo Neruda, que en una publicación de 1935 para la revista Caballo verde para la poesía aludía a la necesidad de una poesía “impura”[13], apegada a la realidad social y más involucrada en los planteamientos políticos que los Rokha proponen en sus textos por su actitud beligerante en cuanto a la lucha de clases y a su afiliación comunista:


El castellano es un idioma rico y esplendente, pero no sería necesario poseerlo hasta el extremo, en el caso conceptual en que este ensayo del señor Gombrowicz está escrito. Está demás, achacar al idioma las debilidades de apreciación y creer que los escritores de América que fuesen al extranjero se encontrarían en su caso. Los escritores que fuesen a otro país, no irían, si son poetas, a buscar un estilo en otro idioma, si tienen un estilo, pues cada cual tiene orgullo de manejar su estilo en lengua original. Los versos gustan demasiado a la humanidad y la prueba de ello es que jueces, militares, médicos, abogados, políticos, solo se sienten grandes cuando dicen que un día lejano: ellos también harían versos... El que a alguien no le gusten los versos deja sin cuidado a la Poesía universal. El verdadero poeta no se interesa de epatar burgueses ni de impresionar snobs causados por civilizaciones en derrumbe. El juego a caza de imágenes que el señor Gombrowicz plantea, se podría resolver con la elemental frase escolar: el orden de los factores no altera al producto. Si había imágenes bellas, si había poesía, poco importaba leerlas más abajo o más arriba. Si el poema no tenía una espina dorsal donde apoyarse, o, en último caso, un tema, cosa absurda en el poema moderno, cada imagen podría vivir por sí misma.

Es lo más natural que los poetas escriban, principalmente, para los poetas. Los poetas de masas, Pablo de Rokha, Whitman, serán leídos y gustados por sus pueblos en un siglo más. La razón es bien sencilla. Un poeta de categoría que, durante treinta y más años trabaja su personalidad, o sea su estilo, hasta alcanzar un máximo grado de perfección, no podría ser entendido por aquellas muchedumbres que mientras él se quemaba las pestañas a la luz de una linterna sorda, ellas se rascaban al sol la costra de la indiferencia culpable o de estupidez congénita. El autor del artículo “Contra los poetas” hace alarde de que no le gusta la poesía pura. Si por ello entiende señor Gombrowicz, la poesía abstracta que cree vivir al margen de los acontecimientos exteriores yo le doy toda la razón. No es posible imaginar a un señor de melena, con piojos, sin afeitarse, escribir loas a la amada inmóvil o la luna, cuando las muchedumbres aterradas de Europa y Asia van por los caminos como perros desterrados, hambrientos, esqueléticos, enfermos de dolor e impotencia. La poesía, señor Gombrowicz nunca es excesiva. Los grandes poetas no desprecian elementos apoéticos, los utilizan. De nuevo recuerde Ud. a Whitman o a de Rokha. Ellos, precisamente, han destruido lo que Ud. llama monotonía. Es natural y lógico que el escritor y poeta profesional tenga para su desarrollo y su uso, un material propio escogido. Si no fuese así sería lo mismo pedir a un médico que usara un lenguaje de carretonero cuando se dirija a sus colegas en algún congreso o aula universitaria. Quiéranlo o no, los poetas […]. Sin ir más lejos, Nietzsche dio parte de su trágico talento a Hitler. La poesía no será jamás una máquina porque para serlo dejaría de ser individual. La forma religiosa, en poesía, es la administración del yo, sirviéndole, esa poesía de estallido y defensa propia.

La forma laica es el arte colectivo, o sea, el marxismo. Los poetas no necesitan vinculaciones ex profeso con el medio porque si son poetas están vinculados de hecho con su época y con la humanidad que los rodea. Sin ello serían inexistentes. El arte no puede ni debe descender a las masas, esto sería despreciarlas. Son las masas las que deben ascender hacia el arte. El “Ulises” de Joyce me parece una de las obras cumbres de un siglo. No me aburre por exceso de técnica. Pienso que Joyce fue un artista – psicólogo producto necesario, de superficie, de aquella Inglaterra hipócrita y falaz que hubo de desterrar siempre a sus genios: Byron, Wilde, Joyce. Su ejemplo del ajedrez es nítido. Además es moderno. En los Estados Unidos, nunca nadie discute con los adversarios, ni en religión ni en política. La discusión es el refuerzo lógico a las propias ideas y convicciones. Las asonancias y consonancias son ya un motivo escolar, elemental, que nadie toma en cuenta para nada. Si el poeta, al escribir, pensara que lo leerán los militares y los zapateros debería remontarse a la Biblia y amarrarse una piedra al cuello y lanzarse al mar. Ud. piensa que los poetas al dirigirse a los demás parece que se dirigiesen desde arriba, esto no es efectivo, lo que pasa es que se dirigen desde otro ángulo. No hay tal abajo y arriba, hay distancia, simplemente. El que haya muchos poetas en un siglo no es un síntoma de decadencia, por el contrario, es progreso. Lástima que aquellos tantos desaparecen si no son capaces de influir con un ritmo nuevo de contribución y clasificación de las contemporáneas clarificándolas. ¿Cuál cree Ud., señor Gombrowicz, que es el motivo por el cual los espectadores se ríen y zahieren un “Congreso de escritores”? Lisa y llanamente por envidia, por incapacidad. ¿Por qué no zahieren esos mismos espectadores un congreso minero, médico o político? Es que esos últimos les sirven18 en lo inmediato. Difícilmente Shakespeare o Dostoievsky o Pascal pueden ser ejemplos de poetas específicos cuales serían en último caso Whitman, Lautréamont, Rimbaud o Baudelaire, Byron o Poe.

La poesía pura es, en estos momentos, francamente estúpida. La versificación con ritmo es una forma arcaica que poco a poco tiene que desaparecer. La rosa, el amor, la noche, los lirios, existirán siempre que el poeta sepa ubicarlos dentro de un estilo nuevo y se les dé la distancia y la perspectiva necesaria que necesitan todas las cosas para existir en el mundo del Arte verdadero. Nadie que no sea un degenerado escribe para sí mismo, señor Gombrowicz. Ni Narciso sería capaz de mirarse en aguas estancadas. En todo caso se miraría en las aguas corrientes. La asistencia profusa a los recitales de música o de danza, es la misma a los recitales poéticos. Lo que el público coge en ellas son el producto de un conjunto, lo que sería la ola en el mar, la sensación del vuelo en un cielo despejado. Los libros se leen. Pregunte Ud. en las editoriales. Solo la Argentina edita 20 millones de ejemplares al año. El niño ama a los poetas, no porque se les enseñe a amarlos, sino porque los poetas tienen el alma de los niños cuando son puros. Winétt de Rokha (Rokha, 1951: IX-XXIX).


Winétt y Gombrowicz difieren, entre otros asuntos, en sus conceptos de pueblo y de arte, de métrica y de ritmo. El polaco defiende que el arte debe bajar a la sociedad y contagiarse de todos los elementos prosaicos para llegar al público general, mientras que Winétt defiende que no es una cuestión de jerarquía, de subir o bajar, sino de perspectiva, del ángulo desde el que se concibe la poesía y el arte en general, al que debe de llegar la sociedad, la cual llega en parte, según argumenta Winétt, con la asistencia a recitales y ventas en editoriales. Gombrowicz afirmaba en su obra que le “cansa el canto monótono de esos versos, siempre elevado, me adormecen el ritmo y la rima, me extraña dentro del vocabulario poético cierta ‘pobreza dentro de la nobleza’ (rosas, amor, noche, lirios)” (Zaldívar, 2005: 220), con una posición de ruptura tajante ante la poesía tradicional, de tema romántico, y basada en el prosaísmo y la oralidad, marcando un antecedente para la poética del chileno Nicanor Parra, que más tarde desarrollaría estas ideas en sus “antipoemas”. Winétt, sin embargo, mantiene una visión más historicista y ligada al contexto que la rodea, reflexionando sobre los cambios que esa poesía tradicional va tomando y cómo se va contagiando del vocabulario que emana del pueblo. Este rebate de las palabras de un gran escritor a nivel internacional, como es el caso de Gombrowicz, supone la aparición de una visión totalmente novedosa en la pluma de una mujer y aún más revolucionaria si cabe al provenir de una escritora sudamericana que no se inscribe en el canon occidental, ya que en este momento se corresponde con la cultura artística hegemónica de influencia norteamericana y europea.


CONCLUSIONES

En este trabajo hemos trazado un recorrido representativo de la vida y la obra de la poeta chilena Winétt de Rokha a través de apuntes biográficos y sus relaciones con el canon literario, por el cual ha sido maltratada hasta nuestros días. La ocultación de su figura ante el público lector ha venido marcada por sus múltiples invisibilizaciones, que tienen que ver con su ideología comunista y por ser mujer, además de quedar ensombrecida por la fama de su compañero sentimental y laboral, Pablo de Rokha.

A través de la correspondencia intercambiada con su familia y con otros intelectuales hemos podido apreciar algunos detalles vitales que nos muestran las diferentes facetas por las que se mueve la poeta. Aparte de ejercer como creadora, se convierte en editora, administrativa, encargada de las relaciones institucionales y comerciales, así como en el ámbito privado trabaja en su casa, es madre y actúa de coordinadora familiar, empeño de vital relevancia en un contexto de artistas de diferentes ramas y que tienen objetivos económicos unidos como es el trabajo para la revista Multitud y su editorial. Todos estos engranajes que Winétt va poniendo en movimiento en el universo literario que la pareja y sus hijos desarrollan van quedando apuntados en la correspondencia que envía a sus allegados o a otras influyentes personalidades del ámbito del arte. Así, se entiende la vida y la obra —entendiendo obra como publicaciones literarias, pero también sus otros muchos cometidos— como un todo conjunto, en el que la familia se convierte en un elemento nuclear y en el que ética y estética van de la mano constantemente. De esta manera, podemos apreciar un rol activo en esta mujer que toma las riendas de una empresa familiar y que no actúa como un ser pasivo al que la mujer estaba destinado convertirse, sino como un sujeto activo que colabora con su marido y lidera las decisiones que le rodean. A través de los documentos analizados hemos pretendido arrojar luz sobre esta autora que injustamente ha estado relegada a un segundo plano en la Historia de la literatura.

 

 



_________________________________________________
NOTAS

[1] Universidad de Sevilla, jpuig@us.es
[2] Carta sin fechar (http://www.winett.uchile.cl/cartas_ineditos/index.php?load=11).
[3] Carta del 11 de septiembre 1938 (http://www.winett.uchile.cl/cartas_ineditos/index.php?load=1).
[4] Carta del 13 de julio de 1950 (http://www.winett.uchile.cl/cartas_ineditos/index.php?load=5).
[5] Carta del 27 de febrero de 1950 (http://www.winett.uchile.cl/cartas_ineditos/index.php?load=4).
[6] Carta del 13 de abril sin año (http://www.winett.uchile.cl/cartas_ineditos/index.php?load=7).
[7] Carta sin fechar (http://www.winett.uchile.cl/cartas_ineditos/index.php?load=8).
[8] Carta de 1946 (http://www.winett.uchile.cl/cartas_ineditos/index.php?load=postal_ceballlo).
[9] Carta del 7 de agosto de 1950 (http://www.winett.uchile.cl/cartas_ineditos/index.php?load=6).
[10] Carta del 12 de febrero de 1950 (http://www.winett.uchile.cl/cartas_ineditos/index.php?load=3).
[11] Carta del 2 de diciembre de 1944 (http://www.winett.uchile.cl/cartas_ineditos/index.php?load=2).
[12] Carta del 11 de mayo de 1948 (http://www.winett.uchile.cl/cartas_ineditos/index.php?load=9).
[13] La proclama en cuestión queda titulada en la revista como “Sobre una poesía sin pureza”.

 

 

______________________________________________________
BIBLIOGRAFÍA

Barchino, Matías (2013): Chile y la guerra civil española: la voz de los intelectuales, Calambur, Madrid.
Bello, Javier (2008): “Prólogo”, en Rokha, Winétt de: El valle pierde su atmósfera, Cuarto Propio, Santiago de Chile (17-48).
Falabella, Soledad (2008): “El pseudónimo como estrategia. Género, poder y legitimidad en Cantoral de Winétt de Rokha”, en Rokha, Winétt de: El valle pierde su atmósfera, Cuarto Propio, Chile (439-452).
Luigi, Juan de (1953): “El heroísmo en la vida y la obra de Winett de Rokha”, en Rokha, Winétt de: Antología. “Cantoral”, “Oniromancia”, “El valle pierde su atmósfera” y otros poemas, Multitud, Chile.
Mateo del Pino, Ángeles (2008): “El espejo de lo que YA NO ES. Luisa, Juana Inés, Ivette, Winétt, Federico, Marcel…”, en Rokha, Winétt de: En El valle pierde su atmósfera. Cuarto Propio, Chile (461-499).
Monteleone, Jorge (2008): “Cómo falsearse un alma. La construcción del sujeto imaginario en la poesía de Winétt De Rokha”, en Rokha, Winétt de: El valle pierde su atmósfera, Cuarto Propio, Chile, (501-520).
Ortega, Eliana (2008): “Espacio propio: una poeta en la ciudad”, en Rokha, Winétt de: El valle pierde su atmósfera, Cuarto Propio, Chile (521-531).
Ortiz-Hernández, Juan Pablo (2009): “Los juegos arcanos de Oniromancia: Winétt de Rokha, el ‘alias’ de una subjetividad femenina”, Divergencias. Revista de estudios lingüísticos y literarios, 7, 2 (52-62).
Neruda, Pablo (1935): “Sobre una poesía sin pureza”, Caballo verde para la poesía, 1.
Rokha, Winétt de (1951): Suma y destino, Multitud, Chile.
Santana, Francisco (1976): Evolución de la poesía chilena, Nascimiento, Chile.
Valdés, Adriana (2008): “Para Winétt de Rokha: dos elogios de época”, en Rokha, Winétt de: El valle pierde su atmósfera, Cuarto Propio, Chile (533-542).
Villegas, Juan (1989): “El discurso lírico de Winétt de Rokha: La otra cara de la mujer poeta”, Hispamérica: Revista de literatura, 53-54 (75-87).
Zaldívar, María Inés (2005): “Winétt de Rokha y la vanguardia literaria en Chile”, Anales de literatura chilena, 6 (199-232).
____ (2008): “Winétt de Rokha, bastante más que la esposa y musa de un famoso”, en Rokha, Winétt de: Fotografía en oscuro, Torremozas, Madrid (9-27). http://www.letras.mysite.com/miz300608.html .


 

 



 

 

Proyecto Patrimonio Año 2022
A Página Principal
| A Archivo Winétt de Rokha | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
WINÉTT DE ROKHA Y SU CONTEXTO
A TRAVÉS DE LAS CARTAS Y OTROS DOCUMENTOS PERSONALES
Por Guisado Jaime
Publicado en Investigación y género.
Reflexiones desde la investigación para avanzar en igualdad:
VII Congreso Universitario Internacional Investigación y Género (2018)