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Yanko González publica libro acerca de las políticas juveniles del régimen militar
Los más ordenaditos. Fascismo y juventud en la dictadura de Pinochet. Hueders, 2020
Por Leonardo Sanhueza
Publicado en Las Últimas Noticias.
26 de octubre de 2020
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Allá por el 2010, después de muchos años dedicados al estudio de las historias de vida de chicos urbano-populares, rurales o indígenas del presente, el escritor y doctor en antropología Yanko González Cangas dio una vuelta en u y se propuso indagar en las juventudes de antaño, en un vuelco que lo llevó a mirar hacia los primeros diez años de la dictadura, en particular a los jóvenes adherentes del régimen y al lugar que éste les reservaba en sus planes.
Era un tema poco estudiado y, al menos públicamente, se suele reducir a una postal borrosa, difuminada por lo anecdótico: el mediático acto del cerro Chacarillas en 1977. Los archivos oficiales al respecto, por si faltaran obstáculos, en gran parte fueron destruidos. Aun así, en un trabajo que además de antropológico e historiográfico empezó a ser detectivesco, poco a poco González —profesor de la Universidad Austral— comenzó a tirar una hebra que al fin, luego de una década de investigaciones en Chile y el extranjero, lo llevó a completar un puzzle que reveló una apretada urdimbre de políticas públicas, propaganda ideológica, ceremonias rituales, complejas simbologías y hasta conexiones internacionales con el franquismo y el fascismo italiano.
El resultado de esa ardua investigación es el libro Los más ordenaditos. Fascismo y juventud en la dictadura de Pinochet, que acaba de llegar a librerías bajo el sello
de Hueders. A lo largo de más de trescientas páginas, el profesor González va mostrando que la estrategia del régimen militar con respecto a los jóvenes ocupó un lugar central en su planificación, al menos entre 1973 y 1983, tanto así que sus lineamientos fueron trazados por Jaime Guzmán sólo un par de meses después del golpe de Estado.
Uno de los hallazgos más notables de la investigación es el que encontró el autor en el Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares, en España, donde una carpeta titulada "Intercambio hispano-chileno" comprobó su hipótesis de la inspiración y colaboración franquista en las políticas juveniles chilenas. A partir de eso, González llegó a otros documentos —varios de ellos inéditos— y a testimonios de líderes juveniles españoles de entonces que vinieron a Chile y que guardaban vivos recuerdos de esa experiencia.
Cotejando documentos y testimonios de sus protagonistas directos, González constata un hecho único en la historia nacional y, hasta donde se sabe, latinoamericana: la institución de "juventudes de Estado", a través de la creación de la Secretaría Nacional de la Juventud y de su derivado Frente Juvenil de Unidad Nacional. Por un lado, la política juvenil del régimen planteaba una total despolitización, centrándose en actividades deportivas, festivales de la canción o campamentos de verano, pero por otro lado aquellas organizaciones fueron desarrollándose como escuelas de futuros líderes políticos, según esquemas típicos de experiencias fascistas europeas, con rasgos como el culto al líder supremo, rituales litúrgicos, juramentos, simbologías castrenses, deificación de mártires (en este caso, los 77 de La Concepción y en particular el adolescente Luis Cruz Martínez), referencias míticas de carácter palingenésico y efebolatría o sacralización de la juventud.
Puesta en escena
El acto de Chacarillas de 1977, transmitido en su momento por Televisión Nacional, no fue el primero ni el único en su tipo. En Santiago y de Arica a Magallanes hubo numerosos actos similares desde 1975 hasta bien entrados los 80, donde muchos jóvenes participaban premunidos de antorchas en ceremonias de tintes dramáticos. El diseño de esas actividades, que incluían noches en vela y ascensos por senderos llenos de barro, tuvo como arquitecto a Vittorio di Girolamo, que propuso hacer esas ceremonias en los cerros, cuidando cada detalle de la puesta en escena: "Yo programé todo", recuerda. "Trompetas, silencio, ojalá llueva, tormenta, truenos. Y el silencio, la ciudad entera, shhhh...".