PARA QUÉ SIRVE UN PÍCARO "El Tarambana", Yosa Vidal. Tajamar Editores, 2013, 180 páginas Por José Promis Publicado en El Mercurio, 10 de noviembre de 2013
Las primeras líneas del discurso de El Tarambana nos hacen retroceder cinco siglos sobrados en la historia de la literatura española para ponernos en contacto, de manera sorpresiva pero no insólita, con el texto que colocó a su narrativa en las puertas de la modernidad: La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades (1554). La novela de Yosa Vidal no solo recupera la forma del relato anónimo que dio origen al género picaresco: es también un texto cuyos efectos estéticos encandilan porque su voz narrativa, al igual que sucede en La gloria de don Ramiro, la novela olvidada de Enrique Larreta, exhibe una excepcional maestría para apropiarse y reanimar con estímulos contemporáneos el espíritu del español escrito del siglo XVI.
El Tarambana no pretende ocultar o disimular su proveniencia y filiación literaria. La homología de su discurso y las concordancias de sus episodios con el Lazarillo son anunciadas desde el comienzo del relato: "Yo, señor, soy natural de la comuna de La Florida, ubicada en la ciudad de Santiago en el Estado de Chile, nacida en el año 1945, hija del chofer don Vladimir Concha Ríos y de María Antonieta Baeza Baeza, Dios los tenga en su santo reino". A partir de esta presentación, la protagonista y narradora de quien nunca sabremos su verdadero nombre se dedica a escribir la relación de sus tribulaciones y desdichas vividas cuando muchacha siguiendo casi al pie de la letra la forma del discurso de Lázaro de Tormes: organiza los capítulos de acuerdo con los distintos lugares de la zona central de Chile que recorrió al servicio de muchos amos, y de la utilidad que los episodios tuvieron para que lograra finalmente, al cabo de varios años y con "maña", llegar a "buen puerto". Pero la verdadera personalidad literaria de El Tarambana surge no de la identidad, sino de las diferencias que exhiben ambos textos de acuerdo con los propósitos
que han motivado su redacción. Aunque el discurso de ambas novelas constituye un alegato frente a un destinatario socialmente superior, lo que se justifica en cada caso es muy distinto: Lázaro explica las razones por las cuales acepta y aprueba el público adulterio de su esposa con un arcipreste; la narradora de Yosa Vidal también quiere justificar las condiciones de su matrimonio con una muchacha de Casablanca, pero su verdadero e implícito objetivo es la defensa de su sexualidad y del derecho a vivir de acuerdo con ella.
Dije al comienzo que El Tarambana es un texto que nos sorprende por su extraordinaria calidad literaria, pero que no es insólito. La novela picaresca surgió en España como representación del lado oscuro de los cambios que en la segunda mitad del siglo XVI dieron origen a la modernidad. Posiblemente Yosa Vidal quiso renovar el discurso de la novela picaresca con similares propósitos: las fortunas y adversidades de la tarambana, como la propia narradora se define al finalizar su relato, tienen lugar principalmente durante los años 60 y 70 del siglo pasado y son testimonio de lo que ocultaban las circunstancias vividas por nuestra sociedad en esos decenios, sus desequilibrios, contradicciones, crímenes y alucinaciones.
Los méritos literarios de la novela de Yosa Vidal se descubren de inmediato y con facilidad, sin importar el punto de vista con que el lector se aproxime a su texto. Pero la elección de su título ha sido desafortunada. Si damos crédito al diccionario, tarambana es una persona alocada y de poco juicio. Nada más ajeno a la compleja personalidad que la protagonista hereda del pícaro tradicional, a la que suma una irresistible atracción y sensibilidad hacia la literatura, en especial, la poesía lírica, y, por encima de todo, una firme conciencia de su identidad. Con título afortunado o no, El Tarambana es una de las mejores novelas publicadas en lo que va corrido del año.
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"El Tarambana", Yosa Vidal.
Tajamar Editores, 2013, 180 páginas
Por José Promis
Publicado en El Mercurio, 10 de noviembre de 2013
esta presentación, la protagonista y narradora de quien nunca sabremos su verdadero nombre se dedica a escribir la relación de sus tribulaciones y desdichas vividas cuando muchacha siguiendo casi al pie de la letra la forma del discurso de Lázaro de Tormes: organiza los capítulos de acuerdo con los distintos lugares de la zona central de Chile que recorrió al servicio de muchos amos, y de la utilidad que los episodios tuvieron para que lograra finalmente, al cabo de varios años y con "maña", llegar a "buen puerto". Pero la verdadera personalidad literaria de El Tarambana surge no de la identidad, sino de las diferencias que exhiben ambos textos de acuerdo con los propósitos
que han motivado su redacción. Aunque el discurso de ambas novelas constituye un alegato frente a un destinatario socialmente superior, lo que se justifica en cada caso es muy distinto: Lázaro explica las razones por las cuales acepta y aprueba el público adulterio de su esposa con un arcipreste; la narradora de Yosa Vidal también quiere justificar las condiciones de su matrimonio con una muchacha de Casablanca, pero su verdadero e implícito objetivo es la defensa de su sexualidad y del derecho a vivir de acuerdo con ella. 
