entrevista


Publicación dará a conocer prolífica obra de poeta fundamental de la lírica chilena.
por Melanie Jösch K.

Lom Ediciones presentará en marzo una extensa antología de uno de los poetas nacionales más deslumbrantes del siglo veinte -según es considerado- y también uno de los más desconocidos.

.......... La antología ya está entregada; se imprime la próxima semana y sale en marzo", anuncia el poeta Efraín Barquero, quien antes de empezar la entrevista, superando cierto retraimiento que deja ver detrás de una actitud apacible y un mirar penetrante -también presentes en su obra-,apunta a una última preocupación: "El problema fue corregir los espacios en blanco. Yo no me fijaba tanto en las erratas como en el blanco. Para mi es obsesiva esa parte porque es como la otra voz de la poesía".
-¿Se refiere al silencio?.
- "Exacto. El silencio, que de alguna manera es una respuesta. Cuando hay un verso muy profundo, el espacio se encarga de equilibrar".
La obra que aparecerá bajo el sello LOM Ediciones muestra la trayectoria de "uno de los poetas chilenos más deslumbrantes del siglo XX", según lo define en su prólogo Naín Nómez y lo confirman las más de 300 páginas que ahora se le dedican. En ellas es posible leer poemas desde su primer libro, La piedra del pueblo (1954), introducido por Pablo Neruda, hasta su última producción, La Mesa de la Tierra, Premio Municipal de Poesía 1999.
El recuento viene "de repente", asegura Barquero, tirado por el mismo enigma que parece preceder toda su creación, una de bajo perfil público,pero de insospechadas proyecciones. Es que el poeta vivió más de veinte años en el exilio en Francia -también residió México, Colombia, Cuba y China-, tiempo en que escribió pero no publicó nada. Y, sin embargo, son más de 17 los poemarios que ha sacado en Chile y el extranjero, además de otros que tiene listos pero permanecen inéditos y los que serán traducidos en los próximos meses al francés y al inglés.
Efraín Barquero, seudónimo de Sergio Efraín Barahona Jofré, nacido en 1931 en el campo chileno, pertenece a la llamada Generación del 50, que muchos recuerdan como una época en que hasta en los bares se recitaba poesía. ¿Será para tanto? "Es cierto" -responde-. "Es tal vez una de las épocas más bellas de la poesía, con Neruda presente, la Mistral -a quien vi de lejos- y todos los otros poetas vivos todavía. Con muchos críticos literarios, Alone, Latcham, Hernán del Solar, Sergio Latorre".
Sobre su obra y lo que se ha dicho de ella, Barquero se extiende y aclara: "Siempre me han vinculado al campo y eso no me gusta nada. La naturaleza, sí. Pero el tema fundamental mío es el hombre. El hombre para mi es todo y en el hombre se disuelven el campo, la ciudad, las montañas,el mar.
- Naín Nómez dice que su poesía se liga a un cierto neorromanticismo,lo que hace pensar en los románticos, para quienes la poesía era una operación mágica. ¿Cómo lo ve usted?.
-La poesía tiene un cierto poder encantatorio. Por eso yo busco también el rito, para acentuar más esa sugestión, esa inducción, de entrar en el lector, de hacerlo vivo, de hacerlo como un trozo de la vida presente y como una especie de algo religioso.
-¿También es romántica su búsqueda de los orígenes?
-Desde luego, es romántica, pero al mismo tiempo está en este terreno que he trabajado mucho en Francia y que es la búsqueda de la precisión absoluta de la palabra.
-¿Cuál es su visión actual de la poética?
- Como siempre creo que hay un trasfondo mítico. Pero tiene que ser totalmente actual. Articular los mitos dentro del ser, lo que es La Mesa de la Tierra, donde en cierta manera está lo que ha ocurrido en Chile. De eso hay algo, pero muy tratado, creado. Y eso está reforzado por los viejos mitos de la comunión, de la traición, del hombre frente a la violencia de otras personas.
- Pero su poesía parece guardar una gran esperanza.
-Eso es increíble. Porque de repente entro en grandes depresiones, pero que no duran mucho. Entro en hoyos negros. Por ejemplo, un día cualquiera me acuesto temprano y pienso que no me voy a levantar jamás. Pero llega el amanecer y misteriosamente siento que la luz celebra la tierra y tengo la obligación de levantarme. Así se acaba toda depresión.
-¿Qué ha variado en tantos años de escritura?
- Yo aspiro a llegar a un espacio mayor. Realmente todavía no me siento en absoluto viejo en este terreno. Siento que no podría morirme ahora porque me falta mucho por hacer. Tengo esa convicción. A lo mejor me equivoco".

 

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