Emergencias Escritos sobre literatura, arte y
política |
Diamela Eltit Planeta Chile,
2000 |
por Patricia Espinosa
.......... Aunque las teorías
generadas a partir de los "centros" respecto al intelectual han
impuesto su muerte o fin más categórico, su desaparición o su
posible conversión en especialista, para la sociedad chilena, tal
extinción queda grande, debido fundamentalmente a su escasez, a su
falta de tradición en torno al debate público, a su débil
compromiso o consecuencia (palabritas de los sesenta, tan echada
de menos).
En
todo caso, lo que sí parece cierto, es que el desuso de tal
figura, su innecesariedad, ha determinado ciertas parodias que de
algún modo, cada tanto, lo escenifican. Sin embargo, pose, disfraz
o lo que sea, todo termina teniendo su precio ya sea mediante
cargos políticos, becas, fondos, asesorías. La actual perfomance de intelectual
determina, además, una actuación zonificada, solicitada y rentada:
convertido en nada más que una interface entre la cultura
massmediática y el poder político, hoy al intelectual se le exige
encarecidamente cultivar la tolerancia, la reserva, la
moderación. |
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.......... Precisamente la ausencia de
estas características como rasgos dominantes es lo que le otorga un
valor singular a Emergencias, conjunto de textos de Diamela Eltit
recopilados por Leonidas Morales. El discurso crítico antioficialista,
independiente, aunque siempre cercano a lo que podríamos llamar un
anarquismo de izquierdas, tiene en Eltit una figura sin par. Su
escritura en el ámbito de la creación literaria se hace publica en 1983
con la publicación de Lumpérica, fecha que coincide con el
alzamiento de la censura previa, la que la convierte en un "umbral de
época", en términos de la utilización de un experimentalismo fuertemente
ligado a la critica social o, mejor dicho, el experimentalismo como
critica social. Esto inevitablemente une su devenir discursivo a la
contingencia (eso que parece una plaga para algunos jóvenes escritores
que solo trabajan con universales). De ahí que resulte lógico que su
escritura se explicite también a traves de diversos medios de
comunicación. Me parece tremendamente destacable que Eltit no haya
tenido asco, en publicar en diarios y revistas. Situación que hasta el
momento, mas allá de la evidente restricción y el monopolio derechista
de los medios, constituye un espacio rechazado por los escritores
nacionales (salvo algunas excepciones como Lemebel o Azócar en The Clinic) a menos que estos
sean muy bien remunerados y/o sirvan para pontificar desde las alturas
(cf. Edwards en La
Segunda).
.......... Los textos
reunidos en Emergencias, resultan imprescindibles a la hora de
establecer un registro histórico de los últimos diez años. Por medio de
artículos de prensa, prólogos, ensayos, ponencias, Eltit, pone en
ejercicio una maquinaria de visibilización en la que interactúan
critica, literatura y poder. Sin mesura ni complacencia, la autora
tuerce cada tema, cada objeto, por medio de un análisis minucioso,
microscópico, negándose continuamente a llegar al juicio totalizante. Un
ejemplo notable lo constituyen la lectura de los textos autobiográficos
de Marcia Alejandra Merino y Luz Arce; ex militantes de izquierda que
tras la tortura se convierten en colaboradoras del régimen dictatorial.
Eltit, aborda entre otras cosas, el tema del cuerpo violentado, su
vinculación con el tema de la traición y el deslumbramiento por el poder
masculino. Resulta notable la simetría que denuncia Eltit entre el modo
en que se ejerce en Chile el poder, amnesia y negociación, con la
neurótica intención de estas mujeres por ocupar un lugar social
preponderante. Dentro de los mayores logros de estos textos de Diamela
Eltit, esta la voluntad de voltear las previsibilidades del lector por
medio de un lenguaje filoso, duro, prolijo, estéticamente compreso y
fluido. Instaurando un modo profundo, pero no reconocido de relacionar
"palabras y cosas", en cada frase emerge la herida, la ofensa, el trauma
y la subversión del yo discursivo.
.......... Eltit se apropia desesperadamente de la
lengua. Quizás el mayor vinculo sea con la escritura critica, con sus
continuas interrogantes. Porque ella no posee las respuestas,
continuamente ambivaliza, reduce el poder de su mirada. Sin tradición
critica sobre la cultura, la autora afirma: "Pienso, en cómo hablar
cuando no se proviene de las ciencias sociales o de la polìtica o de una
disciplina particular...pienso, desde mi lugar literario". El
reconocimiento de lo literario en tanto precariedad respecto a los
saberes cientifizantes, instala acá una de las más grandes
interdicciones a las que históricamente se ha sometido la literatura, a
saber: frente a los grandes saberes, qué poder de conocimiento e
intervención tiene lo literario. De ahí que la escritura pase a ser una
especie de condena/revancha, la cual marca y revierte cada una de las
interdicciones a las que literariamente ha sido sometida Eltit: escribir
en "difìcil" y la continua
inclusión en el universo de la representatividad femenina. No es ni
puede ser la diáfana comunicación de la subjetividad masculina
dominante. Sin embargo, estamos ante un yo que dejando atrás la
incerteza asevera: "me apasiona escribir y si me gusta escribir pues
escribiré lo que me guste", adhiriéndose una y otra vez a los :
"espacios del desamparo...mi aspiración es a un mayor equilibrio social
y a la flexibilidad de los aparatos de poder".
.......... La crónica ensayo de Diamela Eltit
narrativiza el acontecer histórico palpable y nos ayuda a leer las
junturas, los múltiples repliegues de unos tiempos en que el oficialismo
tranquilizador parece arrasar con todo. Emergencias es, simplemente, un
elocuente testimonio de la lucida y brillante mirada de Diamela
Eltit.
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