Banda
sonora de Andrés Anwandter
Calabaza del Diablo, 2006
Ruido
de fondo
Por
Roberto Careaga C.
La Tercera Cultural, sábado 16 de diciembre de
2006
"El
/ patio / trasero / del ojo / termina / repleto / de trastos / que ves / en la
tele / visión", anota Andrés Anwandter en lo que, siendo rigurosos,
podríamos llamar el quinto poema de Banda Sonora (Calabaza del Diablo),
su nuevo libro. Se trata de un tomo pequeño: 14 poemas y 6 ilustraciones
en blanco y negro fechadas entre 2002 y 2006, que se extienden por 56 páginas.
Más allá de sus medidas, es algo así como el residuo del
día a día que se cuela -y desaparece- en ese momento antes de quedarse
dormido.
Miembro de esa generación difusa que formaron los poetas
de los '90, Anwandter (32) ha publicado El Árbol del Lenguaje en Otoño
(1996), Especies Intencionales (2001) y Square Poems (2002). Y en
su obra se nota el influjo de poetas como Enrique Lihn y Gonzalo Millán.
Junto
a Kurt Folch, Felipe Cussen, Felipe Ruiz y David Bustos, entre otros, es parte
del Foro de Escritores (www.fde.cl),
un taller de poesía que experimenta con la visualidad. Banda Sonora
también es eso: páginas de imágenes que en el menor de los
casos son ilustraciones, y en la mayoría, poemas.
Dispuestos sin
puntuaciones y en versos de un máximo de tres palabras, primero los poemas
de este libro son franjas de letras casi hipnóticas, y luego -con eso en
cuenta- relatos de horas aparentemente perdidas, o del fin de un asado, o de un
cuadro de Rugendas, o del eco constante de la "tele visión".
Banda Sonora es como un ruido de fondo, un chirrido algo melancólico
escrito a ritmo incesante. O algo así: "Bosquejos / que el ojo / desecha
/ y la siesta / más tarde / recicla".