cobra paghé
guiños a un poemario recién nacido
por andrés ajens
Cobra Norato, Raul Bopp,
Irmãos Ferraz, São Paulo, 1931.*
Reseñar un libro, vale; reseñar un poemario — pues no se trata de un lote de textos allegados sólo por el azar de la palindromática amazónica raza —, sólo a ratos: la persistencia de la re-seña, ya de por sí aquí retardada, retarda de entrada el valor prescribible de cualquier hipótesis de lectura. A ratos, pues, COBRA NORATO, quintesencia de la poética antropofágica junto a MACUNAÍMA de Mario de Andrade (1928), se come la cola: roza el mito, el tupido mito de la gran serpiente-río tupí-guaraní. La circulación de los capítulos de un itinerario iniciático, pero iniciático al paso (pues lo primero es lo primero: a farmacotecnia amorosa contra el mal de ojo, la enjundia del preparado, pouçanga de aprendiz y nieto de paghé [Gonçalves Dias, por caso], o payé según la tan fastástica como Real Academia de la Lengua Española [castellana] — que por demás no omite señalar que se trata de una «voz guaraní») —, insinúa desde ya una misturácea economía de lectura:
Um día
eu hei de morar nas terras do Sem-fim
Me misturo no ventre do mato mordendo raízes
Despois
faço puçanga de flor de tajá de lagoa
e mando a chamar a Cobra Norato
Remitir de buenas a primeras a una supuesta «economía de lectura», ahorrándole al eventual colector o colectora las precisiones e inversiones conceptuosas de rigor, bien pudiera ser tenido por francamente grotesco en un tiempo en que la poesía no se vende ni se compra y muy menos se distribuye, o casi. Pero aparte de que lo francamente grotesco, aunque raro (según Baudelaire: sólo Rabelais, y a ratos), se sostendría en un in/cierto comercio con lo absoluto y, por esa vía, en la insistencia del mito absoluto como absoluto del mito (literario: romántico como moderno, «Rimbaud» incluso), ocurre también que COBRA NORATO resiste por varios flancos la pretensión de una lectura presumidamente absuelta de toda economía, consumada, plena (plana). Traslape, traslucine o traducción sin ducción: uno de los flancos acaso donde más claramente opera tal falta de digestión (de sentido) sin resto. Otro (flanco): el mussangulá, estado o estancia de payé («Estou de mussangulá»; cap. XXIII), y que Bopp define en sus MOVIMIENTOS MODERNISTAS do Brasil (1966) como una renuncia a aprehender íntegramente la cosa, el acontecer del sucediendo, estancia que — enfatiza — predispone a una experiencia «prelógica» y/o prediscursiva de mundo, «mágica» tal vez, asintomática hoy en cualquier caso.
Mais adiante uma pajelança
Onça chegou Saltou Entrou no corpo do Pajé
Pajé faz una benzedura de destorcer quebrantos
E depois fuma e defuma
Fumaça de mucurana
Una payelanza — más adelante
Onza llega Salta Entra en cuerpo del payé
Payé conjura planto y quebranto
Luego fuma y desfuma
Caletas de gaya gallá
Como onza o jaguar (también ésta, voz guaraní), tal economía de lectura en translucine y/o traslape, ya se ve, se salta algunas cosas; las pasa por alto o por dentro (intra-ducción), las devora — y no trae a cuento, sin ir más lejos, el lugar insigne del jaguar en la economía mítica amazónica como en COBRA NORATO mismo («vamos pro lago Onça poiema», cap. XII). ¿Sería éste su salto antropofágico o, más precisamente aquí, logoversifágico? No hay que olvidar que las prácticas antropofágicas en los grupos tupíes fueran en extremo ritualizadas y económicamente dispendiosas, al punto que las propias víctimas no osaban sustraerse a tal integrador intercambio, como lo atestiguan de modo invariable las crónicas de portugueses y franceses de la primera conquista. Fernão Cardim llega a apuntar que ‘algunos andaban tan contentos porque van a ser comidos, que de ningún modo consentirían en ser rescatados’ (TRATADO DA TERRA E GENTE DO BRASIL, fines del s. XVI, trad. mía). Con todo, COBRA NORATO no consuma pues una escritura propiamente antropofágica; sólo a ratos y para nada en el sentido crecientemente programático que le imprimiera Oswald de Andrade desde fines de los años 20, esto es, el de la digestión (más o menos crítica) de una Alteridad (predominantemente europea) por un Mismo (predominantemente «nacional»). Montaje y/o collage de voces diversas ya sin parodia; singularización ya inidéntica (sin identificación predeterminable ni oposición Otro/Mismo tranquilizantes); ni lengua nacional (como mentara en su momento Mario de Andrade) ni muy menos esperántica, o cosmopolita e/o internacional (como soñara en su hora Vicente Huidobro, entre otros), sino tal vez, ésta, lengua quita, liberada de sí como de otras, entreabierta (nheengatú, precisa Bopp en el subtítulo), expuestas escrituras rizoforáceas, silvomigrantes pagos — tal serpenteante poemario como poema-río —, e incobrable, por incalculable, lengua afín.
* Cf. Poesia Completa de Raul Bopp, organización y comentarios de Augusto Massi, José Olympio/EDUSP, Rio de Janeiro/ São Paulo, 1998. Existe también una bella traducción al francés por Ciro de Morais Rego y Christine Morault, Éditons Memo, Nantes, 1998, y otra en camino, en romance castellano, migrante.