FIDEL
CASTRO, LITERATURA Y PODER
Por Aristóteles
España
La delegación
de funciones de Fidel Castro Ruz, en Cuba, hacia su hermano Raúl y a un
selecto equipo de funcionarios de ese Estado, por primera vez en 47 años,
ha provocado en el mundo una serie de reacciones en lo político, económico,
militar, cultural y en todo orden de cosas. La Revolución Cubana marcó
un hito en la historia contemporánea del siglo XX y negarlo sería
tapar el sol con los dedos.
En el ámbito de la cultura y especialmente
en lo literario podemos decir que Cuba fue un referente importante
para nuestros narradores, poetas y ensayistas en los años 60 y 70. "Canción
de Gesta", de Pablo Neruda es más que una aproximación
a un corpus histórico y social. Da cuenta de la admiración hacia
un proceso que reivindicaba el derecho a no depender de las mafias ni del imperialismo
para cambiar la historia y la vida de un pueblo que estaba condenado a ser el
prostíbulo de EEUU, como lo señalan los documentos de época
y testimonios de sus protagonistas. Distinto fue el curso de los acontecimientos
y de las visiones que en ella primaron. Pero sucedió.
Autores como
Gonzalo Rojas, Volodia Teitelboim, Enrique Lihn, Manuel Rojas, Francisco Coloane,
Vicente Parrini, Stella Díaz Varín, Jaime Valdivieso, Jorge Teillier,
Baltazar Castro, Armando Cassígoli, Poli Délano, Hernán Miranda,
compartieron en respectivos viajes y residencias con Juan Marinello, Eliseo Diego,
Nicolás Guillén, Alejo Carpentier, Cabrera Infante, Félix
Pita Rodríguez, Cintio Vitier, Reina María Rodríguez, Heberto
Padilla, Roberto Fernández Retamar, el deseo de cambiar el mundo y lograr
la emancipación de los desposeídos, de los pobres del mundo para
hacerlos partícipes de una vida mejor. Gabriela Mistral señaló
desde siempre que José Martí representaba el deseo de libertad de
los pueblos del Tercer Mundo y así lo escribió por todos los costados
de sus ensayos.
La epopeya que encabezó Fidel Castro en 1959 con
un grupo de jóvenes dispuestos a todo por su patria, hizo reflexionar a
los escritores y artistas en general acerca de su rol en el mundo real, el compromiso
del escritor con su pueblo, con su literatura, con la palabra, que fin tendría
de ahora en adelante?. Qué destino tendría el pequeño dios
huidobriano y sus alcances estéticos; los poetas bajaron del Olimpo decía
Nicanor Parra. La institución denominada Casa de las Américas cumplió
una labor de articulación de un mundo cultural que provenía no sólo
de la izquierda latinoamericana sino de otras vertientes y se creó una
espacio de diversidad en torno a la Revolución tanto para quienes pensaban
como Matilde Ladrón de Guevara en su "Adiós al Cañaveral"
o "Persona Non Grata", de Jorge Edwards y quienes construían
sus productos artísticos en torno a cómo se podía sustituir
el orden capitalista por otro socialista con igualdad de oportunidades en lo económico
y social y libre expresión creadora, con distintos modelos de estado, similares
o cercanos al de la Isla.
El liderazgo de Fidel fue capaz de crear una
mística y un respeto hacia un pueblo deseoso de conquistar el cielo. La
poesía y la magia de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Noel
Nicola fueron compartidos por Violeta Parra, Víctor Jara, Nano Acevedo,
Isabel Parra, Eduardo Peralta, así como Angel Escobar, el joven poeta cubano
fallecido en Chile tuvo ecos profundos en nuestra Generación del 80. Voces,
ecos, que nos hacen mirar con altura el mundo que vendrá y los nuevos escenarios
que los artistas tendremos que forjar para seguir soñando con un mundo
nuevo y revitalizar el compromiso de seguir diseñando nuevas utopías,
canciones, poemas, novelas, reflexiones.
La historia se encargará
del Comandante Fidel y de todos nuestros líderes. Mientras tanto, no podemos
de dejar de pensar en Bolívar, en Lautaro, El Che Guevara, Francisco de
Miranda, en Cervantes, Quevedo, José de San Martín, Manuel Rodríguez,
y en todo lo que se escribió y escribieron mientras vivían y caía
la noche en sus dormitorios junto a sus familias, sus cachorros y fantasmas.