Graciela Huinao (Rahue, Osorno, 14 de octubre de 1956) es
una de las más importantes poetas mapuche - huilliche que escribe,
además, en mapudungun y traduce su obra al español.
La editoriales Ayun y Tiempo Nuevo en Santiago acaban de publicar
su libro "Walinto" , un profundo canto
a su pueblo, desde las mismas entrañas del lenguaje aprendido
en los bosques del sur del mundo y un ejercicio lleno del aire de
la cosmogonía donde nacen los sueños de sus antepasados,
de la historia aprendida en medio de los fogones de su infancia y
juventud como lo señala en la introducción de su poemario.
Graciela Huinao comienza de la siguiente forma su relato poético:
"Nunca fuimos el pueblo señalado pero nos matan en señal
de la cruz".
Los versos son breves, concisos. A través de su lectura el
lector ingresa al país de la infancia de esta autora que cultiva
la oralidad con una metodología rigurosa donde las palabras
e imágenes saltan y juegan en el libro para mostrarnos el invierno
que dejaba caer sus armas en el patio de su casa, los amaneceres de
la pobreza, la violencia del poderoso en contra de sus hermanos.
Emotivos son los pasajes donde recuerda a su padre que atrapaba brujos
y duendes en medio de la lluvia y ella los soltaba bajo el calor de
un mate en su hogar donde el viento era la música y el fuego.
Sigamos ahora con los rituales de su pueblo. En el poema "Nguillatun
en la costa" dice: "Para poner tranca a la miseria/
cada cierto tiempo/ los wuilliche de la costa/ desclavan de sus ruka
las penas. / Se descuelgan de la historia/ y a Pukatriwe llegan/ espantando
con el Nguillatun / al maligno espíritu del hambre/ que va
en estampida por la cordillera. / Los williche y el mar/ en vigilia/
comulgan tiempos de miseria"
Poesía dolorosa, de ausencias, que escarba los sentidos y los
transforma en un canto de amor.
La escritora Cecilia Vicuña quien la publicó en Nueva
York dice: "Escribir es una actividad cargada, cuando la que
escribe es la primera que toma el lápiz en una línea
familiar de mujeres raptadas y violadas. La primera que escribe debe
empezar por establecer sus territorios, delineándolos
como una marca. Aceptando el desafío Graciela Huinao ha dicho
que quiere escribir la historia de su familia. "Soy la primera
que se atreve".
Consultada por la prensa chilena acerca de si existe discriminación
en Chile hacia la poesía mapuche- huilliche, Huinao señala
que no "sólo a los poetas se nos discrimina por nuestra
raza, sino a los pobres, a los gordos, a los discapacitados, a los
feos".
Los editores de la revista "Intramuros" en Santiago
señalaron: "Ser mujer, pobre y más encima mapuche
son tres estigmas que esta artista ha tenido que sortear para desarrollar
su carrera. Como primera mujer de esta etnia en las letras nacionales,
debió tocar muchas puertas antes de publicar un libro en nuestro
país. Y, como ya parece ser parte de nuestra idiosincrasia,
sus poemas fueron editados con anterioridad en Estados Unidos".
En 1998 Cecilia Vicuña la incluyó en su antología
publicada en Pittsburg, USA, titulada "UI, Tour Mapuche poets",
junto a Elicura Chihuailaf, Leonel Lienlaf, Lorenzo Aillapán,
Pedro Aguilera Milla, Jaime Huenún, José Ancán,
Victorio Pronao.
Autora de "La Loika" (1980); "La nieta del brujo"
(1985); "Walinto" (2005) su obra ha sido traducida a varios
idiomas y publicada en revistas especializadas de Chile y América
Latina.