"VERSOS PARA UNA SIRENA SOLITARIA EN UNA CALETA"
De Dinko Pavlov
Por Aristóteles España
Así se titula este libro del escritor y psicólogo Dinko
Pavlov (1942), oriundo de La Serena pero afincado en Punta Arenas,
en el sur del mundo, desde hace 25 años. Este libro nos recuerda
las leyendas del mar mediterráneo, que es el mar de Venus,
Homero, Ulises y las sirenas que por la noche buscan las estrellas
para seducir a los navegantes, donde se aparecen vestidas con elegantes
trajes
de algas y colores, con ojos turgentes invitándolos a la lujuria,
al deseo, a la navegación maravillosa en el mar del amor, el
océano del éxtasis. En Magallanes, a orillas del Estrecho
de ese nombre, el autor de este libro ha construído verdaderos
espacios amatorios en diversas caletas cerca de Timaukel, en Puerto
Edén, con enormes cielos metafísicos donde sus poemas
"resucitan las herramientas del invierno y el ansia de transformación
de la realidad a través del lenguaje", como señala
en la contraportada el poeta y Académico de la Universidad
de Magallanes, Oscar Barrientos Bradasic.
El libro está dividido en tres partes: "Estación
amatoria", "Estación dionisíaca", "Estación
oceánica", donde el autor escarba en los misterios de
la culpa, en los laberintos de Baco y explora la sensualidad de los
labios de la sirena en medio del mar patagónico con su oleaje
furioso.
Tres temas desde ángulos escriturales diversos, por un lado
la interioridad del erotismo, donde hay cenizas en sus venas y la
caleta donde anidan sus recuerdos se vuelve misterio, luna, lluvia.
En otro túnel aparecen sus largas travesías donde Dinko
Pavlov ha dibujado en la arena las sombras de su paso por la vida,
y la marea abraza el desamparo para, finalmente, transformarse en
un visitador de sueños (como todo psicólogo que se precie
de volar por estos parajes) que realiza piruetas en el aire como un
brujo, para caer sobrevolando las calles de Punta Arenas, donde lo
esperan flautistas, pierrots, y mujeres que lo buscan para abrazarlo
y conducirlo a extrañas ciudades patagónicas ajenos
al poder y la gloria, repleto de paisajes corporales donde fecunda
óvulos en amaneceres gloriosos y musicales.
Libro curioso y extraño por la forma de abordar el tema de
una
caleta y una sirena que puede ser cualquier mujer y cualquier caleta
del mundo pero, en este caso, el escritor la sitúa geográficamente
en ese confín del planeta. Este es, sin duda, el libro más
importante de Dinko Pavlov. Utiliza un lenguaje suelto, intimista,
donde los versos y los adjetivos están en el lugar preciso
y las metáforas se parecen a los cánticos de Rosamel
del Valle o Fernando González Urízar en "La copa
negra".
En este libro se respira una atmósfera llena de soledad y relámpagos
y truenos de las noches puntarenenses. Hay abismos donde la palabra
juega un rol articulador de nuevas búsquedas dentro del lenguaje
de esta caleta donde hay marineros como en los cuentos de Francisco
Coloane, árboles llenos de gatos y silencios como en los poemas
de Rolando Cárdenas, coros desvastadores como en los textos
de Cristian Formoso, amaneceres violentos como en las pesadillas de
Cristina Ursic.
Esta caleta va a sobrevivir en el tiempo. Por allí se refugiarán
poetas, perros vagos, marinos perdidos, delincuentes que leen a Ernesto
Sábato, guionistas de cine que construyen eternamente una historia,
pequeñas princesas magallánicas que desean hacer el
amor en una noche frente a las estrellas y a la nieve, gatitos que
buscan una novela que nunca va a llegar.
Dinko Pavlov es autor de "Escape imaginario" (1984); ""Atrapado,
pero con salida" (1987); "Odas" (1989); "Chiloé
mágico" (1993); "Códigos perdidos" (1996);
"Sigo vivo" (1997); "Desde el sur del sur, en sexo
y negro" (1998); "Boris y las ratas" (1999); "Con
esta chicha me curo yo" (2002). Actualmente es Presidente de
la Sociedad de Escritores de Magallanes, ejerce la docencia y su profesión
de Psicólogo en el fin del mundo, Punta Arenas.