La obra del escritor chileno Alberto Fuguet es conocida, y
muchas veces ridiculizada, por presentar (o tratar de presentar como
dicen sus detractores) un análisis descriptivo de la sociedad
chilena y sus costumbres, o más bien de la clase alta o la
burguesía de la que Fuguet es parte. Este autor,
a lo largo de toda su obra, presenta e ilustra situaciones ficticias
(pero basadas en muchos casos en hechos reales) que bien podrían
haber pasado en los barrios de clase alta de Santiago; en el seno
de una familia burguesa o en la vida de un estudiante de colegios
de curas descarriado. Fuguet presenta estas historias de una forma
realista tanto en la descripción de lugares y la creación
de personajes como en el lenguaje, donde busca (y muchas veces logra)
una imitación perfecta de la voz coloquial de la clase social
y de la época que busca retratar. Por estas razones se podría
considerar a Fuguet como un escritor costumbrista de nuestra época.
Pero no hay que olvidar que este autor no tiene como único
fin presentar una descripción de las costumbres de la época,
sino más bien, utiliza este realismo como un medio para hacer
sus historias más creíbles, más contemporáneas,
mas reales. Las historias nunca llegan a ser un medio para mostrar
la época (como mucha gente dice y crítica) sino que
son el eje central de la narración que se sostiene sobre la
descripción realista del entorno, para lograr mas llegada a
la gente o quizás solo como un recurso estilístico no
siempre aceptado en la literatura, o por lo menos no aceptado a tal
extremo (o a tal abuso si se quiere) como se utiliza en la obra de
Fuguet.
En el cuento "Pelando a Rocío", se nos muestra una
descripción, bastante fidedigna para mi gusto, de los aspectos
más importantes de la generación nacida en los sesentas,
que creció en los setentas y se desarrollo y maduro en los
ochentas. En el cuento se hace un recorrido desde la infancia hasta
la adultez (aunque una adultez muy inmadura) de las protagonistas,
pero se enfatiza mas en la vida de ellas durante la década
de los ochentas. También se pone mucho énfasis en la
situación política de la época y su repercusión
en la vida cotidiana, que es la que se narra. Lo más criticable
del relato es que, al querer narrar tantos temas y situaciones de
la controvertida década de los ochenta, se pierde verosimilitud.
Aunque nunca hay que olvidar que la realidad a veces resulta más
fantástica que muchas de las ficciones existentes.
El relato comienza con la chilenísima costumbre del pelambre,
lo que desde un principio nos sitúa en una narración
que busca representar la realidad de la mejor forma posible. Dos amigas,
secretarias, de clase media-alta (por lo menos una de ellas), se encuentran
conversando en un bar. El relato funciona en forma de dialogo, donde
la segunda voz (la receptora de la historia) no se pronuncia nunca,
se da implícita. Esto incluso nos puede llevar a pensar que
el propósito de que la segunda voz sea muda, sea que se espera
que nosotros mismos tomemos su papel de receptores del mensaje, que
nosotros nos involucremos de forma activa en la historia. Esto se
ve sobre todo en el final donde la narradora termina el relato abiertamente,
formulando la siguiente pregunta "¿Y tu, galla, que creís?"(77)
El cuento se centra en la historia de Rocío Patiño,
y de su inesperado cambio de pasar de ser una joven común de
clase alta, a ser una revolucionaria altamente comprometida con la
causa. En el relato se mencionan diferentes mundos, propios de la
época narrada, como el comprometido mundo de los universitarios
(sobre todo los humanistas de la universidad de Chile), la bohemia
artística de los ochenta, la vida de los colegiales de la clase
alta chilena y el mundo propio de las oficinas de santiago de principios
de los noventa. También se hacen alusiones a sucesos históricos
concretos como la crisis financiera del '82 que repercute directamente
en la vida de la protagonista, o como el golpe de estado del '73 y
la posterior dictadura, a los que se alude implícitamente en
reiteradas ocasiones.
Todos estos mundos son retratados de una forma completamente fiel
al mundo real del que se basan. Las calles, los institutos, los colegios.
Se nota claramente que Fuguet conoce y vive en el mundo narrado. Su
cercanía y su maestría para hacerlo parecer real se
debe claramente a que Fuguet saca esta información, no de investigaciones
arduas como era común entre algunos costumbristas o criollistas
de antaño, sino de sus propias vivencias personales, de su
propia vida, basa sus narraciones en su memoria, lo que les termina
dando un tinte más verosímil, mas real.
Otro punto muy importante, que ilustra la cercanía a la realidad
presente en el relato, es el lenguaje. Fuguet claramente tiene una
facilidad impresionante para plasmar el lenguaje coloquial, informal,
en su literatura de una forma altamente convincente, siendo de los
que mejor logran este objetivo. Su conocimiento y uso de modismos,
argots, chilenismos e incluso dichos populares hacen que sus textos
resulten totalmente creíbles en este punto. También
hacen que el lenguaje de la tribu (en este caso las clases alta y
media-alta chilenas) logren trascendencia. Al plasmarlas escritas
en papel logran pasar del efímero mundo oral al trascendente
mundo de la literatura (aunque esto está muy sujeto a si este
autor se leerá en el futuro o no, esto uno nunca lo sabe).
También logra que la misma clase retratada se sienta identificada
mas fácilmente con los textos.
El gran problema de que este mundo sea tan bien retratado, tanto en
el lenguaje como en mismo mundo físico, es que puede hacer
que el lector, que no viva en aquel entorno, no comprenda ni entienda
todo lo que el texto narra o cuenta. Este realismo costumbrista puede
llegar a ser excluyente si es que no se conocen todas las implicaciones
implícitas presentes en los mundos narrados. La enciclopedia
del lector debe manejar cosas tales como el hecho de que en Chile
existen preuniversitarios para ayudar a los estudiantes a prepararse
para la prueba que los selecciona para entrar a la universidad, o
la sicología o más bien el prototipo de la gente que
juega polo en Chile. Cosas que la gente que no tiene relación
alguna con la tribu narrada no tiene porque saber.
Esto sucede claramente porque Fuguet le escribe a esta tribu, a esta
gente, lo que no tiene nada de malo. El autor esta en su perfecto
derecho de escribir a quien se le plazca de la forma que se le plazca.
E incluso esto es subjetivo, ya que la ultima novela de este autor
"Las Películas de mi Vida" fue elegida como la mejor
novela el año 2004 en Colombia.
Con respecto al lenguaje pasa mas o menos lo mismo, ya que, como se
esta ocupando un habla coloquial perteneciente a un grupo especifico
de gente, los lectores que no tengan relación alguna con este
mundo tendrán mas dificultades para comprender eficientemente
el texto.
Otro aspecto menos superficial que refleja a la sociedad chilena de
la década de los ochentas, es el proceso de maduración
del personaje de Rocío Patiño: su cambio de ser una
joven normal de la burguesía a ser una universitaria subversiva.
De alguna forma, la vida de Rocío es el más puro ejemplo
de un despertar, de una maduración de cierta parte de la juventud
chilena con respecto a los conflictos políticos en los ochenta.
La vida de Rocío es una metáfora, si se quiere, de los
giros y de los conflictos que tuvo que vivir parte de la juventud
burguesa para adaptarse, o por convicciones políticas o por,
en muchos casos, la necesidad de adaptarse al entorno.
También cabe destacar que por la vida de Rocío Patiño
pasaron muchos de los grandes sucesos y acontecimientos que afectaron
a Chile en la década de los ochenta. Patiño vivió
la opulencia y el lujo que produjo la economía de libre mercado
a mediados de los setenta y vivió el desastre económico
de la crisis del '82; vivió entre las juventudes de derecha
que aclamaban y defendían al régimen de Pinochet y vivió
entre las juventudes comunistas y muchas veces terroristas que solo
querían derrocar a la dictadura; vivó entre gente "bien",
veraneando en Cachagua, pololeando con poleros, escuchando música
en inglés y vivió entre los universitarios "lanas",
en casas destartaladas en Recoleta, escuchando folclor y planeando
atentados. La vida de Rocío Patiño refleja a un rió
por donde todas estas contradicciones, todos estos polos opuestos
se unen originando este flujo que representaría a la década
de los ochenta, sus contradicciones, su identidad basada en estas
contradicciones. Y este río termina desembocando en la muerte
de Rocío una vida llena de contradicciones que lleva a las
dudas postuladas al final del relato.
En conclusión podemos establecer que el cuento de Alberto Fuguet,
"Pelando a Rocío", presenta un panorama y es un reflejo
bastante completo de la vida de la sociedad chilena en la década
de los ochenta. En las materias superficiales esto queda claramente
ilustrado por la especificación de las locaciones y del espacio
temporal y en el lenguaje altamente coloquial. Esto trae problemas
ya que limita la comprensión del texto a los lectores no familiarizados
con el mundo narrado. También, en materias más profundas
Fuguet logra caracterizar a la década de los ochenta, por medio
de la vida de la protagonista, Rocío Patiño, donde fluyen
los más importantes acontecimientos de la época. En
resumen podríamos decir que el reflejo que hace Fuguet en su
relato es bastante concordante con el modelo real, el mundo en el
cual se inspiró, llegando a reflejar tanto el lenguaje, como
las vidas y las ansias de aquella generación fracturada, a
la vez soñadora y conformista, que es lo que fue la generación
de los ochentas.
* * *
Bibliografía:
Fuguet, Alberto. "Pelando a Rocío."
Sobredosis. Santiago de Chile: Planeta, 1990. 47-77
Andrés Señoret
Swinburn
Introducción a la literatura, sec. 4
Profesor I. Álvarez
Programa de bachillerato