(Invocación)
Cantemos juntos,
Eusebio Lillo compañero.
Acompáñame
en esta gesta
dolorida.
Unamos nuestros versos.
Liberemos la memoria
encarcelada:
(Canto)
Los lacayos del imperio,
creyeron soterrar en la
patria
cadáveres infértiles.
Pero, sin saberlo, arrojaron
a
la tierra estupefacta, conciencias
que las balas no sepultan.
Hoy, esas
semillas florecen
para contar la ignominia macabra:
Traición, tortura
y asesinato.
"Nuestros pechos los llevan grabados
Lo sabrán
nuestros hijos también"
Y allá, donde el salitre
conservó
la historia rota.
Donde Pisagua depura
su destino en
el mar,
renacen gallardos nuestros
fieles compañeros.
"Sean
ellos el grito de muerte
que lancemos marchando a lidiar"
Avancemos con ausencia
del temor. Es largo el sendero
gris que por la
patria
ha trazado el criminal.
"Desnudemos al punto el acero
Y
sepamos vencer o morir"
Cruzando el sendero
está Chihuio,
donde canta
un pájaro sin voz.
En él, se multiplican los hombres
al paso de la lluvia de estrellas
hacia Concepción.
Verdad y
Justicia
"Nuestros pechos serán tu baluarte
Con tu nombre
sabremos vencer"
Viajando la lluvia de estrellas,
la
lluvia de amor y la lluvia de sol,
se encuentran con Paine, con Petorca,
Porvenir,
Lonquén y Chincolco.
Moradas de los nombres
que no encuentran la
luz.
"Esas galas, Oh patria, esas flores
que tapizan tu suelo feraz.
No
las pisen jamás invasores;
con sus sombras las cubra la paz"
Hubo llanto tartamudo
de las aguas, al ver arder
los cuerpos
nobles e indomables
del mejor ejemplo de nuestra juventud.
"Alza
Chile sin mancha la frente"
"Combatiendo en el campo de honor"
Soplaron vientos celestes
para amortajar a los inmolados.
Tres
campanas de cristal
recogieron sus voces para tañirlas
por los caminos
a conquistar.
"Y sonando en la boca del fuerte
haga siempre al tirano
temblar"
Se levantó un murmullo
que creció
en las empuñaduras
de la patriótica rebeldía.
Despertó
el trueno justiciero.
"Y no tiembla la espada en la mano
defendiendo
de Chile el honor"
En el sendero gris, quedaron
atrapados
hombres de cobre,
mujeres de trigo, niños nevados.
Un pueblo diluído
en las bayonetas.
Juicio a la impunidad.
Libertad a los libertadores.
"O
tu noble, glorioso estandarte
nos verá combatiendo caer"
¡Cadáveres sobre el Mapocho
se vieron tras la contienda,
sépanlo
todos, pues no es
una leyenda!
Navegando, aquella sangre
hizo rebeldes
a las olas del mar.
"Y ese mar que tranquilo te baña
te promete
futuro esplendor"
La idea justa
vivirá por siempre
en
la lucha de los pueblos subyugados.
"Libertad es la herencia del bravo
la
victoria se humilla a su pie"