Tan incierta en estos momentos todas
las demás están siendo reinas, aída
contraída, en la esfera del sueño quién
te desea.
El último latido del corazón está de
muerte.
.......... Pero voy a
decirlo.
........ ............Estas
palabras se desenvuelven en el centro
........ ............húmedo
de un bosque fragmentado, por uno
........ ............de
sus costados el cauce de un río sin agua
........ ............desliza
capas desconocidas de piel reseca. De
........ ............aquí
somos, animalas de pelo corto y vestidas
........ ............de
terciopelo entramos a la recta que nos
........ ............llevará
aún más lejos:
........ .........
.......................Una
cueva escrita por dentro.
............ ................
............Una huida.
........... .................
............Una destrucción
de la que soy parte
........ ............La
primera animala es alta como una torre
........ ............desnuda
en un monte vacío y abandonado.
........ ............De
una figura privilegiada a todas seduce el
........ ............roce
de sus partes llenas de brillo. Cuentan
........ ............que
pasó muchas vidas con los ojos vendados
........ ............y
eso agudizó a tal punto sus sentidos que
........ ............ahora
ninguna se atreve con ella. Los ojos
........ ............los
lleva pintados con la forma de una mujer
........ ............contenida
de silencio. Cada pisada suya
........ ............deja
el contorno de un deseo en el cielo dibujado.
........ ............Ella
parece dura como el destino pero es un
........ ............espejo
donde nos gusta meter la mano y
........ ............disfrutar
un poco.
otras manos escriben estas palabras
........ ..........
..............qué
haré con ésta que se me quedó cerrada
Demasiada carne lleva a este punto, a la violencia de la letra
en el momento del llanto, del roce agotado entre los pliegues.
De igual modo no dejaré de ser silencio y aún
así siempre a destiempo, a formas incompletas. Porque
nada logra dibujar la densidad con que fluyen los hechos, la
vida ésta, ahora que el viento está azotando dentro
y quisiera mostrar el contenido del corazón, el color
oscuro de la piel cuando se esconde.
lleva nombre
mi sombra al revés lleva nombre
quién la quiere enloquecida
El cielo intocable a lo lejos entra en una tormenta que jamás
acaba y este árbol que ahora es, pronto, en unos cuantos
siglos, seré yo a orillas de un río pidiendo auxilio
a los pájaros. Entonces estaré fuera, en un sitio
idealmente abstracto, con la densidad exacta para mi edad exacta.
Todo será azul o lila, y todo será agua y tierra
y naturaleza encendida, y estas manos que me comunican serán
aire y estarán en el rincón último, al
final de todo, ahí, al borde de la caída, de donde
nunca he salido porque nunca he dicho nada.
cada vez más mi sombra
mira fijamente el espejo
y desata esta violencia delineada contra mí misma
Si alguien sigue mis trazos, estas líneas inexistentes,
sentirá mi cuerpo inmóvil y un continuo silencio.
Desde el centro del sonido yo, como siempre acurrucada, secreta,
insinuando un falso regreso a la primera flor del camino, donde
una niña pronuncia mi nombre, llamándome.
en las noches muero
resucito cada día como un milagro
sigo viva sueño grito y duelo
Llegar otra vez al mismo punto, a la noche horizontal,
con la sola mano agitando el cuerpo. Me quedo en este silencio,
por un instante necesito mantener la certeza de mi existencia.
En evidente caída, he deseado hablar de los brazos entre
las piernas, de las uñas enterradas, del pelo en todas
partes, del desastre que significa perder la apuesta por cerrar
los ojos cuando uno es ciega.
yo quiero salir
asomar este ardor
este fuego
estas piedras en las manos
Me quedo en un modo de decir corporal, el único
posible para esta mente que aún me resiste. En una distancia
más alla de lo fugaz y violento de este deletreo inexacto
que intento cada día, permanezco eterna en una sola posición,
a pesar de los golpes, a pesar de los metales y sus incrustaciones.
esta oscuridad puede enloquecer
lo que me rodea
Se llena de agua la piel, de líquidos espesos,
y se desdibuja la carne en los contornos de la palabra que no
digo, pues no sé qué está sucediendo ahora,
cuando nuevamente he perdido el rumbo en el placer de cabalgar
al viento, descubierta y olvidada.
Y en la medida en que el mar me recoge, asumo
la geometría de los besos que han salvado este cuerpo.
más allá de mi
verdad:
las oscuras piedras que me guían
Se inunda esta pared en la mirada.
Por un momento he logrado cambiar la estadía a ras de
suelo, pero aún mantengo las manos bajo la tierra mojada.
Se anuncia una zona que empuja, que no deja que mi existencia
errante se desplace por el mundo.
He soñado líneas dibujadas por un compás
paso a paso, una posición exacta donde ya nada duela
en este corazón reescrito anoche sin errores.
y me han dicho
que de nada sirve
el querer hoy y aquí
No puedo evitar mojar la piel en esta caída.
Por mi costado la lluvia azota
cual bofetada en cama ajena
como con la certeza
de ser éste el cuerpo de los delitos.
El olor a soledad, a sudor del cuerpo sola. Ya
me descubrí y ahora cuán peligrosas pueden ser
las noches si apuesto al abandono. El viento empezó a
perforar estos huesos, en cualquier momento estaré en
otra parte, detrás de otras rejas, y esta niña
que te ha contado todo sobre mí irá cayendo sin
descanso en el abismo de su otra existencia.
pero cómo será el futuro
si no dejo de escribir palabras
Con qué pulso comenzarás mañana, con qué
fábula, con qué corazón. Nada es fácil
en estas condiciones. Aún con los ojos tan abiertos continúas
cada vez más triste. Has vuelto a cerrar tu contacto
vertical con el mundo.
El baúl, la pieza y la cama, sobre todo la cama, han
comenzado a tomar
territorio. Se han volteado las figuras que te sostenían
y sólo queda aquel
retrato que miras, buscándote. Te posees a ti misma y
no hay otro modo
para tu existencia.
necesitas estrellarte para poder seguir, sangrarte
necesitas
Un respiro, un lugar donde posar el ojo, el torso herido.
Un ajuste de cuentas con esta perra vida que insiste,
Una sola oscuridad donde susurrar un nombre.
Un solo silencio donde desplegarme entera.
pero la garganta se cerró
otra vez
y es este dolor el que persiste
Yo vuelvo
y me envuelvo.
Si en verdad me vieran se sorprenderían,
en verdad, si yo descubriera.
Error en lo más profundo, en el hueso que ahora no siento.
En un extremo del alma respira extensa una animala, respira
y susurra un nombre, cada vez más irreconocible, más
duro, más semejante al mío, luchando como viento
rudo, entre los bordes de su existencia.
ha llegado la noche
todo puede ocurrir ahora
cuando ha vuelto el miedo
Estoy sola.
No era el modo, me digo,
No así, las dos ardiendo en una línea de aire
frío.